Gente de aquí y allá

Jenny López Duarte, colombiana en Huelva

  • Hoy le voy a dedicar estas letras a esas personas que han venido desde la otra parte del Océano Atlántico hasta nuestro país en busca de una vida mejor.

La joven Jenny López Duarte.

La joven Jenny López Duarte. / Fernando Barranco Molina

Hoy le voy a dedicar estas letras a esas personas que han venido desde la otra parte del Océano Atlántico hasta nuestro país en busca de una vida mejor. Y llegan a esta tierra bendita de María Santísima y les cuesta mucho encontrar un trabajo ya que en principio la gente desconfía de ellos porque no los conocen de nada ni tienen referencias. Y así hasta que, al cabo del tiempo, a través de un familiar o un conocido, es presentado y obtienen un puesto que no es un buen trabajo, sino que es un trabajo residual que los de aquí no quieren y ellos lo hacen con mucho agrado y felicidad por tener ya algo con lo que ganar un pequeño sueldo para sobrevivir. Y sin embargo mucha gente los trata de forma despectiva llamándoles sudacas, machupichus, panchitos y otros sobrenombres inmerecidos.

He tenido la suerte de conocer estos días a Jenny, una joven colombiana que vino a Huelva atraída por su marido, al que a su vez fue su hermana la que lo animó a “cruzar el charco” asegurándole que aquí se vivía mucho mejor que en su tierra natal, llena de incertidumbres.

Jenny, después de mucho buscar, actualmente cuida de personas mayores y de esa forma la conocí porque pasé unos días necesariamente ingresado en el hospital y mi compañero de habitación era el señor Lorenzo, que durante el día estaba siempre acompañado de sus hijos, con los que hice amistad debido a que se nos alargó la estancia, y por las noches puntualmente asistía una chica sudamericana que era tratada como una más de la familia y yo, sin conocerla, también recibía sus atenciones, su ayuda y sus muestras de cariño. Toda la familia de mi acompañante era una gran familia y muy unida y el padre con el que mantuve largas conversaciones sobre nuestro Recre, era un recreativista desde pequeño, poseedor del carnet de oro del club.

Jenny y yo poco a poco hablábamos y me contaba cosas de la bonita y muy poblada ciudad de Bogotá y de los paseos extraordinarios por las calles de la Candelaria. No es la única persona que he conocido llegada de Iberoamérica. Son muchas a lo largo de mi vida, de mucho tipo y condición, pero casi todas venidas a España en busca de una vida mejor.

Jenny López nació en la capital colombiana el 25 de octubre de 1981. Hija de Jesús Antonio López, que ya falleció hace aproximadamente 13 años; y de Amelia Duarte Rodríguez, que desde hace un año vive con ella en Huelva. También tiene aquí a sus hijos, un varón de 20 años que está estudiando Cocina, que es lo que le gusta y además se le da muy bien; y una niña de solo 11 años que está haciendo los estudios primarios.

Jenny lleva ya en Huelva unos 5 años y es muy feliz porque su marido tiene trabajo como repartidor de comida a domicilio y con el trabajo de ambos pueden llevar una vida que allí no eran capaces de alcanzar. Y aunque no es la situación ideal, pero ya al menos tienen dinero para poder vivir. Y además las dos familias con las que trabaja la tratan muy bien y la tienen como alguien más de la familia. No obstante, me recuerda lo duro que fue cambiar de vida, dejar su casa de siempre, sus enseres y posesiones, su familia, sus amigos, venir rumbo a lo desconocido, cambiar de costumbres, conocer a otra gente, no contar aquí con amigos de su confianza. En definitiva, afrontar de verdad una vida nueva.

Es muy difícil, no solo para ella, sino para todos los inmigrantes, conseguir una vivienda. Como he dicho, en principio nadie se fía, pues no los conocen de nada ni tienen un aval. Y si ya es difícil para los propios nativos, aún lo es más para ellos, y cada día siguen llegando más. En la actualidad son ya algo más de 40.000 los colombianos que viven en España, sin contar los de otras nacionalidades, como los marroquíes, italianos o de países del este europeo.

Por eso quería hoy dedicar mis palabras en este rincón que me brinda cada semana el periódico Huelva Información para dedicarlo a personas que de una manera o de otra están haciendo cosas por nuestra Huelva. Y no cabe duda de que los inmigrantes también forman parte de este colectivo de Huelva, para Huelva y por Huelva. Jenny no quiere protagonismo. Ella, que conoce mi afición por las letras, me pidió que escribiera algo sobre su colectivo, que vean que no están solos, que la gente de aquí también los apreciamos y valoramos.

Y para terminar, me despido de ti como tú lo hacías cada noche en el hospital. ¡Que Dios le bendiga!

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