Agricultura

El Grupo J. García Carrión invierte 5 millones en 500 hectáreas de cítricos para sus zumos

  • La producción de las primeras naranjas se esperan para dentro de tres o cuatro años

Palafito con las tres bombas de 300 kilovatios de potencia cada una para la extracción del agua desde el embalse del Andévalo.

Palafito con las tres bombas de 300 kilovatios de potencia cada una para la extracción del agua desde el embalse del Andévalo. / Jordi Landero

Antonio Moreno, director de Cítricos del Andévalo en Huelva, propiedad del grupo de J. García Carrión, que incluye la fábrica de zumos de Villanueva de los Castillejos y el apartado agronómico, calificó la jornada como “muy importante y feliz” porque “se hace realidad” un proyecto de transformación agrícola de 500 hectáreas para el cultivo de naranjas para zumo impulsado por el grupo.

Para Moreno, Paymogo es un “enclave magnífico” para el desarrollo de la citricultura orientada a la producción de zumo, al tiempo que resaltó que éste es un proyecto que “se empieza a materializar después de varios años de trabajo y acuerdos" con Pagos de Sierra, el Ayuntamiento de Paymogo y la Comunidad de Regantes Andévalo Fronterizo (CRAF).

El director de Cítricos del Andévalo precisó que actualmente se están transformando las primeras cien del total de 500 hectáreas que incluye este proyecto, donde la plantación de naranjos se va a iniciar el próximo 22 de septiembre. Igualmente indicó que está previsto que las 500 hectáreas completas estén transformadas y plantadas en la primavera de 2022, para iniciar la producción de las primeras naranjas en un plazo de entre tres y cuatro años.

Antonio Moreno también hizo hincapié en el compromiso que la empresa ha adquirido tanto con el Ayuntamiento de Paymogo como con Pagos de Sierra para que “toda la empleabilidad se realice con personas de la localidad”.

J. García Carrión invertirá en este proyecto hasta 2022 un total de 5 millones de euros, “gran parte de los cuales se van a quedar en empresas locales de transformación de terrenos, tractoreo, plantación o riego, entre otros trabajos”, a lo que “habría que sumar las labores posteriores encaminadas al manejo de la finca”, detalló Moreno.

Sobre los futuros empleos que podría generar, toma como referencia la pasada campaña de recolección, en la que se generaron más de 300 empleos en la finca de 1.500 hectáreas de Castillejos.

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