Provincia

Expulsado por sugerirle a un concejal que se rebaje el sueldo

  • Un joven, obligado a dejar las clases de tenis por invitar a un edil a bajarse su nómina en lugar de subir las cuotas

A sus 35 años, Antonio Aroca, vecino de Lepe y alumno de la escuela municipal de tenis del Ayuntamiento de Cartaya desde hace tres años, nunca se imaginó las consecuencias que la pregunta que hizo el pasado día 10 de abril al concejal de Actividades Deportivas del Ayuntamiento de Cartaya, el popular Manuel Barroso, iban a tener para la continuidad de sus entrenamientos en las instalaciones deportivas de la localidad. Según relató a este periódico, una vez acabadas sus clases ese día y tras enterarse de que el Consistorio ha subido las cuotas de dicha escuela un 50%, se dirigió al concejal, que estaba jugando un partido de pádel en una pista contigua, para "sin ningún ánimo de ofensa", sugerirle que "por qué antes de subir las cuotas no había meditado que quizás hubiese sido mejor bajarse su sueldo como concejal un 50%". Según relató el alumno, el edil "me contestó en tono malhumorado que quién era yo para preguntarle eso y que lo estaba ofendiendo" a lo que añadió que "si no estaba de acuerdo con las cuotas, dejase de pagarlas y de asistir a clase". Ante eso, Aroca le comentó que nunca había dejado de pagarlas, ni iba a hacerlo, y que seguiría asistiendo a clase como lo viene haciendo habitualmente ya que "el hecho de estar en desacuerdo con la subida y con que la medida no haya sido comunicada por el Ayuntamiento a los usuarios, no significaba que tuviera que dejar de pagar ni asistir a clase".

El concejal "seguía muy ofendido" por lo que Arcoa decidió pedirle sus "más sinceras disculpas", a la vez que le sugirió que "si tanto le había molestado mi pregunta, que por el bien de su salud no debería dedicarse a la política". Al parecer este comentario encrespó aún más al edil cartayero aunque "por no echar más leña al fuego decidió abandonar las instalaciones".

Pero cuál fue su sorpresa cuando a la mañana siguiente recibió una llamada del Patronato Municipal de Deportes por la que un funcionario "puso en mi conocimiento que tenía vetadas las clases de tenis, que dejara de pagar las cuotas, que me pasara por las oficinas a firmar una solicitud". Aroca le contestó que nunca había dejado de pagar sus cuotas, a pesar de la subida inesperada, que en ningún momento había solicitado la baja, y que no entendía por qué se le vetaba el acceso a clase, por lo que decidió seguir asistiendo. Así se lo comunicó al funcionario, que alegó "cumplir órdenes" .

Varias horas después, prosigue el joven lepero, contactó con él su profesor de tenis para informarle de que "se había liado una muy grande y que me tenían prohibida la entrada a clase". Ante su asombro e incredulidad, decidió enviar esa misma tarde un mensaje privado a través de una red social al concejal de Deportes, volviéndole a pedir disculpas "y reiterándome en que si tanto le había molestado mi pregunta, no debería seguir dedicándose a la política".

El lunes, según prosiguió Aroca, al acudir a clase, su profesor le comunicó que debía personarse en las oficinas del Patronato de Deportes y, "cuál fue mi sorpresa cuando vi que tenían preparada una solicitud de baja para que la firmase, a lo cual me negué por no haberla solicitado". Una vez de nuevo en las pistas de tenis se acercó el concejal de Deportes, acompañado en esta ocasión por el teniente de alcalde Gabriel Maestre (PP), que "con el ánimo bastante alterado me dijo que por mi comportamiento no era apto para estas instalaciones, las cuales tenía que abandonar". Ante el estupor del joven, y el de todos sus compañeros de clase, se negó, tras lo cual Maestre le advirtió que "no montase ningún espectáculo, que le hiciese caso, o tendría que avisar a la Policía Local".

Desde esa tarde dos han sido las veces que este joven ha sido desalojado de las pistas de tenis por parte de la Policía Local, cuyos agentes lo han identificado y tomaron sus datos personales, a pesar de que, asegura, "les reiteré que en ningún momento fue mi intención ofender al concejal de Deportes, y que le vuelvo a pedir disculpas cuantas veces haga falta ya que pienso que todo ha sido un malentendido". La primera ocasión en que fue expulsado, y tras hablar el agente de policía con los concejales, estos le comentaron, "siempre en tono cordial", que "como policía recibía órdenes del Ayuntamiento y éstas eran que abandonase automáticamente las pistas y que si no lo hacía me tendría que denunciar por desacato a la autoridad", explicó.

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