Los ciudadanos de España y Portugal podrán cruzar los pasos fronterizos que en la provincia de Huelva conectan ambos países.

Así lo indicaron ayer a Huelva Información fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva en base al criterio del Ministerio del Interior en esta materia, que literalmente establece que “los cierres perimetrales de territorios de Comunidades Autónomas limítrofes con otros Estados no suponen el cierre de fronteras con estos últimos, por lo que está permitido el cruce de fronteras por los nacionales de ambos Estados, o el tránsito por parte de quienes lo hagan para llegar a otros destinos”, a lo que añadieron que el “cierre de fronteras es una potestad del Ministerio del Interior, sin que pueda corresponder esa decisión a una autoridad autonómica”.

En este mismo sentido, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, señaló ayer que la última prórroga de la orden que reintrodujo los controles en la frontera con Portugal decayó en la medianoche, del 30 al 1, a lo que ha añadió que, “tras mantener los contactos pertinentes con las autoridades portuguesas, y de común acuerdo con ellas, no se va a volver a prorrogar”, así que a partir de hoy “ya no habrá controles”. El Consejo de Ministros del Gobierno portugués decidió el jueves por la tarde abrir sus fronteras terrestres con España, tras permanecer el país tres meses cerrado por esta vía, concretamente desde el 31 de enero, una medida que se produce el día antes del fin del estado de emergencia en Portugal.

De esta forma, la Asamblea de la República portuguesa aprobó el pasado 14 de abril la sexta y última prórroga del cierre de la frontera terrestre con España, prolongando así los controles hasta las 23:59 horas de ayer.

Los pasos fronterizos entre ambos países permanecieron por tanto cerrados de forma ininterrumpida desde el pasado día 31 de enero, coincidiendo con algunos de los momentos más duros de la pandemia, tanto en Portugal como en España.

La fecha decidida por el Gobierno luso para esta nueva apertura de la frontera terrestre con España –la segunda durante la presente pandemia después de la tregua del pasado verano- ha coincidido con el fin de estado de emergencia –o calamidad- en el país vecino.

A finales de abril se cumplieron, por tanto, tres meses consecutivos con las fronteras cerradas entre ambos países de forma ininterrumpida, quedándose muy cerca del periodo de 120 días que estuvo en vigor esta misma medida el pasado año, entre los meses de abril y julio, coincidiendo con las primeras fases de la pandemia.

La reactivación de los controles el pasado 31 de enero se acordó inicialmente para un periodo de 10 días –hasta el 10 de febrero–, aunque siempre condicionado a la evolución de la situación epidemiológica en ambos países, lo que finalmente obligó a prorrogar la medida hasta el 1 de marzo, después hasta el 16 de dicho mes, a continuación hasta Semana Santa, después hasta el 6 de abril, posteriormente hasta el 17 de este mismo mes y finalmente hasta ayer día 30.

En el caso de la provincia onubense los pasos y horarios autorizados hasta ayer –solo para situaciones esenciales– fueron los que conectan Rosal de la Frontera con Vila Verde de Ficalho y Ayamonte con Castro Marím, que permanecieron abiertos las 24 horas del día, todos los días. Por otra parte el paso fronterizo entre Encinasola y Barrancos sólo estuvo abierto de lunes a viernes de 8:00 a 10:00 y de 19:00 a 21:00 –uso español–, mientras que el resto de pasos: Paymogo y El Granado, y los fluviales de Ayamonte y Sanlúcar de Guadiana, estuvieron totalmente clausurados.