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Gentes de aquí y allá: José Rivero Martínez, un empresario ejemplar

  • Por Fernando Barranco Molina, académico de número de la Academia Iberoamericana de La Rábida. Profesor Honorario de la Universidad de Huelva

José Rivero Martínez, un empresario ejemplar

José Rivero Martínez, un empresario ejemplar / M. G. (Huelva)

Pepe Rivero nació “detrás de un mostrador”. Eso lo dice él mismo y “a mucha honra”. Sus padres regentaban un comercio muy cerca del mercado de abastos de Huelva y, por tanto, estaba claro que nació marcado por lo que iba a ser su profesión.Debo comenzar diciendo que Pepe Rivero es para mí mucho más que un amigo. Es como si fuese mi hermano. Y digo esto por el cariño que mi padre le tenía. Le daba tanta alegría cada vez que lo veía por la calle que le daba un abrazo fuerte y le llamaba Pepito, como si de un hijo más se tratara. Con el tiempo pude comprobar que ese cariño era mutuo y, por tanto, se me transmitió a mí. 

Pepe nació y se crio en pleno corazón de la ciudad, nada más y nada menos que en la comercial calle Duque de la Victoria. Su madre le dio a luz dentro del comercio que regentaban junto al mercado del Carmen en el año 1947. Cuando Juan Rivero, su padre, llegó a su casa, se encontró a la matrona con el niño en los brazos.

El padre de Pepe era natural de Salvatierra de los Barros, ese pueblo extremeño que tiene el castillo mejor conservado de la provincia de Badajoz y que es famoso internacionalmente por su magnífica alfarería. Él vino a Huelva para vender búcaros, o botijos, y se estableció, como he indicado, en la parte más comercial de nuestra vieja Onuba. Curiosamente el día que llegó se quedó asombrado con la gran cantidad de gente que estaba en la calle. Y es que ese día había un acontecimiento en Huelva fuera de lo común, era el entierro de Manolito El Litri y asistió todo el mundo.

La madre de Pepe, Ana Martínez Alcaide, era de Santa Fe, ese pueblo cargado de historia y célebre por las capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos y por Cristóbal Colón, motivo por el que a esta localidad se la conoce como Cuna de la Hispanidad. Bueno, pues ella vino a Huelva, que precisamente se le llama Cuna de América por haberse fraguado en La Rábida la mayor gesta de la humanidad, y en el popular barrio de Las Colonias montó su familia una tienda de comestibles. Y aquí se conocieron Ana y Juan, se casaron y tuvieron a nuestro protagonista de hoy, el amigo Pepe Rivero Martínez, que como no podía ser de otra forma, nació ya dentro del mundo comercial, aunque sus padres lo enviaron a estudiar al Colegio de los Hermanos Maristas para hacer el Bachillerato.

Sus padres montaron poco a poco varios negocios como el Bazar España, el Bazar extremeño, Muebles Onuba o el Bazar Moderno, que fue el único comercio que durante todo el año vendía juguetes en Huelva. Además, paralelamente, en la calle Cardenal Albornoz, montaron Casa Rivero, donde se dedicaron a suministros a hostelerías, siendo este el primer lugar de Huelva donde se empezó a vender la famosa marca Duralex que tanto éxito ha tenido durante tantos años. Igualmente vendió otro producto de mucho éxito por su calidad, la loza de la cartuja de Sevilla. Los negocios de Juan Rivero Nogales en nuestra ciudad fueron de tal magnitud que llegó a tener 26 empleados.

Los tiempos cambiaron y Pepe se inició en otro tipo de comercio, aunque para nada desconocido para él. Así, junto a otros empresarios andaluces, fundó hace casi 30 años la firma comercial Juguetoon, que también surte a Huelva, Lepe y Ayamonte durante todo el año.

Él, al igual que su padre, ama todo lo que sea de Huelva y por eso ha sido siempre socio del Recreativo, Decano del fútbol español, del que además fue directivo entre los años 1974 y 1976 con José Luis Martín Berrocal de presidente. De este último me cuenta muchas anécdotas. Sin duda fue un mandatario muy especial que revolucionó el mundo del fútbol en Huelva. Creó el Trofeo Colombino que trajo a Huelva los mejores equipos del mundo, tales como el Racing de Paris, el Sao Paulo de Brasil, el Manchester City, el Real Madrid, el Barcelona y más de un centenar de equipos y, como no, nuestro Recreativo de Huelva, el club más antiguo de España, Pepe es un gran recreativista porque lo lleva en la sangre.

Juan Rivero fue por primera vez a la romería del Rocío y quedó tan prendado de semejante devoción que ya nunca faltó. Incluso llevó a su hijo Pepe con tan solo 4 años y desde entonces este tampoco falta a ninguno. Hace más de 30 años que tiene casa en la aldea, donde él y sus amigos invitan a sus conocidos y no conocidos a tomar exquisiteces, ya que su amabilidad es digna de mención como todo buen rociero. Y si no, pregúntenle a su amigo Frederick, un alemán que andaba por la aldea despistado mirando todo lo que sucedía a su alrededor y cuando Pepe Rivero se percató le chapurreó y se lo llevó a su casa invitado y le presentó a todos sus amigos. Desde entonces Pepe es tan amigo de él que ya nunca falta a la cita, al igual que sus visitas a Alemania también son frecuentes. Así es Pepe, para que se hagan una idea. Pero también hay que destacar que todo esto es posible gracias a su esposa Juana Luisa Bando, que es una persona buena y encantadora que se adapta a todo con mucho agrado y generosidad.

Para terminar esta pequeña semblanza sobre mi amigo Pepe, quiero decir que ha sido directivo de la Hermandad de la Virgen del Rocío de Huelva y también hermano y directivo de la Hermandad del Nazareno, El Señor de Huelva. Y como no, también es hermano de la hermandad de la patrona de Huelva, nuestra Virgen de la Cinta. Y además, por estar casado con una beasina, naturalmente también pertenece a la Hermandad de la Virgen de los Clarines, patrona de Beas.

Encabezaba esta breve referencia a Pepe llamándole empresario, para tenerlo de ejemplo y termino diciendo que además es un gran amigo de sus amigos y muy generoso, en definitiva, una gran persona y un espejo donde mirarse.

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