Ence suma una planta de energía con biomasa en Huelva a la de Pontevedra

El Grupo Ence ratificó ayer que acometerá la construcción de una planta de generación de energía con biomasa de baja emisión, de 40 megavatios, en su complejo de Huelva, un proyecto que "no es incompatible" con la inversión en una planta similar en Pontevedra, que fue anunciada esta semana por la compañía.

Ence ha querido despejar las dudas surgidas en Huelva tras el anuncio de la planta gallega, lo que implicaba la preferencia de la compañía por el emplazamiento gallego en vez del onubense.

La compañía había anunciado su intención de instalar una planta de biomasa en España al ganar la subasta de energía renovable del Ministerio de Industria en enero. La empresa barajó tres ubicaciones: Pontevedra, Huelva y Villaturiel (León) y finalmente se inclinó por la primera, como anunció el consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares, y reflejaron los medios de comunicación gallegos.

Ence asegura en un comunicado que "la ejecución en Pontevedra no excluye la inversión en la planta anunciada de Huelva", que contará con la más avanzada tecnología en materia medioambiental y supondrá un fuerte impulso a la actividad económica y la creación de empleo, fundamentalmente rural, en la provincia onubense.

Sin embargo, la compañía no da plazos a la construcción de la nueva planta onubense ni fija la inversión a realizar, aunque al parecer existen negociaciones en altas instancias para que el proyecto prometido sea finalmente una realidad.

La empresa afirma que Huelva es "fundamental para el desarrollo de su estrategia de crecimiento en el negocio de generación de energía renovable con biomasa" y que la inversión en la nueva planta onubense se enmarca en los compromisos anunciados por Ence cuando tuvo que acometer la reestructuración de su complejo de celulosa. La nueva central contribuirá de forma importante a la reducción de la emisión de carbono, dado que para la generación de energía emplea biomasa.

Según Ence, sus plantas de Huelva, de 50 MW, y Mérida, de 20 MW, son actualmente referencia en Europa por su novedosa tecnología, que permite bajar las emisiones de carbono en más 400 veces si se compara con las plantas térmicas convencionales de última tecnología y 1.000 veces respecto a las plantas de carbón.