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Descubriendo a Diego López de Cortegana, el humanista serrano de talla universal

Alegoría de uno de los trabajos de Diego López.

Alegoría de uno de los trabajos de Diego López. / Tristancho (Huelva)

La comarca de La Sierra aún guarda hitos históricos que la configuran como singular en todo el país. Muchos no entienden que un territorio tan aislado y muchas veces olvidado haya parido vecinos, lugares o manifestaciones de tanto interés. Uno de estos desconocidos es Diego López de Cortegana, insigne erudito y humanista que vivió durante los años finales del siglo XV y el primer tercio del XVI.

Con ocasión del quinto centenario de su fallecimiento, acaecido en 1524, un grupo de corteganeses, procedentes de su sociedad civil, ha decidido impulsar un homenaje a tan destacado personaje, con el objetivo de dar a conocer su vida y su obra. Entre los componentes de este colectivo se encuentran el profesorado del Instituto de Enseñanza de Cortegana, como Ester Lobo Menguiano, profesora de Lengua Castellana, y José Miguel Aragón Martín, profesor de Latín y Griego en el citado centro educativo, Luisa Mari Romero Moreno, profesora de la Universidad de Sevilla, o José Luis Lobo Moriche, maestro nacional jubilado.

Una de las anécdotas que refiere Pepe Luis Lobo es que, con quince años de edad, quedó sorprendido de que, en su libro de Historia del Arte, de sexto de Bachillerato, se nombrara a Diego López de Cortegana, junto a Luis Vives y El Brocense, como un insigne humanista sevillano de finales del siglo XV y primer tercio del XVI. Las clases del recordado maestro Amadeo Romero Tauler le servirían para conocer la faceta traductora y literaria del insigne humanista y, posteriormente, darlas a conocer a sus propios alumnos, ya como maestro de escuela. Desde entonces, se ha empeñado en ser divulgador de las enseñanzas aprendidas, con el propósito de clarificar quién fue Diego López y todo cuanto aportó al futuro de las Letras y de las Artes.

Los numerosos estudios centrados en su figura y su obra lo catalogan como el más preclaro traductor de los textos latinos clásicos, un intelectual del más alto nivel en el conocimiento de las Letras y la Literatura clásica. Su figura tuvo una importancia capital para Sevilla y su posterior Universidad, además de desarrollar una destacada carrera eclesiástica, ya que fue fiscal y secretario de la Inquisición, además de capellán de la Reina Católica, por lo que está enterrado en la catedral sevillana.

De Lobo Moriche aprendemos que Diego López fue una figura controvertida, ya que “ser inquisidor y humanista es una dualidad que resulta difícil de encajar”. No obstante, podríamos decir que en Diego López de Cortegana se refleja la metamorfosis de un inquisidor a un humanista. No hay constancia documental de su partida de nacimiento, pues faltan cinco libros bautismales en el archivo parroquial corteganés, pero Diego López alude a Cortegana en un tetrástico escrito en latín, que incluyó en la traducción del Asno de Oro, de Apuleyo, en 1513. Lo que sí se tiene por cierto es que era hijo de Juan López, tuvo tres hermanos, Alonso, Juan y Diego, y su bisabuelo fue Fernando Pérez, oriundo de La Nava.

No hay referencias conocidas de su infancia y juventud, pero se sabe que tenía rango de hidalgo, procedente de su antecesor navino, según puede leerse en la carta que firman los reyes Isabel y Fernando en Córdoba, el 16 de junio de 1485 y que se conserva en el tomo IV de El Tumbo de los Reyes Católicos del Concejo de Sevilla. Precisamente, en el primer y segundo cuartel de su escudo de armas aparece un castillo coronado por un sol, apoyado en un sótano o escalera; y en otro cuartel del escudo aparecen tres columnas de roeles, signo de hidalguía, según las reglas de la heráldica.

Existen documentos que aluden a su parentesco familiar con el obispo de Astorga, Ruiz de Medina, circunstancia que pudo influir en su etapa de inicio clerical, posiblemente, en el Colegio San Miguel de Sevilla.

Datos biográficos

Gracias al trabajo de los vecinos impulsores de este reconocimiento, se puede sintetizar la intensa actividad vital de Cortegana, como es mundialmente conocido este intelectual. Debió de estudiar Cánones en la Universidad de Salamanca, y, hacia 1480, se sitúa en Sevilla, donde está asentada una minoría eclesiástica muy influyente política y socialmente, un lugar muy propicio para el estudio de las obras literarias y artísticas de la antigüedad clásica, con una faceta renovadora y moral. Es, en palabras de Lobo Moriche, “el Humanismo de la libertad de pensamiento y tolerancia, representada por Erasmo de Rotterdam, pionero de la opinión pública moderna, por la poesía de Petrarca o por el gramático Nebrija”.

Tomó parte en el comercio transatlántico de la seda y de los esclavos y, en 1481, ya actúa como miembro de la Inquisición, una ocupación que marcó parte de su vida y en cuyo seno desempeñó diversas funciones. Una muestra de su pertenencia al Santo Oficio está en la inclusión de su nombre en una placa colocada tras su muerte en la sede de la cárcel de la Inquisición, en el Castillo de San Jorge, en Triana. En la última década del siglo XV viajó a Roma, a la corte del Papa Alejandro VI.

Su vinculación con los Reyes Católicos fue, en efecto, intensa. Lo mencionan en diversos documentos que le reportan méritos y prebendas, y, en el crucial año de 1492, dedica a Isabel la Católica un manuscrito de la traducción de Poliziano sobre la Historia de Herodiano. Un año después nace su hija Casandra Vázquez.

Se alude a él en los pontificales de Almonaster la Real, La Nava y Cortegana, consigue cargos en el Cabildo sevillano y, en 1500, obtiene la canonjía de Sevilla, además de ser poco después canónigo en esa ciudad. Su hija ingresa en el convento Madre de Dios en 1502, antes de cumplir su primera década de vida, y un año más tarde es nombrado Alcaide del castillo de Almonaster, donde fue sancionado por protestas vecinales. En 1505 obtiene más apoyos, sobre todo por parte de Diego de Deza, arzobispo de Sevilla; nombrado arcediano y capellán de la reina Isabel la Católica, secunda al arzobispo sevillano en sus reformas contra los beneficiados en órdenes y contra los condenados hasta la segunda generación. Dirige el Archivo catedralicio y se le supone la autoría de los arcos triunfales de la bienvenida de Sevilla al rey Fernando el Católico, en 1508.

A partir de la primera década del siglo XVI participa en el concilio diocesano para reformar leyes, costumbres y estatutos eclesiásticos, así como del estatuto de limpieza de sangre. Se relaciona con los impresores de la ciudad de Sevilla y se vincula con personajes de influencia, como el obispo Baltasar del Río o el rey Don Manuel I de Portugal.

Diego López murió el día 1 de octubre de 1524. Entre sus bienes había una mesa, libros, un tintero de mármol, una escribanía de marfil, sellos de plata, una vihuela… Enterrado en la nave de San Pedro, cerca del púlpito de la Epístola, en la catedral de Sevilla, en su epitafio aparece como luchador contra los herejes.

En su faceta literaria, destacan traducciones como el Asno de Oro, de Apuleyo, Crónica del santo rey Fernando III, de un manuscrito anónimo, Libri Sententiarum, de Petri Lombardi, obispo de París; Tratado de la Miseria de los Cortesanos, de Eneas Silvio Piccolomini, quien después sería el Papa Pio II; Sueño de la fortuna, de Eneas Silvio Piccolomini, Querela Pacis, de Erasmo de Rotterdam, o Liber Pastoralis, del Papa Gregorio Magno.

Su excepcional obra traductora fue valorada por Caro Baroja y Menéndez y Pelayo, y hoy Cortegana, como es nombrado a nivel internacional, es objeto de estudio y de tesis doctorales en muchas de las universidades americanas y europeas, aceptando los estudiosos su influencia en novelas picarescas como El Lazarillo de Tormes, Guzmán de Alfarache o La lozana andaluza, así como en El Quijote y las Novelas Ejemplares de Cervantes, la poesía de Cetina, Herreras o Mal de Lara, el teatro de López de Vega, Calderón… También se recuerda la adaptación y representación del Asno de Oro en el teatro romano de Mérida por parte de Rafael Álvarez, El Brujo. O la repercusión en las Artes del mito de ‘Psique y Cupido’, insertado como cuento en la sorprendente novela latina del Asno de Oro, de Apuleyo, traducida magistralmente por Cortegana.

Diego López en su Cortegana natal

El último recuerdo que se tiene en Cortegana sobre su ilustre paisano data de 2009, año en que se organizaron actividades en las que participaron numerosos especialistas, las universidades de Huelva y Sevilla, el Ayuntamiento, la Asociación Amigos del Castillo o la Asociación Cultural Lieva, que publicó un número de su revista Rumor de Aguas con textos de Pablo Borrallo.

Ahora, se quiere aprovechar el 500 aniversario de su muerte para rescatarlo del olvido. Entre las actividades que tiene prevista esta comisión vecinal corteganesa se encuentran el impulso de un trabajo en el Instituto de Bachillerato y FP de Cortegana por parte de los profesores de Latín y Lengua y Literatura con los alumnos del centro, para dar a conocer al personaje, con estudios de las influencias de la labor traductora de Diego López en la Historia de la Literatura y las Artes.

También se impulsarán mesas redondas y ponencias sobre la Cortegana y la Sierra de la época, se producirá un acercamiento a los lectores de sus obras traducidas y los ensayos y tesis doctorales que versan sobre la universalidad de Diego López de Cortegana, y se recabarán diversas contribuciones en el Centro de Actividades Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS) y en departamentos de las Universidades de Sevilla y Huelva. Entre los expertos que ya han confirmado su participación, se encuentran Manuel Peña Díaz, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Córdoba, y Francisco Javier Escobar Borrego, catedrático de Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad de Sevilla.

Se organizará una exposición bibliográfica, así como conferencias y lecturas coincidiendo con la celebración de las XXV Jornadas Culturales de los Amigos del Castillo-Fortaleza de Cortegana durante el mes de julio. En el apartado de las Artes, se prevé un concierto con la música de la época de Diego López, y una representación del mito de Psique y Cupido en el castillo-fortaleza de Cortegana.

La labor divulgativa no faltará, con programas de radio local, comarcal y provincial, artículos en medios de comunicación, publicaciones en redes sociales y otras vías de difusión del intelectual serrano. Se realizará una visita a los entornos de la ciudad de Sevilla que protagonizó Diego López y se publicará una memoria final que deje constancia de la labor realizada.

En este empeño contarán con el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Cortegana, entidades como la Asociación Amigos del Castillo, la Sociedad Nuevo Casino de Cortegana, la Sociedad Gran Casino de Cortegana, Radio Cortegana, el Aula de Lectura local o la Asociación Lieva, así como toda la población que quiera sumarse al objetivo final de rescatar la figura de un serrano ilustre que ensalza la provincia de Huelva y las letras andaluzas.

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