García Carrión valoriza sus residuos para su uso en biocombustibles
También servirán para piensos animales y cosméticos


La empresa Cítricos del Andévalo de Villanueva de los Castillejos, filial del grupo García Carrión (dueño de Don Simón) ha puesto en funcionamiento una planta de valorización de residuos para la transformación de la cáscara y pulpa de las naranjas que se destinan a zumos en biocombustible, pienso para animales y aceites esenciales extraídos de las naranjas para usos cosméticos.
Hasta hace unas semanas, dichos residuos eran transportados hasta vertederos autorizados o eran destinados al consumo animal. Sin embargo, su elevado coste hizo que la empresa buscase una alternativa. Más en concreto, el pasado año 2007 la gestión de residuos por parte de García Carrión supuso un coste de 8,5 euros por tonelada.
Por ello, se ha puesto en marcha la citada planta de revalorización de restos, ubicada junto a la fábrica de zumos, y cuya construcción ha precisado la inversión de 10 millones de euros.
Las estimaciones apuntan a que dicha planta, que da empleo a 10 personas, podría tratar al año 70 millones de kilos de cáscaras. En función de la demanda del mercado, así se inclinará la empresa por la fabricación de uno de los tres productos previstos con los residuos de las naranjas.
La citada fábrica de zumos ha levantado muchas expectativas en la zona dadas las dimensiones de la misma, debido al volumen de producción y a la creación de puestos de trabajo que lleva implícito. Responsables políticos y directivos de la compañía aseguran que la fábrica está suponiendo un revulsivo para la comarca del Andévalo, al tratarse de un proyecto que integra la agricultura con la industria, desarrolla la transformación y potencia la comercialización.
Así, afirman que el Proyecto Agroalimentario Integral Naranjas Andaluzas no sólo es una planta desde el punto de vista industrial y no sólo introduce un valor añadido en la fabricación sino que por la subcontratación a largo plazo con los agricultores va a poner en valor una gran parte de la agricultura de la zona.
Antonio Herranz, directivo del grupo, explica que el proyecto incide directamente sobre las cuatro áreas de la cadena productiva: producción agrícola, transformación, comercialización y servicios logísticos externos.
La planta, tiene una capacidad de transformación en una primera fase de 330 millones de kilos de naranja y alcanzará la producción de 150 millones de litros de zumo en un plazo de cuatro o cinco años. La fábrica cuenta además con dos bodegas de almacenamiento, cada una de ellas con seis tanques, con cuatro millones de litros de capacidad en cada bodega.
La inversión inicial, para su primera fase, fue de 70 millones de euros, a los que hay que añadir otros 50 millones para la transformación y puesta en cultivo de hasta 3.000 hectáreas de cítricos que va a adquirir y poner en explotación la propia empresa García Carrión.
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