Investigadores obtienen metano de los residuos de la cáscara de la naranja

Pretenden abrir una vía comercial para conseguir biogás · Evitará que los subproductos resultantes de fabricar piensos animales generen aguas altamente contaminadas

Naranjas en una explotación agrícola onubense.
Naranjas en una explotación agrícola onubense.
S.p. / Huelva

Agricultura, 21 de septiembre 2010 - 05:01

Investigadores del Área de Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba y la empresa Cítricos del Andévalo, de Huelva, han obtenido metano a partir de la manipulación de residuos de cáscara de naranja, resultado con el que pretenden abrir una vía comercial para la obtención de biogás.

Para ello, los investigadores sometieron los residuos a un pretratamiento de extracción de D-limoneno, una sustancia natural que se extrae del aceite de las cáscaras de los cítricos y que da su olor característico a las naranjas y los limones, según ha informado Andalucía Investigación en una nota.

El tratamiento mediante el cual se obtiene metano, proceso conocido como digestión anaerobia, consiste en una transformación microbiológica del residuo en ausencia de oxígeno.

De este modo, se generan diversos gases, entre los cuales el dióxido de carbono y el metano son los más abundantes, dependiendo del material degradado.

La duración del proceso anaerobio varía dependiendo de diversos factores, entre los que destacan la temperatura, el pH del material biodegradado y, fundamentalmente, las características del residuo tratado.

Los investigadores comprobaron en laboratorio el rendimiento en metano a diferentes temperaturas, e introdujeron en el proceso microorganismos denominados mesófilos -con una temperatura óptima de crecimiento entre 20 y 45 grados- y termófilos -los que soportan temperaturas por encima de 45-, para ver el comportamiento de ambos grupos frente a la degradación de la cáscara.

"Los resultados del trabajo mostraron la conveniencia de realizar el proceso en condiciones termófilas para tratar estos residuos ya que la tasa de producción de metano, la velocidad de transformación y la biodegradabilidad fueron más altos que en condiciones mesófilas", subrayan los investigadores.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción mundial de naranja en 2007 se estimó en 63 millones de toneladas, y de ella, un 70% se utiliza para la fabricación de zumos y mermeladas.

Por otra parte, aproximadamente entre el 50 y el 60% del procesado de la fruta se transforma en residuos, formados por cáscara y pulpa.

"Aunque los residuos de cáscara pueden ser reutilizados para una amplia variedad de propósitos, hasta hace relativamente poco no ha habido métodos de eliminación satisfactorios. Por otro lado, los subproductos obtenidos en la fabricación de piensos animales generan aguas residuales altamente contaminadas que se evitan con este nuevo proceso", según la investigadora María de los Ángeles Martín.

Este trabajo ha sido desarrollado por los investigadores María de los Ángeles Martín, José Ángel Siles, Arturo F. Chica y Antonio Martín, y publicado en la revista Bioresource Technology.

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