Huelva pierde en diez años más de 10.000 hectáreas de encinar por la seca
dehesa mediterránea
La provincia cuenta con 233.184 hectáreas de formaciones adehesadas y con 4.607 explotaciones ganaderas
La mayoría de la superficie se sitúa en terrenos de titularidad privada
Huelva ha perdido en diez años más de 10.000 hectáreas de encinas en las dehesas a causa de la seca del quercus. Son datos que ofrece Asaja apoyados en estudios realizados por la Junta tras la presentación del el Plan Director de las Dehesas de Andalucía, un documento que tendrá una vigencia de 20 años y será revisado cada cinco. La asociación agraria asegura que prácticamente toda la dehesa onubense está afectada por el llamado también hongo asesino y que entre 2005-2016 se cortaron más de 457.576 pies de encinas y alcornoques.
Un indicio de la situación actual es que las agrupaciones de tratamiento integrado contra la enfermedad trabajan activamente en la prevención y estudio de los procesos de decaimiento de la arboleda (seca) en un total de 17.792 hectáreas de dehesa de la provincia onubense. En la Sierra, en 5.603 hectáreas, Andévalo Sur (7.156) y Dehesa Sur (5.033) para combatir la plaga.
El plan director cuenta con un presupuesto inicial de 86 millones de euros del Programa de Desarrollo Rural, pero no detalla la cantidad destinada a la seca del quercus. Tampoco lo que destina a cada provincia.
Entre las medidas previstas destacan las destinadas a la renovación del arbolado, con una previsión presupuestaria de más de 27 millones de euros, y del suelo (casi 19 millones), así como las dirigidas a la mejora de las producciones ligadas a la dehesa (7,5) y de las industrias de transformación de sus productos (5,8).
El plan beneficiará a más de 14.000 explotaciones de casi cien municipios. La mayoría de ellas son de ganadería extensiva, con más de dos millones de cabezas de ovino, 400.000 de bovino, medio millón de caprino y más de 400.000 de porcino ibérico.
También se consignan 4,3 millones de euros para la diversificación de aprovechamientos y actividades económicas; 3,7 para planificación integral; 3,6 para la conservación de la biodiversidad, y 2,4 para la mejora de servicios básicos, infraestructuras y equipamientos.
Por provincias, la distribución de las formaciones adehesadas destaca en Córdoba, Huelva y Sevilla, seguidas por Jaén, mientra que ocupa una extensión inferior en Cádiz, Granada, Málaga y Almería. Huelva cuenta con 233.184 hectáreas de dehesas, lo que representa el 20,19% del total de Andalucía, y es la segunda provincia de la comunidad tras Córdoba con 361.674 hectáreas, que suponen el 31,31%.
La mayoría de las superficies de formaciones adehesadas se sitúa en terrenos de titularidad privada (91,2%), frente a un 8,4% de terreno de titularidad pública. Así, del total de hectáreas (1.154.975), 43.909 son dehesas en montes de la Junta de Andalucía, 53.357 en montes de ayuntamientos y 1.053.185 son de propiedad particular.
Huelva es también la segunda provincia en cuanto a explotaciones de dehesa productivas ganaderas y contabiliza un total de 4.607, o lo que es lo mismo, el 24,64% de las que hay en la comunidad. De nuevo, en este caso la primera es Córdoba con 7.774 explotaciones (el 41,58%).
En lo que respecta los tipos de formaciones adehesadas y superficie, las más abundantes son las formadas por arbolado de quercus (encina y alcornoque) y pasto, que representan más de la mitad (63,76%).
Las dehesas de quercus con pasto y matorral también tienen gran importancia en superficie (27,88%) y comparten, al igual que el grupo anterior, el predominio de formaciones con cobertura media de arbolado (16,73%). Las formaciones adehesadas cuya especie principal no pertenece al género quercus ocupan el 4,26% en el caso de estar acompañadas de herbáceas, y el 4,1% las que están matorralizadas.
Según la especie arbórea principal, dentro de las formaciones adehesadas de quercus son dominantes las que tienen como especie principal la encina (67,3%), seguidas de las formaciones con alcornoque. En este sentido, destaca que las formaciones de quercíneas con herbáceas presentan el 96,41% de su superficie con una pendiente menor del 15%.
El Plan de Gestión Integral alude al estado fitosanitario en el que se encuentra el arbolado que conforma las formaciones adehesadas andaluzas y señala que no es bueno, ya que está muy condicionado por la avanzada edad de los árboles, por los efectos negativos de aprovechamientos realizados de forma inapropiada y por la extensión de enfermedades concretas como la podredumbre radical y otros procesos de decaimiento no específicos.
El diagnóstico es compartido: es necesario revertir esta situación de decadencia del arbolado para lo cual es imprescindible continuar y reforzar las actuaciones de investigación y transferencia y redoblar esfuerzos en la comunicación de todo el conocimiento consolidado disponible.
Asaja considera "rídiculo" el presupuesto
Asaja no ha recibido por el momento comunicación oficial alguna ni se le ha remitido el documento aprobado por la Junta de Andalucía en el último Consejo de Gobierno. Así lo ha indicado, José Luis Marín, secretario general de Asaja-Huelva, que ha asegurado que hemos tenido acceso al mismo a través de la página web de la Consejería y "nos encontramos realizando un análisis pormenorizado del plan, para poder valorarlo con criterio suficiente y observar además si las alegaciones que se presentaron en su día, y que Asaja considera trascendentales para que el Plan Director sea una herramienta útil y efectiva, han sido o no tenidas en cuenta". "En cualquier caso -añadió-, y después de un primer análisis muy somero, debemos señalar que el presupuesto destinado a este plan nos parece a todas luces insuficiente, casi ridículo si tenemos en cuenta que la Junta estaría dedicando la ínfima cantidad de 70 euros por hectárea de dehesa en Andalucía (alrededor de 1.200.000 hectáreas) en un plazo de cinco ejercicios (de 2017 a 2021)". Asaja critica la lamentable situación en la que se encuentran las dehesas y clama por una inversión real y efectiva que dé como resultado avances constatables en la lucha contra la seca, en la progresiva y alarmante deforestación que sufre este ecosistema y en sus consecuencias socioeconómicas, y considera que la Administración andaluza "no se está tomando realmente en serio la amenaza que supone a todos los niveles el nefasto estado en el que se encuentran las dehesas y que por tanto no está realizando la apuesta y el esfuerzo presupuestario que merece". "Desde Asaja, no nos cansaremos de repetir que para que la dehesa, con toda su importancia medioambiental, sociolaboral, cultural y económica, tenga futuro, tiene que tener rentabilidad, y para ello es necesario dotarla de herramientas técnicas y económicas que la potencien como el sistema productivo que es, de modo no sólo que se evite su abandono, sino que además se impulse su aprovechamiento y como consecuencia, su conservación en óptimas condiciones", señaló Marín.
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