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Las Jornadas del Patrimonio de la Sierra de 2024 serán en Encinasola

Vista de Encinasola.

Vista de Encinasola. / M. G.

Encinasola es una de las localidades serranas que cuenta con un patrimonio más singular y propio. A lo largo de los siglos, ha acumulado manifestaciones que la convierten en un referente en este ámbito, como ya ha demostrado en numerosas ocasiones y como volverá a demostrar en el mes de marzo, ya que acogerá la edición de las Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra correspondiente a 2024.

La iniciativa ha partido de la Asociación Cultural El Pandero, que recibió en el mes de noviembre una comunicación de la Federación de Asociaciones de la Sierra, mediante la cual se abría un plazo para la organización de las jornadas, en lo que serán su trigésimosexta edición.

Se produjo una reunión posterior del presidente de dicha asociación con el alcalde de Encinasola y el Equipo de gobierno donde se planteó la posibilidad de organizarlas en la población. Desde la alcaldía y, muy especialmente, desde la concejalía de Cultura, se aceptó el compromiso, poniéndose manos a la obra de forma inmediata para celebrar el evento entre los días 21 y 24 de marzo.

Reunión para las Jornadas del Patrimonio de la Sierra. Reunión para las Jornadas del Patrimonio de la Sierra.

Reunión para las Jornadas del Patrimonio de la Sierra. / M. G.

El Ayuntamiento tomó las riendas de la iniciativa, convocando diferentes reuniones de trabajo en las que han participado, además de los miembros del Equipo de Gobierno, un grupo de personas que conforman el núcleo organizativo del evento, compuesto por Antonio López García, Tomás López, y personas de la Federación, como Antonio Rodríguez Guillén e Ignacio Garzón. También se han realizado ya diferentes reuniones con asociaciones serranas y con asociaciones, hermandades y otros colectivos de la localidad.

Será la segunda ocasión en que Encinasola organice las Jornadas, recordando la edición de 1996 en que se destacaron entre otros elementos, los del Cine Flores o la vinculación marocha con la localidad malagueña de Álora. En esta ocasión, según fuentes municipales, “se pondrá el valor el patrimonio de la Sierra de Huelva, teniendo como eje vertebrador las características singulares del municipio organizador”.

El programa no está aún definido, pero se iniciará el jueves 21, por la mañana, y estará centrado en aspectos como La Raya y la relación histórica y actual con Portugal, desde el contrabando hasta el agua de Alqueva, pasando por las tierras de Contienda; ponencias de calidad y diversidad; debates, exposiciones, la gastronomía, el senderismo y la comprensión etnográfica de la vida de antes, la arquitectura religiosa y militar, además las características singulares de las construcciones urbanas y rústicas de la zona en la historia; actuaciones, visitas y rutas teatralizadas, exposiciones, bailes tradicionales, el cancionero popular y un largo etcétera, “convertirán de nuevo a Encinasola en la Puerta Norte de Huelva, un pueblo al que el devenir de los tiempos acaba por ayudarle, pues el turismo que visita nuestros parajes, un turismo de calidad y respetuoso con el medio, llega por fin plenamente, a pesar del abismo que siempre fueron sus conexiones con la provincia de Huelva. Con estas jornadas Encinasola se convierte en un lugar preeminente para el conocimiento del patrimonio de nuestra sierra, un patrimonio rico y único, precisamente en su diversidad”.

El peso de la organización y coste de las jornadas corresponde al Ayuntamiento de Encinasola, en coordinación con la Asociación El Pandero y la Federación de Asociaciones de la Sierra de Huelva. Los trabajos están siendo impulsados desde la Alcaldía y la concejalía de Cultura junto a un amplio grupo de colaboradores.

La aportación de la Federación, presidida por Ignacio Garzón, se centra, como cada año, en el asesoramiento acerca de la estructura de las Jornadas, sugerencias sobre posibles ponencias y exposiciones, apoyo en la gestión de ayudas, en la implicación de la población y en la confección de un programa adecuado y su correcta ejecución.

Han decidido designar a Encinasola como pueblo organizador porque en 2023 se cerraron las Jornadas sin nombrar sede para 2024, por la incertidumbre sobre los resultados de las elecciones municipales. Pasado el verano, desde la presidencia de la Federación se abrió una ronda de consultas para comprobar si había municipios interesados en organizar las Jornadas. Se recibieron respuestas positivas desde Encinasola y Aroche, eligiéndose el municipio marocho por haber transcurrido más tiempo desde que las acogió y tener más avanzado el boceto de partida, reservando el evento para Aroche en 2025.

