La Junta aplaza el derribo del puente de la Canaliega ante la oposición de Almonte
El alcalde encabezará hoy un acto de protesta contra la demolición
Almonte y su tejido social pretenden bloquear la demolición del puente de la Canaliega que, a modo de cordón umbilical, a comunicado históricamente Matalascañas con El Rocío. Así lo entiende el Ayuntamiento, que ayer realizó una llamada a la movilización ciudadana para que desde las siete de la mañana de hoy se persone en la zona para impedir el derribo que, de llevarse a efecto, privará a miles de veraneantes de poder acceder al santuario sin pasar por la carretera de circunvalación. Por el momento, el alcalde de Almonte, José Antonio Domínguez, que encabezará la protesta, aseguró ayer que la delegada territorial de Fomento, María Villaverde, ha informado que el inicio de la demolición no será hoy, como estaba previsto.
Esta nueva carretera, en la que se invirtieron 16 millones de euros, habría de erigirse en la alternativa de la A-483 y, de paso, finiquitar los problemas de tráfico que sufría la vetusta vía. La realidad ha sido bien distinta. Con su jubilación, la aldea dispone únicamente de una vía de salida y acceso, constriñendo la circulación, debido al cuello de botella que se genera, y disuadiendo el acceso a los turistas llegados desde la zona norte y sur.
El alcalde de Almonte apeló a "la coherencia" para aparcar esta actuación en tanto en cuanto se busquen fórmulas que mitiguen los perjuicios económicos que conllevaría capar uno de los dos únicos accesos a una aldea que recibe durante citas religiosas como la romería de Pentecostés cerca de un millón de visitas en tan sólo unas semanas.
El derribo se justifica para mejorar la permeabilidad del flujo del agua y de la fauna entre la marisma de El Rocío y la Rocina, a ambos márgenes de la carretera A-483. Así se presentó a la Comunidad Europea para que financiara la infraestructura, institución que ahora reclama el cumplimiento de lo acordado. No obstante, para el presidente de la Hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales, su derribo no solventará el problema. El colapso de las aguas se produce a consecuencia del "aforador que retiene y limita las aguas" por su cauce natural, no por el puente en sí. Con estos precedentes, Reales incidió en que, por razones de seguridad, es necesario mantener operativa sendas vías.
El alcalde fue más lejos y destacó que en el proyecto primigenio recogía la construcción de dos rotondas y la ampliación a cuatro carriles del puente de la Canaliega. Fue este diseño el que contó con el consenso unánime de la Mesa de la Sostenibilidad, en la que se encontraban integradas todas las administraciones y los agentes sociales. El edil añadió que "parece ser que problemas presupuestarios conllevaron la situación actual. En tal caso, ¿por qué no se produjeron alegaciones al documento por parte de ninguno de los integrantes de la mesa? Según el alcalde, porque "nadie duerme con el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía debajo de la cama" y los cambios pasaron desapercibidos por el interés de la Aadministración en no darle difusión.
A primeras horas de la mañana el alcalde y el presidente de la Matriz concertaban una reunión a la que se encontraban llamados el delegado de la Junta de Andalucía en Huelva, José Fiscal, así como los responsables de las consejerías de Medio Ambiente y Fomento de la Junta. El único responsable de la institución autonómica fue José María López, jefe de Carreteras de la delegación de Huelva, en cuya reunión privada se abordó las diferentes alternativas en caso de que sea estrictamente necesario derruir el puente.
El alcalde reconoció que la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto del 2007 recoge el derribo de la infraestructura hídrica, si bien entiende que existe un subterfugio mediante el cual "es posible revisar la DIA". A su juicio, las obras no se encuentran finalizadas a efectos jurídicos ni técnicos, y ello permite modificar el proyecto tal como se hizo en su día.
Ahora queda la parte más difícil: comunicarle a la Unión Europea que es necesario mantener el status quo mientras se buscan alternativas a la encrucijada en la que ha quedado el municipio. Para paliar los problemas de tráfico, José Fiscal anunció que se habían dado instrucciones a las fuerzas y cuerpos de seguridad para la apertura al tráfico de la vetusta vía durante los fines de semana o durante los cultos religiosos en los que se dispara la afluencia de visitantes y se registran el paso de más de 20.000 vehículos diarios. Con la demolición del puente, esta posibilidad se vería cercenada.
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