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Investigador isleño logra que la RAE estudie incluir 'jarampa' en el próximo Diccionario de la lengua española

  • Se trata de un término marinero con el que según Antonio Aguilera Nieves se designaba al pescado sin valor comercial que se repartía la marinería como complemento a su retribución   

El investigador Antonio Aguilera Nieves muestra un ejemplar de su libro "Jarampa" en el puerto de Isla Cristina

El investigador Antonio Aguilera Nieves muestra un ejemplar de su libro "Jarampa" en el puerto de Isla Cristina / Jordi Landero (Isla Cristina)

Es muy extenso, variado y rico, el léxico directamente derivado de la actividad relacionada con el mundo de la mar en aquellos municipios costeros que históricamente han vivido de este medio, pero especialmente de la pesca. En la provincia de Huelva tenemos claros ejemplos de ello en localidades como Isla Cristina, Punta Umbría o Ayamonte, donde con el paso de los siglos la marinería ha ido articulando un lenguaje casi exclusivo, que en nuestros días se ha convertido en una excelente muestra del patrimonio inmaterial relacionado con dicha actividad. 

Uno de los casos más singulares es el del término jarampa, al menos a juicio de Antonio Aguilera Nieves, un vecino de Isla Cristina, además de investigador y experto en patrimonio marinero, que lleva ya más de dos años trabajando para que la Real Academia Española de la Lengua -RAE- acepte la inclusión de dicha voz en el Diccionario de la lengua española.

Y es que recientemente, después de haberlo solicitado insistentemente, Aguilera Nieves ha recibido una escueta respuesta de la RAE en la que la Unidad Interactiva del Diccionario le comunica que "la propuesta o sugerencia que nos envía referente a la voz jarampa será estudiada y valorada para su posible inclusión en la vigésima cuarta edición del Diccionario de la lengua española o en alguna de sus actualizaciones".

El experto isleño ha mostrado una enorme satisfacción ante tan "esperanzadora" respuesta ya que, como ha relatado a Huelva Información, esto es como una especie de "batalla de David contra Goliat en la que un ciudadano, como es mi caso, pretende que un monstruo tan grande, con tanta historia y con tanto peso y prestigio como la RAE, lo escuche después de más de dos años pidiéndolo insistentemente". Al final, añade, los académicos "se han dado cuenta de que no me iba a rendir y, por fin, ha admitido a trámite estudiar la voz jarampa".

Según Aguilera Nieves se trata de un término muy marinero, con muchas acepciones y con numerosas connotaciones entre la marinería de todo el golfo de Cádiz, así como también en la costa mediterránea, y hasta incluso en el Algarve portugués y en Centroamérica.

Con dicho término, según describe este isleño de familia marinera, se designa "el reparto entre la tripulación del pescado que no se vende en lonja, bien por estar deteriorado, bien por no tener valor comercial, y que sirve como una especie de retribución en especie". Con dicha jarampa, o bolsa más o menos voluminosa de pescado, prosigue, "se ha matado históricamente mucha hambre en numerosas familias cuando las retribuciones de la marinería eran muy exiguas". También usaban los marineros la "jarampa" para "pagar deudas generadas por pequeños vicios, dejándola en la taberna antes de que llegase a casa".

Descarga de pescado en la lonja de Isla Cristina Descarga de pescado en la lonja de Isla Cristina

Descarga de pescado en la lonja de Isla Cristina / Jordi Landero (Isla Cristina)

No obstante se trata de un término "vivo", de su reclamación para que se reconozca en el Diccionario, ya que se sigue usando de forma muy coloquial adoptando distintas acepciones. En este sentido, explica, actualmente se usa sobre todo "para designar a aquellas personas que se acercan a un grupo para ver si son capaces de rebañar algo, que es también un término muy marinero". Otra acepción tiene "cierto tono despectivo" ya que designa la acción de "intentar quitarte algo indebidamente a alguien".

Aguilera Nieves también reconoce que, personalmente para él, es un término "muy valioso" porque desde pequeño ha visto la jarampa llegar a su casa de manos de su padre, su abuelo o sus tíos, llamándole mucho la atención "porque eran variedades de pescado y marisco que estaban exquisitos".

Antonio Aguilera Nieves Antonio Aguilera Nieves

Antonio Aguilera Nieves / Jordi Landero (Isla Cristina)

Tanta importancia tiene para el investigador isleño el término, que acaba de publicar un libro que lleva por nombre Jarampa de forma simbólica ya que "su contenido se centra en pequeños relatos e historias marineras".

Sobre el origen del término, concluye, "todo apunta a que procede del árabe por su pronunciación, con una jota aspirada". En cuanto a su etimología, Aguilera Nieves la establece en la unión de dos palabras del árabe clásico: mar y culo, ya que "si hacemos la composición desde una derivada coloquial llegamos de forma muy nítida a componer el término jarampa, cuya traducción literal sería el culo del mar, lo cual encajaría muy bien con la referencia a ese pescado que nadie quiere y sin valor comercial".

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