ferias tradicionales de septiembre La producción vinícola de Huelva está vinculada con la comarca del Condado

La Fiesta de la Vendimina hace de La Palma un referente en enoturismo

  • El acto del Nacimiento del Vino renueva un año más la identidad vinícola del municipio una peculiar conmeración · El público aclama la intervención del capataz de honor Manuel de la Cruz Infante

La Palma dio muestra de la profunda vinculación que hay entre las vides que pueblan sus campos y sus tradiciones más arraigadas en la 52 Fiesta de la Vendimia del Condado, que tuvo lugar en la tarde-noche de ayer en la plaza de España palmerina.

Todas las ediciones de la Fiesta de la Vendimia son especiales, pero la de este año, si cabe, lo es aún más ya que está dedicada al enoturismo, una actividad económica en auge que apuesta por la unión entre los potenciales que ofrece la tierra: sus bodegas, el rico patrimonio del municipio -declarado Conjunto Histórico- y la industria turística.

Los caldos de La Palma fueron de esta forma los verdaderos protagonistas de una fiesta a la que acudieron relevantes personalidades del ámbito político, judicial, social, universitario y cultural, así como de las Fuerzas de Seguridad, y que contó con destacados momentos. Uno de ellos el de la Coronación de la Reina de las Fiestas, Alicia Pérez Cáceres, que no dudó en proclamar su "orgullo por representar a La Palma en una de las ferias más antiguas de España y ser coronada en el acto que marca la identidad de mi pueblo, el Nacimiento del Vino".

El alcalde de La Palma, Juan Carlos Lagares, pronunció unas palabras con mensaje y cargadas de contenido sin olvidar hacer referencia a la dureza de los tiempos. Sin embargo, dijo que no hay que "dejarse llevar por el desánimo". Es más, se mostró optimista al manifestar que La Palma "no conoce la palabra fracaso porque solo hay una manera de hacer las cosas: hacerlas bien" y reivindicó para La Palma la capitalidad del Condado al asegurar que "siempre ha tenido, por historia y derecho propios, estatura comarcal y provincial así como una digna cabecera de servicios administrativos y comerciales que os aseguro va a seguir acentuada".

Juan Carlos Lagares también hizo una ardiente defensa de "lo nuestro". "Siempre hay que apostar por lo nuestro", dijo, "sin que nadie crea estar en posesión de las esencias de la ciudad; no podemos, y mucho menos en la época que vivimos, ver la vida con inmovilismo o apatía, sino todo lo contrario, hay que tratar de vivir cada día la oportunidad de algo nuevo, una oportunidad para tener curiosidad, disfrutar, para enmendar errores o reunir nuevas fuerzas, de estar en la búsqueda de días mejores".

Como prueba de sus palabras puso la reciente Noche Blanca de la Cultura y el Vino, que aseguró "alcanzó un alto sentido con la participación masiva de la población, reconocimiento y valoración; fue una experiencia que nos llama a la ilusión y que sirve para convencernos realmente de que este pueblo es un lugar estupendo que podemos mejorar día a día".

Y si alguien merecía ser capataz de Honor de la Fiesta de la Vendimia es el hombre al que se ha nombrado este año, Manuel de la Cruz Infante, presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Condado. Con una larga trayectoria vitivinícola a sus espaldas, Manuel Infante es un profundo conocedor de la tierra y persona muy vinculada a La Palma.

En su intervención Infante afirmó que es "un palmerino más", además se definió como "un agradecido hijo del vino de esta tierra", de unos caldos "radiantes y ambarinos cuya milenaria cultura ha sellado con tan acusada personalidad a estas tierras que le son propias, y a los hombres y mujeres que a ellas se entregaron, que define la manera de ser de un pueblo y de sus gentes".

Su discurso fue aclamado por el público que se concentró en la plaza de España de la localidad y que le obsequió con un largo y sonoro aplauso.

Como mantenedor intervino, muy agradecido por el gesto del Ayuntamiento palmerino, el destacado periodista deportivo Roberto Gómez, un profesional de los medios de comunicación de dilatada carrera nacido en la localidad cacereña de Trujillo. Actualmente desempeña su labor en medios nacionales.

El espectáculo fue profundamente palmerino, con vendimiadores y poetas, con escenas que se pueden identificar en el día a día de la población. Contó con la escenografía del consolidado Manuel Martínez Ligero. Y el vestuario de la corte de honor salió del taller del sastre-modisto de La Palma, Juan Francisco Barneto Alanís.

La sorpresa de la noche fue la actuación puesta en escena por el jinete José Antonio Olea y la bailaora Beatriz Cabrera, que danzaron sobre las tablas y que despertó sumo interés y gran admiración entre las cientos de personas que se dieron cita en la plaza de España. El reconocido y premiado cantaor Pedro Garrido 'El Niño de la Fragua' derrochó arte durante todo el acto. De hecho, arrancó del público sonoras ovaciones en reiteradas ocasiones.

Durante el acto se hizo especial mención a las bodegas, "que con sus vinos, brandies y vinagres llevan adelantado el nombre de La Palma hasta los lugares más recónditos". Y citaron a Bodegas Teba, Bodegas Castellano, la Bodega Cooperativa del Campo Nuestra Señora de Guía, Bodegas Infante, Bodegas Millán, Bodegas Rubio 1893 y Vinagres Camero Millán.

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