Patrimonio marocho

Situada entre tres regiones europeas, Andalucía, Extremadura y El Bajo Alentejo portugués, Encinasola tiene como característica definitoria su situación de frontera, entendiendo esta como lugar de encuentros de culturas diversas que supone un interés y un atractivo especial para el visitante.

La población cuenta con numerosos lugares que se han convertido en pilares de su identidad patrimonial y también del desarrollo turístico. El castillo fue construido entre el siglo XIII y principios del XIV, su ubicación le permitía dominar el valle del Múrtiga y proteger la zona de las incursiones portuguesas, por lo que tuvo un importante papel durante las guerras luso-castellanas. Aún conserva la torre de Homenaje, y “se encuentra caído por todas partes”, como dice el cancionero marocho, pues la defensa de la frontera en diferentes conflictos bélicos acabó destruyéndolo.

Plaza Mayor de Encinasola. Plaza Mayor de Encinasola.

Plaza Mayor de Encinasola. / M. G.

Dos baluartes defensivos construidos tras la Guerra de la Restauración marcan el paisaje marocho. El fuerte de San Felipe y el Fuerte de San Juan fueron proyectados por Rafael de Médicis para hacer frente de forma inmediata a la defensa de la frontera, tras la destrucción del Castillo. El de San Juan mantiene, además, un baluarte exterior a la Torre en forma de estrella, apuntando cada vértice a un punto cardinal, con murallas muy gruesas y un armazón sólido y compacto.

El patrimonio religioso es importantísimo en Encinasola, con ejemplos como la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, de estilo renacentista, levantado en el siglo XVI, en cuya construcción participaron Diego de Riaño, Martín de Gainza y Hernán Ruiz II. Cuenta además, dentro del casco urbano, con la Iglesia de los Santos Mártires y la Ermita de San Juan, habiendo existido otra, la del Espíritu Santo, convertida primero en escuela y actualmente en Centro Guadalinfo.

Dentro del término municipal se levantan la Ermita de la Virgen de Flores, patrona de Encinasola, y la de la Virgen de Rocamador en las cercanías del municipio. Este última templo es otro de los lugares emblemáticos del territorio. La construcción, la talla y la hermandad centran la vida del municipio durante los meses de agosto y septiembre. Tradicionalmente conocida como la ‘Virgen de los pobres’, la ubicación de su ermita en el Camino Viejo de las Contiendas recuerda otro gran elemento de identidad colectiva marocha. La patrona, la Virgen de Flores, también concita un interés etnográfico indudable, especialmente por la devoción popular hacia la talla y la romería que protagoniza, donde se cantan los famosos fandangos de Encinasola, que forman parte importante del flamenco onubense.

También se conservan los restos y las paredes de una ermita muy antigua, que sirvió de lugar de reunión de los embajadores plenipotenciarios de los reyes castellanos y portugueses, en las discusiones y tratos sobre los problemas fronterizos. Se trata de la Ermita de San Pedro, situada en la Contienda de Encinasola en el entorno de fuentes y huertas antiguas.

Dentro de la cultura popular, cobras importancia vital el folklore marocho, con piezas incunables como la Danza del Pandero, y que ha sido estudiado especialmente por Tomás López con varias publicaciones en las que ha recuperado canciones y coplas de todos los ámbitos y épocas del año, además de rescatar manifestaciones singulares como ‘Las Correderitas’.

La vida de antes conforma una parte muy importante del patrimonio etnográfico de Encinasola relacionado con su medio, con los ríos y con los maravilloso parajes de su entorno natural. Las eras, las buhardas, las casas de campo, las zahúrdas y zahurdones, las chozas, las minas convertidas en socavones de agua para el riego de las huertas, los puentes, como el de los Cabriles, auténtica joya sobre el Múrtigas en pleno camino de la Contienda, o el Puente Viejo del Sillo que comunica con las tierras de Cumbres de San Bartolomé; las fuentes, los pilares y las antiguas norias de sangre, los molinos harineros, los molinos de aceite, como el molino de aceite de sangre llamado ‘del Francés’, y una larga nómina de atractivos patrimoniales serán parte de la oferta de la localidad durante las XXXVI Jornadas del Patrimonio.

En definitiva, Encinasola aparece como el lugar propicio para la continuación e incentivación de las Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra, para poner en valor ese gran potencial que fue y seguirá siendo el legado de nuestros antepasados y el de las actuales generaciones serranas.

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