Detenidos dos hombres sospechosos por la muerte de Juan Miguel Ligero

Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a dos hombres sospechosos de estar relacionados con la muerte de Juan Miguel Ligero de 59 años y natural de Rociana del Condado, que en la noche del jueves perdía la vida como consecuencia de un ataque con arma blanca que le alcanzó el corazón. Sendos detenidos fueron puestos a disposición judicial, y será el juez quien determine en las próximas horas si son imputados como presuntos autores materiales o encubridores de la muerte .

El secreto de sumario ha impedido conocer los pormenores de las pesquisas y revelar si a raíz de las detenciones se han abierto otras líneas de investigación para esclarecer el móvil del posible homicidio. Las primeras hipótesis apuntaban directamente al robo.

Como reveló la autopsia, la muerte de Juan Miguel Ligero llegó a consecuencia de una herida mortal con un arma blanca, cuya hoja quedó incrustada en el corazón de Juan. Ello certifica que el traumatismo craneoencefálico en la cabeza se produjo a posteriori y una vez el cuerpo yacía ya sin vida. Se desconoce por el momento si este golpe se produjo de manera fortuita al tirar el cuerpo a la cuneta o, en su defecto, existió ensañamiento, lo que podría agravar los cargos que se le imputen al autor material de los hechos.

Ligero fue hallado el jueves a mediodía por su primogénito en el desarrollo de unas batidas de búsquedas a raíz de su desaparición. El cuerpo sin vida se encontraba en una cuneta del paraje del Pinalillo en el término municipal de Rociana, a la altura del curso del arrollo Colmenar y a escasos metros de la carretera comarcal A-484; mientras, su vehículo, un Opel Combo de color gris, fue hallado en el polígono industrial de Bonares.

Ajeno a las pesquisas policiales y tras la multitudinaria concentración en repulsa y condena por el supuesto homicidio, Rociana quiso brindar al difunto un último adiós y acompañar a una familia rota por este trágico suceso. A la misa de sepelio acudieron los simpecados de las cruces y de la Hermandad de la Virgen del Rocío, mientras que la de su madero, la Santísima Cruz de Arriba, le acompañó hasta el cementerio hasta donde fue llevado a hombros por familiares y vecinos.

Entre tanto ayer continuaban las muestras de cariño a las puertas del que fue su despacho de pan, un espacio público donde cientos de ciudadanos quisieron mostrar sus respetos al panadero del pueblo. Emotivos epitafios, velas, flores, poemas y frases de cariño adornaban un establecimiento que recordar a un hombre respetado y querido por sus vecinos.