El Colegio Miguel de Cervantes de Gibraleón restablecerá mañana el comedor que da servicio a más de 150 alumnos y que quedó interrumpido el pasado miércoles, como consecuencia de una baja por enfermedad de la persona que atiende este servicio.Desde la Delegación Territorial de Educación se informó que mientras que la trabajadora no pueda reincorporarse, la comida será suministrada a través de un catering. Esta solución se intentó ponerse en marcha hoy mismo aunque no fue posible. Con el recurso al catering, el Miguel de Cervantes regresa a la normalidad.

La delegada territorial de Educación, Estela Villalba, indicó que el comedor contaba hasta el curso anterior, con dos trabajadoras. Una de ellas se jubiló mientras que la otra es la que ha cogido la baja por enfermedad. Villalba lamentó que los procesos de sustitución sean tan lentos en la Administración educativa:“La sustitución del personal de administración y servicios no es un procedimiento ágil y desde la delegación estamos trabajando para solucionar lo antes posible, tanto el tema de la baja como la cobertura de la plaza de la trabajadora jubilada”.

La delegada insistió en que “el comedor está asistido por personal laboral. Cuando han de afrontarse procesos de sustitución hay que pasar por tres consejerías distintas con una tramitación que requiere hasta once pasos. De todos modos, estamos siendo lo más ágiles que podemos dadas las circunstancias de una tramitación de estas características”.El problema no obstante, lo sacó a la luz el sindicato Comisiones Obreras el mismo miércoles. Desde CCOO, se denunció lo que considera falta de previsión y tardanza en la cobertura de una baja de personal laboral.

Lo que desde Comisiones se calificó como de situación de colapso en el comedor, “ya la veníamos denunciando desde el pasado curso, cuando en noviembre de 2018 pasaron por una situación parecida”. La secretaria general del sindicato provincial de Enseñanza de CCOO, Marina Vega declaró que “la vacante dicen que está en estudio, pero esta situación era conocida por la Delegación Territorial que sabe que tenía que cubrirla. Venimos reclamando históricamente mayor celeridad en la cobertura de las bajas y vacantes y un proceso menos engorroso y más ágil. Este tipo de escenario, no solo provoca una falta de servicio al alumnado y a las familias del centro educativo, sino una sobrecarga de trabajo para la otra persona que trabaja en el comedor que se ve desbordada”.