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José Ramón Moreno García: Íntegro como persona y como arquitecto

  • Como arquitecto municipal de Punta Umbría sufrió los roces de la especulación, se fue a Valverde del Camino y, más tarde, a la Junta

José Ramón Moreno García: Íntegro como persona y como arquitecto

José Ramón Moreno García: Íntegro como persona y como arquitecto / H. I. (Huelva)

Recién terminada mi carrera, uno de mis primeros encargos lo recibí del estudio de dos arquitectos que ya destacaban a pesar de estar también empezando. Se trataba de Jaime Montaner Roselló y José Ramón Moreno García. Tenían su despacho en la entonces llamada calle 18 de Julio, hoy calle Berdigón. Jaime y él ya se conocían de su época de estudiantes, en la que ganaron juntos un premio internacional para jóvenes arquitectos.

José Ramón nació en Santiago de Compostela en 1945, ya que su padre por entonces era capitán de Artillería y estaba allí destinado. Su padre, por cierto, es otro de esos jóvenes que vio truncada su ilusión por estudiar Arquitectura por culpa de la Guerra Civil. No obstante, dejó momentáneamente la carrera militar para llevar en Isla Cristina una gran finca forestal que abastecía de maderas a las minas asturianas. Así, su hijo aprendió sus primeras letras en una pequeña escuela de Pozo del Camino y luego en Huelva empezó el Bachiller en el Colegio Colón de los Hermanos Maristas, en la calle San Andrés, y lo terminó en Sevilla, donde su padre fue destinado al reingresar en el Ejército. José Ramón era el mayor de cinco hermanos y fue la ilusión de su padre al ver que se matriculaba en la recién creada, en 1960, Escuela de Arquitectura de Sevilla.

Al terminar, en el año 1971, regresó de nuevo a Huelva para integrarse en el estudio de Arquitectura donde yo lo conocí. Se hicieron muchos proyectos importantes en esa época y en el año 1980 le ofrecieron ser el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Punta Umbría. Él dice que de aquella experiencia tan ilusionante me recuerda a mí como el gran conocedor del territorio, cosa que sin duda me llena de satisfacción. Además, fue todo un placer poder trabajar en un lugar geográficamente privilegiado que recordaba desde pequeño cuando las casas de madera de los ingleses aún permanecían en pie.

La disciplina urbanística se convirtió en el caballo de batalla, pues por entonces comenzaban las tensiones especulativas, lo que le llevó a tener algunas refriegas con algunos pequeños promotores locales. El alcalde era Cayetano Hernández del Campo, que fue el primero elegido democráticamente y obtuvo mayoría absoluta, aunque de bien poco le sirvió porque aquel grupo ganador al poco tiempo se dividió.

José Ramón y Cayetano chocaron por sus ideas, que eran muy distintas, y pasó lo más lógico, que fue que el arquitecto municipal se aburrió de aquella situación tan incomoda y se marchó. Pero hubo otro ayuntamiento con otras ideas cuyo alcalde era Américo Santos Montes, que lo llamó y pasó a ocupar la plaza de arquitecto municipal en Valverde del Camino, donde hizo una labor de la que se siente muy satisfecho.

Además, José Ramón ejerció durante 8 años como presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva. También ganó el concurso para el proyecto y la construcción del nuevo Centro Cultural y Teatro de Punta Umbría y antes había sacado adelante el teatro de Valverde del Camino y el Espacio Escénico de “Las Cocheras del Puerto”. Hizo grandes obras y también pequeñas, entre las que destaco, aquí en Punta Umbría, el chalet del gran actor José Luis Gómez, muy moderno y distinto. Él dice que aprendió mucho de los maestros de obras locales.

En 1982 Jaime Montaner, que ya era consejero de la Junta de Andalucía, lo llamó para que se hiciera cargo de la dirección general de Arquitectura y Vivienda de la consejería de Política Territorial que por entonces el gestionaba. Y allí estuvo hasta el año 1990, cuando volvió a recuperar su profesión de arquitecto, aunque con gran dificultad, ya que se había llevado muchos años dedicado solo a la gestión. No obstante, supo sobreponerse y recuperar su sitio. Hizo muchos proyectos en La Habana, donde llegó a ser nombrado “Huésped Ilustre de La Habana”, con un magistral discurso del historiador cubano Eusebio Leal. También proyectó el pabellón de Cuba en la Expo de Sevilla del 92, que fue inaugurado por Fidel Castro. Yo colaboré con él haciendo los planos topográficos en el proyecto de restauración de un chalet y la finca colindante que había sido proyectado por el célebre arquitecto Aníbal González en Higuera de la Sierra.

Tendría argumentos de sobra para escribir sobre José Ramón Moreno García mucho más. Pero tengo un espacio limitado para este artículo y no tengo más remedio que terminar. Aunque no quisiera dejar pasar que durante 15 años fue profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla impartiendo la asignatura de “Arquitectura de las Américas”, y creó el “Aula Americana”. Actualmente descansa y vive en un apartado y bello rincón de la sierra onubense llamado Hinojales, desplazándose solo a otros lugares para dar conferencias o asesorar en asuntos urbanísticos como la brillante conferencia, a la vez que incomprendida, que dio recientemente en Huelva sobre el futuro de la zona donde hoy se ubica el polígono químico de la Punta del Sebo.

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