La Junta de Andalucía ha informado de la detección de los tres primeros casos de fiebre del Nilo Occidental en lo que va de año en Andalucía, registrados en caballos localizados en los términos municipales de Gibraleón, Tarifa (Cádiz) y Aznalcázar (Sevilla). Según la información de la Consejería consultada por Efe, el primero de los casos fue el detectado en la provincia gaditana, fechado el 1 de julio, y los otros dos se detectaron el pasado 18 de agosto.
Así, según han indicado a Europa Press desde la Delegación Territoral de Agricultura, Ganadería y Pesca, no se trata "de un caso terminal", al tiempo que han informado de que fue diagnosticado el pasado 17 de agosto y notificado el día 18 para su registro. Inicialmente, la Junta señaló que en Gibraleón eran dos los casos aunque la delegación confirma un único contagio.
Igualmente, han subrayado que aunque la yegua convive con más animales "no hay más afectados", toda vez que han querido recordar que no existe transmisión de esta enfermedad ni entre animales ni a humanos, ya que la misma se da por la picadura de un mosquito, con lo cual, "para que afecte a una persona tendría que picarle directamente"
Del mismo modo, han insistido en que estos contagios son "habituales" entre los animales en la provincia de Huelva, ya que desde el año 2010 en el que se comenzó a registrar casos de fiebre del Nilo hasta 2021 se han dado diversos casos, que son tratados por los veterinarios, por lo que insisten en que "no hay motivo para alarma", ya que en la provincia de Huelva no se han dado casos en humanos.
En 2020 se declararon un total de 17 focos con el mismo número de animales afectados y se da la circunstancia de que precisamente el primer foco también surgió en Gibraleón. De este modo, los municipios afectados con algún caso el pasado año fueron: Gibraleón, San Bartolomé de la Torre, Almonte -con cuatro focos-, Moguer -con dos-, Rociana del Condado, Santa Ana la Real, Huelva capital, El Campillo, La Palma del Condado, Villalba del Alcor, Cartaya, Aljaraque y Encinasola.
El virus de la fiebre del Nilo se transmite por la picadura de un insecto, tratándose generalmente de mosquitos del género Culex, que está presente en ellos e infecta a las aves cuando éstos se alimentan.
Las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, actuando normalmente como portadores sanos, jugando un papel muy importante en la diseminación del virus. El mosquito infectado puede transmitir la enfermedad especialmente a caballos, aunque también es posible la transmisión a personas como ya ocurriera el año pasado provocando la muerte de siete personas en las provincias de Sevilla y Cádiz y este 2021, que ya se ha cobrado la vida de una persona en la provincia hispalense.
Los mosquitos no se infectan al picar a los caballos, ni se transmite entre caballos y personas.
Trabajo del servicio de plagas de Diputación
#VirusDelNilo Desde nuestro Servicio de Control de Plagas lanzamos un mensaje de serenidad sobre esta enfermedad en #provinciaHuelva, ya que se encuentra controlada y siendo tratada por las personas expertas 👇 pic.twitter.com/StEskVJT0V
— Diputación de Huelva (@DipuHU) August 24, 2021
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