Historia de la Virgen del Carmen

Hacia las 18.30 horas de ayer, Punta Umbría entraba en la historia de la devoción mariana por un longevo ritual que se realiza anualmente en las aguas del Odiel. La hermandad de Nuestra Señora del Carmen comenzaba a esa hora el paseo de la Virgen del Carmen, conmemorando el primer centenario de la procesión de la Patrona por la ría.

La imagen de Nuestra Señora del Carmen partió desde la capilla de Lourdes rumbo al Muelle de Las Canoas, por la cuesta de los Dolores y atravesó una vez más la calle Lepanto para adentrarse en la Plaza Pérez Pastor, donde como cada agosto miles de devotos, turistas y curiosos atienden a su paseo.

Una vez la imagen embarcó, el Riera Fernández, el buque de la flota local que se encarga del paseo de la Virgen, puso rumbo a la gola para cruzar el primer tramo del trayecto que le llevaría hasta el espigón de la localidad. Decenas de buques de pesca engalanados con banderolas y gallardetes de colores, además de numerosos barcos de recreo acompañaron a la Patrona de los Marineros rompiendo el silencio de la ría con sus bocinas.

Con la expedición en el espigón, el buque de cabeza viró el rumbo hacía el interior de la ría. Fue el tramo más largo del trayecto que llevó la Virgen a la zona de El Eucaliptal. Miles de personas se aglutinaron como cada edición de la procesión en la orilla de la ría de uno a otro extremo de la misma. Los balcones sirvieron de palco para los espectadores de una bella estampa marinera repetida año tras año, desde que el párroco onubense Alejandro Cano llevase al mar una pequeña imagen de la virgen marinera a principios del siglo XX en la Onuba y comenzase con esto una tradición con la que se identifican miles de personas en la localidad costera de Punta Umbría.

El tercer tramo de la navegación devolvió a la Virgen del Carmen a tierra en el muelle de la Cofradía.

En el Muelle tuvo lugar la Misa de Campaña en honor a los marineros desaparecidos en el mar, a cargo del párroco local Juan Antonio Diez. Tras la misa se entregaron los premios de los concursos de la cucaña y de los buques mejor engalanados que convoca el Ayuntamiento y se sorteó la vara de hermano mayor de 2009.

El ultimo tramo de la procesión se realizó por el corazón de la localidad. La Virgen tomó la calle Ancha hasta Andalucía y de allí hasta la avenida de la Marina, para que la Patrona concluyese su paseo en la ermita de la Santa Cruz de la Plaza Joaquín Guisado Vides.

Los miembros de la congregación carmelita con su presidente, Manuel Ferrera Garrido y el hermano mayor del Centenario, Juan Carrillo al frente, comandaron la expedición a la que se sumaron las autoridades locales, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores y una representación de las hermandades de Gloria y Pasión locales. Un grupo de señoras ataviadas con mantilla acompañó por primera vez a la comitiva de la Virgen.

Fue una procesión diferente, la del Centenario. Lo más destacado del paseo fue el conjunto de estrenos de la hermandad. A bordo del Riera Fernández el paso lució un conjunto de caídas marrón carmelita compuesto por cuatro piezas. El paño delantero tiene bordado el escudo de la localidad, así como el trasero el de la Cofradía de Pescadores ‘Santo Cristo del Mar’. En los costados, las caídas están adornadas con los bordados dorados del escudo de la Hermandad del Carmen.

La bandera de la hermandad también es novedosa y presenta bordado su escudo en ambas caras. El color sigue siendo el marrón carmelita en un “raso especial” como explicaba el presidente de la hermandad. Los costaleros de la hermandad centenaria también estrenaron uniforme. Se trata de un traje conmemorativo, compuesto de pantalón marrón carmelita con el bordado del Centenario 1908-2008 y camiseta blanca con el bordado de la Virgen en el pecho y el escudo de la hermandad en uno de sus brazos.