La Inquisición visita Zalamea
Las Jornadas Musulmano-Cristianas dan a conocer una colección de instrumentos de tortura y escarnion.
'Escarnio, humillación y tortura'. Bajo este inquietante e intrigante titulo se exhibe en Zalamea la Real, con motivo de las V Jornadas Musulmano-Cristianas una exposición sobre máquinas y utensilios de tortura que fueron utilizados durante la Inquisición como métodos de confesión, en la que se puede comprobar a qué extremos de brutalidad puede llegar en ocasiones el ser humano, si se lo propone.
Esta muestra constituye una oportunidad única y un formidable testimonio que permite acercar al visitante, desde un primer plano, a los instrumentos empleados como métodos de confesión y escarnio en una época, no demasiado remota. "La hemos concebido como un alegato pedagógico contra la brutalidad del poder que se produjo entonces, y sigue produciéndose en estos mismos momentos, en cualquier lugar del planeta; iniciativa que nos hace conocedor de la historia y nos invita a no tener que repetirla nunca más", explica Manuel Domínguez, presidente de Cistus Jara, institución organizadora de estas jornadas.
El período real del contenido de esta muestra se alarga alrededor de unos 500 años; "espacio donde se impuso el terror institucional y eclesiástico, pero sobre todo, ideológico; aunque lo económico no fuese, entre todos estos intereses, de poca importancia", apuntan Domínguez.
Todos los objetos que se presentan en las instalaciones de la casa Cilla, pertenecen a una colección particular. "Su propietario, lejos de ser una persona morbosa o de sospechosos gustos es, como cualquiera de nosotros, un ciudadano interesado por los avatares de nuestro pasado. A través de los años, ha ido reuniendo este elenco de objetos sin igual que, aunque repugnen, seguirán siendo, paradójicamente, testimonios mudos de un tiempo y unos hechos que corresponden a nuestra historia".
Historia que debe ser conservada y mostrada, ahora, con la intención de ilustrar las cotas de terror y crueldad a las que fue capaz de llegar, entonces, el ser humano. "A través de todos estos instrumentos homenajeáremos en el tiempo a todas las víctimas que sucumbieron bajo la siniestra mano de todos los verdugos que fueron entonces, pero que aún quedan en este mundo", comenta
La temática de la muestra se divide en tres apartados: comienza con los instrumentos que sirvieron para la humillación pública y con los que se castigaban infracciones menores y se exponía a las víctimas al escarnio de la multitud, que los ofendía física y verbalmente.
Se continúa con los aparatos utilizados para torturar e infligir un largo tormento que no necesariamente debía culminar con la muerte de la persona, aunque a veces eso ocurría por la severa infección de las heridas ocasionadas como consecuencia de la tortura, caso de las jaulas colgantes, el potro español o la máscara de la Santísima Trinidad.
Por último, se muestran las máquinas de pena capital cuya función era la eliminación de la víctima después de un doloroso tormento, como el garrote vil o la guillotina.
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