Estampas únicas de Montemayor
Moguer
Debido a la lluvia, las hermandades se desplazaron con sus estandartes a la explanada de la ermita, donde esperaron a la Virgen tras su tradicional y emotiva visita a los mayordomos.
El domingo de romería en Moguer, marcado por las inclemencias meteorológicas, dejó estampas singulares. El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ofició a las 12:00 la función principal, que tuvo que celebrarse en el interior de la ermita en lugar de detrás de la explanada, dejando para todos los asistentes una imagen que no se veía desde los años 90.
Ya por la tarde, a las 17:30, tras saludar el cardenal a los costaleros y rezar la Salve ante ellos, en el interior de la ermita los simpecados escoltaron la salida de la Patrona de Moguer junto a los arcos de la nave central.
La salida de la Virgen de Montemayor se realizó en principio con normalidad, dirigiéndose a los cuatro los mayordomos como todos los años, viviéndose un momento muy emotivo. Antonio y Manuel Batista, Carmen Cruz y Eloísa Mora recibieron a la Virgen junto a sus familiares muy emocionados, en la única visita realizada por la Señora.
A continuación, llevada por sus costaleros, la Virgen de Montemayor volvió a la explanada de la ermita para saludar a las ocho hermandades filiales de Sevilla, Huelva, Punta Umbría, Madrid, Arahal, Villamanrique de la Condesa, Asociación Pro-Hermandad de Lucena del Puerto y Asociación Pro-Hermandad de Campofrío-La Dehesa de Riotinto.
De este modo, la Virgen no visitó las casetas de las hermandades, sino que las recibió en la explanada debido a la lluvia. A continuación, algunas hermandades se vieron obligadas a refugiarse en la ermita.
Otra de las estampas singulares de la jornada romera fue la entrada de la Virgen, de cara a la ermita y no en dirección a Moguer, puesto que estaban los simpecados dentro.
Este año, además, es muy significativo porque la Virgen de Montemayor celebrará el 15 de junio el 25 aniversario de la coronación y volverá a salir para recibir el cariño de sus devotos. Los moguereños piensan ya en el 5 de junio, cuando volverán a encontrarse con su Patrona.
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