El próximo día 23 será efectiva una orden de embargo contra el Hotel Martín Alonso Pinzón por impago a una extrabajadora. N.M., la demandante, se personará ese día con su abogado en las dependencias hoteleras para llevarse bienes y materiales hasta completar el valor de la deuda que tiene con ella la empresa.
Según informó N.M. a este diario, un juzgado de Moguer ha decretado el embargo del hotel después de la denuncia que presentó hace unos años por el impago de las nóminas y por despido improcedente.
El conflicto que mantiene con la empresa se remonta a 2014 cuando los empleados dejaron de cobrar las nóminas o comenzaron a sufrir continuos retrasos en el abono, como relata la denunciante. Los proveedores también se vieron afectados por la falta de cobro.
Los trabajadores dejaron de cobrar a pesar de que el hotel disponía de ingresos ya que estuvo completo durante toda la temporada estival y tuvo bastante ocupación en otoño, lo que motivó que no hubiera personal suficiente para realizar todos los servicios, por lo que fue necesario que los empleados realizaron horas extras.
Otras irregularidades
La situación se prolongó durante varios meses, como criticó el sindicato UGT, que denunció no solo el impago de las nóminas sino además otras irregularidades con los empleados, relativas a las subrogación de los contratos.
El sindicato presentó varias denuncias en la inspección de trabajo por estos motivos y acusó a la empresa de emplear ciertos métodos de difícil justificación para intentar que los empleados abandonasen sus puestos de trabajo.
UGT esgrimió que ni laboralmente ni jurídicamente la compañía funcionaba bien y que lo único que pretendía es que el Fogasa se hiciera cargo de ellos y alertó entonces de la situación irregular en caso de accidente, por lo que demandó a la inspección de trabajo que interviniera lo antes posible. El colectivo de trabajadores ya había mantenido una huelga de hambre por sus condiciones laborales.
Ante estas circunstancias y con el paso de los meses, buena parte de los empleados decidieron presentar reclamar las cantidades adeudadas. Finalmente, a la hora de resolver el conflicto, la mayoría de ellos optaron acogerse al Fogasa y recibieron solo una parte del dinero que la empresa les debía y no la totalidad.
N.M. rechazó esta opción, como ella misma relata, y decidió presentar la reclamación a través del juzgado, que le ha dado la razón, por lo que piensa resarcirse de la deuda que asciende a más de 5.000 euros.
El embargo afecta a los bienes y materiales del hotel. La demandante no sabe aún qué se llevarán (ordenadores, colchones...) pero serán cosas que le puedan servir o vender con facilidad para recuperar el dinero perdido.
El hotel sigue abierto y a pleno funcionamiento a pesar de que también estuvo inmerso en problemas administrativos. Así en 2015 la Junta canceló del Registro de Turismo de Andalucía al establecimiento por irregularidades administrativas y abrió un expediente sancionador.
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