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“Contamos con un proyecto pionero para recuperar la Cuenca del Odiel”

  • Un estudio de la UHU confirma que las actuaciones de Atalaya en estas cuencas han provocado un cambio radical en su comportamiento hidrológico

Atalaya está comprometida con la Sostenibilidad, con los Principios del Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Atalaya está comprometida con la Sostenibilidad, con los Principios del Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. / M.G.

José Miguel Nieto. Catedrático de Cristalografía y Mineralogía en la Universidad de Huelva

– ¿En que consiste el proyecto de colaboración con Atalaya?

– El proyecto cuenta con dos fases. En la primera, ya concluida, estudiamos los drenajes y aguas difusas generadas en los pasivos mineros heredados de explotaciones pasadas en las cuencas de los ríos Odiel y Tinto. Para ello, contamos tanto con datos propios como con los datos de la empresa, los cuales son exigidos por la Junta de Andalucía desde 2015 en los considerados como puntos de control. A partir de ahí analizamos la evolución de estos puntos y comprobamos que sí que se produjo un cambio sustancial en el período de 2015 a 2021. De hecho, estos datos coinciden con unas obras en las infraestructuras de la mina para desviar cauces de aguas limpias. En la segunda parte del convenio, nos encontramos diseñando un sistema de tratamiento pasivo para los arroyos que cuentan con una carga metálica importante el cual no consume energía, cuya huella de carbono es cero y se encuentra patentado por la Universidad de Huelva. Estaremos aproximadamente seis meses haciendo experimentos en columnas en el laboratorio y con estos resultados ya tendremos todos los parámetros necesarios para diseñar una planta de tratamiento que la empresa tiene intención de construir en la cuenca vertiente del río Odiel.

– ¿En qué consiste esta patente de la UHU?

– El principal problema es que contamos con un agua ácida y rica en metales, de hecho esta abundancia de metales está asociada a la acidez del agua, porque la solubilidad de los metales de transición, y de otros muchos elementos, dependen del pH del agua. Por ejemplo, en el caso del aluminio si el pH está por debajo de 4,5 es soluble, pero si el pH sube a valores superiores a 5,5 es insoluble. La acidez del agua se produce como consecuencia de la oxidación de la pirita. El sistema de tratamiento pasivo que hemos diseñado consiste en hacer pasar el agua ácida por un filtro reactivo que produce la subida del pH. Con este aumento se induce la precipitación de los metales dentro del tanque y el agua de salida ya no cuenta con acidez ni metales. El sistema de tratamiento patentado lo hemos denominado Substrato Alcalino Disperso (DAS, de sus siglas en inglés) y se caracteriza por presentar una alta porosidad que lo hace permeable durante mucho tiempo incluso con altas tasas de precipitación de metales.

– ¿Cómo valora los esfuerzos y el compromiso de Atalaya desde el punto de vista científico?

–Hay que poner en valor el gran papel de Atalaya y de la nueva minería que está aterrizando en la Faja Pirítica Ibérica, dado que esta no tiene nada que ver con la existente hasta los años 80. Precisamente es en el año 1982 cuando se produce un cambio importante en la normativa sobre la restauración de espacios afectados por actividades mineras. Con la llegada de esta ley comenzaron a realizarse controles ambientales más exhaustivos, y especialmente a partir de 1998, a raíz del accidente de la mina de Aznalcóllar, se desarrolla una legislación minera que pone mayor énfasis en los posibles impactos ambientales y su mitigación. De esta forma, una empresa puede extraer los recursos del subsuelo, pero no puede dejar una contaminación que puede abarcar los próximos cientos de años. Desde mi experiencia personal con Atalaya tienen muy claro que la gestión de los pasivos ambientales es uno de los objetivos de la explotación. En mi opinión, la empresa contaba con un importante pasivo minero heredado de explotaciones anteriores y han hecho lo que hay que hacer: utilizar los últimos avances científicos para ver cómo empezar a solucionarlo, aunque no sea fácil ni inmediato. No obstante, si no se aborda desde el conocimiento científico es imposible de realizar, por lo que la actitud de Atalaya ha sido realmente positiva.

– ¿Qué importancia tiene este proyecto con respecto a la situación de la Cuenca del Odiel?

– Este proyecto es muy importante ya que la cuenca del Odiel hay que recuperarla sí o sí, por distintos condicionantes. En primer lugar, se está planificando una presa en la parte baja del Odiel, cuyo objetivo es el regadío, por lo que desde un punto de vista económico ya es interesante y un requisito sine qua non recuperar esta cuenta. Para continuar, desde un punto de vista medioambiental, existe la Directiva Marco del Agua que obliga a los países de la Unión Europea a mantener un buen estado ecológico de los ríos y diversos elementos fluviales. Obviamente el Tinto y el Odiel cuentan con muchos problemas para cumplir ese marco de buen estado ecológico, por lo que ya se están tomando medidas desde la administración autonómica enfocadas a la recuperación de ambas cuencas.

Emilio Sanjuán. Responsable de Medio Ambiente Atalaya Mining

“Contribuimos a la recuperación medioambiental”

– ¿Por qué está Atalaya implicada en este proyecto?

– Es parte de nuestro compromiso con la Sostenibilidad, con los Principios del Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Operamos de forma responsable, aplicando las mejores técnicas disponibles, y generando valor en nuestro entorno social y ambiental. Nuestra misión es proporcionar metales esenciales para el desarrollo, imprescindibles para la transición energética.

– ¿Qué esperan conseguir?

–Queremos contribuir a la recuperación ambiental del Odiel, por su valor natural y para facilitar la gestión y regulación de sus aguas, restaurando los pasivos mineros de la minería histórica; además, este proyecto, aportará conocimiento útil en zonas igualmente afectadas por minas que cerraron hace décadas. Es también una oportunidad de mejora medioambiental de los espacios naturales y recursos del territorio. Y la aplicación de una tecnología novedosa para la recuperación de recursos minerales.

– ¿Cuánto se ha invertido?

– En estas primeras fases iniciales casi 50.000 euros, aunque el proyecto global roza los 5 millones de euros, incluyendo la aplicación de nuevas técnicas de restauración.

– ¿En qué otras acciones están trabajando para mejorar el medio ambiente?

–Atalaya pone el cuidado de su entorno en el centro de su estrategia, actuando con máximos estándares de seguridad y protección ambiental. Por eso tenemos un sistema de vigilancia continuo que minimiza cualquier incidencia. Además, somos proactivos con acciones que van desde el cálculo y reducción de la huella hídrica y la huella de carbono, la construcción de una planta solar para alimentar de energía verde a nuestra industria, o el manejo cuidadoso de las especies protegidas.