El delegado territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Antonio Augustín, acompañado por la asesora de programas del Instituto Andaluz de la Juventud, IAJ, en Huelva, Marina Gómez, se desplazaron hasta el municipio de Almonte donde fueron recibidos por el presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío, Santiago Padilla, con el objeto de felicitar y conocer más de cerca al joven Manuel Alfonso Rodríguez Mazo, Premio Andalucía Joven 2021 al Compromiso Social.

El joven de 27 años, ha sido galardonado recientemente con una de las distinciones que otorga anualmente el IAJ y a la que pueden concurrir todas aquellas personas menores de 35 años, así como colectivos, entidades o instituciones, tanto públicas como privadas, que con su labor hayan destacado o contribuido de forma positiva en el resto de la juventud andaluza. Conocido popularmente por Alfonso Mazo, fue propuesto a estos premios por parte de la Hermandad Matriz de Almonte, dada su implicación con esta corporación religiosa desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

De este modo, el IAJ reconoce a un joven que propuso brindar de forma desinteresada su trabajo y colaboración al tener conocimiento de las necesidades económicas que atravesaba la hermandad para hacer frente a las acciones sociales de caridad ante la demanda de muchos vecinos con distintas dificultades. Esta circunstancia se suma a un momento de parálisis y cierre de buena parte de la actividad empresarial local y comarcal, para lo que puso sus ideas y propuestas al servicio de los demás desfavorecidos, conectando con los ciudadanos a través de la línea de responsabilidad social corporativa que mantiene la Matriz con personas que pasan por situaciones complicadas, de cualquier índole.

Antonio Augustín, que quiso expresar su enhorabuena y felicitación personal al premiado, tuvo ocasión de resaltar su compromiso con los demás “por su aportación personal y profesional, ante el conocimiento y sensibilidad por querer contribuir a mejorar la situación financiera por la que atravesaba la Hermandad Matriz de Almonte y específicamente, su bolsa de caridad, un motivo que lo llevó a trabajar sin lucro para obtener donativos e importantes patrocinios comerciales que han permitido a la hermandad hacer frente a sus obras asistenciales y sociales. Este reconocimiento pretende ser una respuesta a los problemas y necesidades por los que atraviesa la juventud de Andalucía y aquí hay un caso palpable.”

Por su parte, Marina Gómez subrayó “el ilusionante empeño y tesón del premiado, que cuenta con el respaldo de la hermandad almonteña, ya que su trabajo se dirige a mejorar las circunstancias de muchos vecinos, en muchos aspectos, evitando situaciones de exclusión y la facilitación de recursos personales, económicos y sociales a través de la Hermandad”.

“El galardonado, –argumentó Gómez- es ejemplo de voluntariado activo, enfocado en los valores que ensalza el compromiso social de la hermandad rociera, la cercanía con quienes más lo necesitan y la promoción de los valores juveniles basados en el principio universal de la solidaridad.”

Compromiso Social, “Un premio dedicado a mi madre”

Alfonso Mazo es un joven con discapacidad que ha tenido que superar en muchas ocasiones la barrera que continúa existiendo acerca de la desconfianza de la propia sociedad hacia los jóvenes profesionales con discapacidad por la errónea creencia de continuar pensando que discapacidad no conlleva ingenio, creatividad y talento. Él mismo dice que este premio es “un pequeño granito de arena a la confianza de todos los jóvenes andaluces que sienten ese "miedo" a impulsar una idea por la sensación de miedo y rechazo que conozco en primerísima persona que te genera una alteración estética, mutilar o de movilidad corporal.”

En el transcurso de la visita a la sede de la Hermandad Matriz, el premiado tuvo la ocasión de contar en primera persona la razón inicial y otros motivos que le impulsaron a tomar esta iniciativa por la que “ofrecía su mapa de stakeholders al Rocío y crear una serie de acciones dirigidas a conectar a través de la Responsabilidad Social Corporativa de la hermandad con empresas de todo el territorio nacional”, según comentó el joven premiado:

“Esto nació gracias al confinamiento, como director creativo me quedé en paro en la entrada del estado de alarma e investigando sobre el fenómeno sociológico del Rocío, escuchando unas declaraciones de Santiago Padilla, descubrí a un buen hombre que con la mirada pedía ayuda. Tras darle vueltas llamé a la hermandad y Pedro Miguel Aceitón, miembro de la Junta Superior, fue el primero en escuchar mi predisposición a intentar aportar ideas y ayudarles, y ahí comenzó todo.”

“En casa, teníamos a mamá muy enferma y necesitaba interiormente como un huracán interno ayudar a los demás. Pese a haberme quedado en paro, tener una situación médica familiar durísima y un horizonte nada claro. Llevé con absoluta discreción la enfermedad de mamá. Lo hacía por ella, por una promesa a la Virgen del Rocío para que la ayudara”, contó con emoción el premiado.

“Ha sido una experiencia de absoluto aprendizaje y valor. Comencé a levantar teléfonos y casi todos los compañeros y contactos a los que marqué se involucraron de una forma u otra. Aquellos días en los que poco se podía hacer en el hospital, quise hacer algo por los demás, poniendo a la Virgen del Rocío en medio de este deseo: poner en contacto a la Matriz con marcas patrocinadoras, desde compañías del Ibex-35 a mercantiles y marcas de primer nivel de este país y grandes grupos empresariales impulsando acciones de colaboración, patrocinio y mecenazgo con nuestra obra asistencial implicándose de forma decisiva en su consecución.”

El resultado de estas acciones es que se han suscrito acuerdos comerciales destinados a obras sociales y otro importante acuerdo de colaboración digital e institucional con entidades empresariales que pone las bases para la creación del nuevo Museo Digital del Rocío. Un pionero proyecto digital que aglutinará todos los elementos artísticos, museísticos, históricos, antropológicos-sociologicos y lúdicos que engloban a la fiesta del Rocío, además de poner en valor la riqueza, biodiversidad e impacto del espacio natural de Doñana en el clima europeo.

En el encuentro con el delegado territorial del Empleo y la asesora del IAJ en Huelva, el joven quiso dar públicamente “las gracias a Almonte por permitirme ayudar con un pequeñísimo granito de arena. Ha sido personal y económicamente mi año más duro, pero donde más rico y feliz me he sentido jamás. Sueño con poder comenzar mis estudios de Sociología y Relaciones Públicas cuando vuelva la estabilidad laboral como nuevo reto en mi discapacidad.”