Provincia

Gente de aquí y de allá: Bartolomé Aragón Gómez, últimas horas con Unamuno

  • Por Fernando Barranco Molina, académico de número de la Academia Iberoamericana de La Rábida. Profesor Honorario de la Universidad de Huelva

Miguel de Unamuno entre falangistas.

Miguel de Unamuno entre falangistas. / H. I.

Desde la ventana de mi despacho veía todos los días un coche que tocaba la bocina insistentemente para que le abrieran las puertas de madera del garaje de su chalet, situado en una parcela grande que ocupaba un enorme espacio que llegaba desde el Paseo de la Ría de Punta Umbría hasta la calle Ancha. El conductor impaciente era don Bartolomé, según decían los viejos del lugar.

Pues bien, tuve un día que ir a medir la gran parcela que ocupaba y entonces hablé con él, aunque fueron escasas palabras, ya que no era un hombre de mucho hablar. Creo que solo cruzamos un saludo cordial de buenos días, hice mi trabajo, que él observó detenidamente. Yo no sabía nada de él, simplemente que era un veraneante más, aunque creo recordar que pasaba en nuestra localidad más tiempo que el propio verano.

En Punta Umbría se le concedían parcelas a gente destacada, y por tanto yo intuía la importancia que encerraba nuestro personaje de hoy. El primer alcalde del pueblo desde la independencia, Antonio Gil Hernández, más conocido como El Chinguito, me contaba que era interesante conceder terrenos a gente relevante de España porque así Punta Umbría tendría veraneantes importantes, ilustres y conocidos a nivel nacional. Algunos de ellos fueron el gobernador civil de Huelva, algunos generales del ejército, ministros; entre los que recuerdo a López Bravo, que murió en un accidente aéreo, directores generales, o incluso algunos familiares de gente importante como fue un primo del general Franco, el general Bahamonde.

Aunque este no era el caso de Bartolomé Aragón, pues la parcela no se le concedió a él, sino que fue concedida mucho antes, porque existe un plano de un deslinde marítimo-terrestre que yo he manejado mucho, realizado por la Junta de Obras del Puerto en febrero de 1935, en el que figuran todos los nombres de los propietarios afectados por el deslinde. Y al ver la situación de su parcela, ya en esa época figuraba como adjudicataria la viuda de don Arcadio Aragón, es decir, su madre.

Bartolomé Aragón nació en Huelva en el año 1909. Era hijo de un comerciante muy conocido, Arcadio Aragón, que le quiso dar una educación muy especial porque su hijo no quería dedicarse al comercio y entonces lo envió a estudiar a Salamanca. Allí se licenció en Derecho y pasó a ser posteriormente profesor auxiliar. Y fue allí, en la capital charra, donde conoció a Miguel de Unamuno. No obstante, Bartolomé seguía pasando sus vacaciones en Punta Umbría, algo que no perdonaba porque era un gran enamorado de este lugar tan maravilloso.

Con Miguel de Unamuno hizo mucha amistad y ambos pasaban mucho tiempo juntos. Sus propios compañeros de la Universidad le preguntaban cómo él había conseguido esa relación tan intensa siendo el último que había llegado y además era el más joven, a lo que Bartolomé les respondió que ellos le seguían la corriente y sin embargo él le discutía y le daba sus propias opiniones, algunas de ellas contrarias a la del rector. Sabido era que Unamuno era muy contradictorio con sus ideales y a veces toleraba cosas y otras no. Por ejemplo, a Bartolomé le pidió un día que no volviera a verlo a su casa con la camisa azul de la falange.

Yo siempre fui un admirador del catedrático Unamuno y leí muchos libros de él y llegué a conocer el pensamiento unamuniano. Entre sus libros destaco Niebla, Por tierras de Portugal y España, La tía Tula, Paz en la guerra y otros. Posteriormente se empezaron a hacer películas sobre don Miguel y las vi todas. Concretamente recuerdo la titulada La isla del viento, que se refiere a la isla del archipiélago canario donde fue desterrado después de aquel célebre “Venceréis, pero no convenceréis”. Fui a su estreno en Madrid, ya que mi buen amigo y compañero José Miguel Bel hizo el papel del cardenal y arzobispo Plá y Deniel y me invitó.

Por cierto, que la figura de Unamuno en esta película la interpretó el onubense José Luis Gómez, gran actor. Ahora sale a relucir en la última película-documental, que no he visto aún, titulada Palabras para un fin del mundo, dirigida por Manuel Menchón e interpretada por José Sacristán, que las últimas horas que pasó Unamuno la tarde en que murió fue junto a Bartolomé Aragón, lo que levantó muchas especulaciones cuestionando la versión oficial del fallecimiento.

Antes que falangista Bartolomé Aragón fue requeté de la mano del almirante don Pedro Pérez de Guzmán, que también fue otro enamorado de Punta Umbría y que formó el Tercio de Requetés Virgen del Rocío, al que también perteneció nuestro protagonista.

A la familia Aragón también le fue concedida en Punta Umbría otra gran parcela en la calle que hoy se llama Paseo del Mar, donde construyeron unos apartamentos denominados El corzo que alquilaban y vendían, cosa que ya sabía hacer Bartolomé porque en su gran parcela de la calle Ancha construyó unos pequeños apartamentos y unos locales comerciales donde se instalaron tiendas de ropas y peluquerías de pequeño tamaño que administraba una señora del pueblo. Hoy su parcela de la calle Ancha es un edificio de apartamentos y me queda en la retina aquel recuerdo de la gran parcela con un algarrobo gigante.

He querido recordar con este artículo a un personaje histórico del que los puntaumbrieños solo recordamos su nombre y pocos conocían su historia, que ahora sale a relucir en libros y películas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios