La cada vez mayor presión que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado españolas están ejerciendo en materia de lucha contra el narcotráfico en las costas onubenses, especialmente en Isla Cristina y Ayamonte, está llevando a las redes internacionales dedicadas al transporte de hachís entre Marruecos y la península Ibérica a expandirse al Algarve portugués, donde es cada vez más frecuente la interceptación de alijos de dicha sustancia estupefaciente por parte de las autoridades lusas.

El último ejemplo de ello se ha producido en los últimos días, concretamente el pasado domingo, 6 de febrero, cuando efectivos de la Unidad de Control de Costas de la Guardia Nacional Republicana (GNR) lograron interceptar una embarcación con 700 kilos de hachís a bordo en el entorno del puerto pesquero de la ciudad algarvía de Olhão.

Según fuentes de la propia GNR, los hechos se produjeron cuando, en el marco de su encomienda de vigilancia, control y patrullaje de la costa y el mar territorial luso, el Sistema Integrado de Vigilancia, Comando y Control (SIVICC) de dicho cuerpo policial detectó una embarcación que navegaba "con alguna dificultad" y con un "comportamiento sospechoso" por las inmediaciones de dicha zona portuaria.

Ante las sospechas por tales hechos, fueron movilizados inmediatamente efectivos de la GNR, que se trasladaron hasta al lugar, logrando interceptar dicha embarcación, comprobando que en su interior eran transportados una veintena de fardos de hachís, con un peso aproximado de 700 kilos, dispuestos para su descarga en la costa.

Por el momento no ha trascendido si se han producido detenciones en relación con estos hechos, que acabaron con la aprehensión tanto de la embarcación como de la sustancia estupefaciente.

Dadas las cada vez mayores dimensiones que el problema del narcotráfico está adquiriendo en todo el Golfo de Cádiz, incluidas las costas del Algarve portugués, es también cada vez más estrecha la colaboración entre los cuerpos y fuerzas de seguridad de ambos países en materia de lucha contra dicha actividad ilícita, ya que las redes internacionales no entienden de fronteras.