pesca

Doñana deja de ser un caladero restringido al marisqueo de la coquina

  • Más mariscadores con licencia podrán acceder a esta zona de cría y producción del bivalvo por orden de la Junta de Andalucía

Quedan algunos flecos pero será una realidad, un hito histórico: el caladero de la coquina de Doñana se abrirá a todos los mariscadores de a pie y en él van a poder faenar aquellos que no podían hacerlo, ya que la zona está reservada para unos pocos. Finalmente se va cumplir una de las demandas, quizá la más importante, que vienen realizando desde hace años los coquineros de las asociaciones de Nueva Umbría e Isla Canela. El privilegio de unos pocos se ha terminado.

El presidente de la Asociación de Nueva Umbría, Emilio Jaldón, así lo ha comunicado a este periódico tras el resultado obtenido de una reunión que el sector ha mantenido con el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual Hernández.

Quedan muchos puntos por determinar y requisitos por establecer, pero la delegación trabaja ya en la elaboración de un nuevo borrador que estará listo para final de año, de manera que en 2019 los coquineros puedan mariscar allí, según Jaldón. Fijar el número de licencias en la zona de producción de Doñana es uno de los flecos.

Hasta ahora solo tenían acceso los coquineros de Almonte, Hinojos, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Villamanrique, Pilas y Carrión (Sevilla), lo que ha sido considerado como un agravio comparativo por el resto, al tratarse de una de las mejores, sino la mejor, zona de marisqueo porque concentra gran parte de la cría y engorde de la coquina.

La normativa permite a los coquineros del Espacio Natural mariscar en todo el litoral onubense, mientras que el resto pueden hacerlo en todas las zonas menos en la del Parque.

La demanda de poder mariscar en "El Coto" viene de lejos y así lo han planteado en repetidas ocasiones a la Delegación Territorial. Más, teniendo en cuenta que cuando está cerrada la zona o escasean los bilvalvos, los coquineros de Doñana se desplazan a otros puntos del litoral, principalmente a Matalascañas, que tienen al lado, provocando una acumulación de mariscadores que incide negativamente en el caladero.

El sector ha acogido con satisfacción el anuncio, que pone fin a años de discordia y controversia, ya que supone una gran alivio para los coquineros que han tenido que hacer frente a numerosas dificultades. Jaldón ha agradecido al delegado y su departamento el trabajo realizado para hacer realidad la reivindicación.

Además se va a ampliar el número de licencias. Hasta el momento, la Junta de Andalucía ha concedido alrededor de 250 permisos, a los que hay que sumar los 170 concedidos para faenar en la zona del Parque Nacional.

Sin embargo, en los últimos meses, y después de tres años de continuos problemas para poder mariscar, muchos de ellos han decidido abandonar la actividad y dejar de pagar el sello de la Seguridad Social por carecer de solvencia económica. Así, en la actualidad, apenas sí quedan efectivas 80 licencias, más las de Doñana.

El cierre intermitente de las zonas de producción por toxina DSP, las paradas biológicas, el furtivismo, la discriminación respecto a los de Doñana, la permisibilidad de la Administración hacia los bañistas, el marisqueo ilegal de embarcaciones, la escasez de recursos por el caladero esquilmado y la poca rentabilidad de las capturas han motivado la renuncia de buena parte de los coquineros de seguir mariscando.

Los obstáculos y contratiempos han sido tales que en los últimos cuatro meses sólo han podido mariscar apenas quince días, debido en buena parte al cierre de los caladeros por DSP.

Los meses de veda sin cobrar han hecho mella en la economía familiar de los coquineros que faenan en las seis zonas desde Isla Canela a Matalascañas. La situación económica del colectivo de coquineros es complicada, porque tienen que hacer frente a muchos pagos sin haber podido salir a faenar prácticamente durante los últimos meses, ya que tras los dos meses de veda, en mayo y junio, cuando han vuelto a la costa, sólo se les ha permitido capturar bivalvos muy pocos días al cerrarse la mayoría de las zonas.

La situación ha sido tal que en algún momento los mariscadores han desafiado en varias ocasiones a la Administración y han faenado incluso durante la parada biológica, y tras dejar de abonar el importante de la licencia, para llamar la atención sobre la situación que padecen. La posibilidad de faenar en Doñana les supone un gran alivio y, además, la posibilidad de mantener este método artesanal.

La actividad de los coquineros está regulada. La ley sólo contempla la captura profesional de la coquina, por lo que su recogida sin licencia está tipificada como una infracción de carácter grave.

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