Provincia

La Hermandad del Rocío de Ayamonte realiza su peregrinación de fe en Las Angustias

  • Para evitar contagios, los rocieros se reencuentran con su Simpecado en la parroquia

Un instante de la misa de ayer, con el Simpecado de Ayamonte al fondo.

Un instante de la misa de ayer, con el Simpecado de Ayamonte al fondo. / S.P. (Ayamonte)

Como cada primer domingo del mes de octubre, la Hermandad del Rocío de Ayamonte celebró ayer su peregrinar ante la Blanca Paloma. En esta ocasión la tenía que hacer en Almonte, pero debido a la pandemia que padecemos desde hace meses la Junta de Gobierno de la filial ayamontina, con la aceptación de la Hermandad Matriz, decidió suspender la peregrinación por temor a los contagios y realizarla en el municipio fronterizo.

A las 12:30 de ayer, y a los acordes de un pequeño ayamontino tamborilero, el templo de las Angustias se fue llenando con los fieles, que fueron ocupando los espacios disponibles en los bancos, con las distancias reglamentarias, y que llenaron la parroquia.

Comenzaba la santa misa con el traslado desde la capilla del Corazón de Jesús, al fondo de la iglesia, del Simpecado. Lo portaba el mayordomo, Francisco García, al que acompañaban la alcaldesa, Natalia Santos; el presidente de la entidad rociera, José Manuel Rodríguez; y de los hermanos mayores, Yolanda y Miguel Vázquez Díaz, junto con el director espiritual de la Hermandad y párroco del Templo, Manuel Pérez Núñez.

Fue la sanjuanera Gema Martín la encargada de cantar en la Eucaristía y de interpretar la Salve del Centenario Marismeño, con una voz que llenó de emoción a todos los asistentes a la misa. Una vez terminada, y después de dar los vivas la hermana mayor, en procesión se trasladó el Simpecado hasta su camarín, un recorrido en el que los vítores volvieron a prodigarse entre los rocieros ayamontinos.

Fueron ellos los que en todo momento tuvieron presente a la Virgen de las Angustias, Patrona de la ciudad, así como a la Virgen del Rocío, Patrona de Almonte y Madre de todos los rocieros, pidiéndoles a ambas advocaciones de la Virgen María que se termine de una vez esta pandemia que está minando la salud de los ciudadanos de todo el mundo.

También rezaron para que el próximo año pueda estar disponible la vacuna que permita a los científicos y los sanitario controlar la propagación del coronavirus, que ha asestado un golpe mortal a miles de seres humanos en el planeta y de arruinar la economía mundial. En este sentido, el párroco Manuel Pérez dijo a los asistentes que es necesario que la humanidad se dé cuenta de que "el dinero, las grandezas y la soberbia no pueden con el ser más pequeño", el virus de la Covid-19.

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