La Comunidad Sur-Andévalo cumple 25 años tras una campaña "histórica"
Los datos económicos y de consumo y energía ponen a la entidad a la vanguardia a nivel andaluz La concesión definitiva de agua superficial, uno de los hitos del pasado ejercicio
En el contexto generalizado de crisis económica, a lo que se suma el ámbito geográfico tradicionalmente sumido en la depresión en el que se ubica, la Comunidad de Regantes del Sur-Andévalo (CRS-A) está en condiciones de afirmar que sus 25 años de historia han supuesto una importante espoleta a la hora de contribuir al desarrollo de dicha comarca.
La entidad representa los intereses de 678 comuneros o empresarios agrícolas onubenses de los términos municipales de Cartaya, Gibraleón, Villanueva de los Castillejos y San Bartolomé de la Torre. Recientemente CES-A ha celebrado dos juntas generales en las que, además de haber elegido a un nuevo presidente después de más de 24 años de mandato de Rodrigo Molina, que ha estado al frente de la misma prácticamente desde su constitución, se han presentado unos números -no solo desde el punto económico, sino también desde el del ahorro en consumo de agua y energía-, que la ponen a la vanguardia en materia de agricultura a nivel provincial y regional.
En este sentido, según los datos facilitados a Huelva Información por la propia CRS-A, los "óptimos resultados" obtenidos en la campaña de riego 2013/2014 la "consolidan" como "la mayor consumidora de agua del sistema general", lo cual sumado al "sobresaliente superávit económico devuelto a los comuneros", da como resultado "el cuadro de tarifas posiblemente más barato de toda la provincia de Huelva".
En la memoria de gestión de dicha campaña de riego, que fue aprobada unánimemente, se destacan las gestiones realizadas con el objetivo de obtener la concesión definitiva de aguas superficiales para la totalidad de la superficie de riego de la CRS-A (9.792 hectáreas), con dotaciones de 6.000 metros cúbicos por hectárea independientemente del tipo de cultivo, lo que ha sido "imprescindible para garantizar la cantidad y calidad de las cosechas". Dicha concesión fue otorgada a la CRS-A por la Dirección General del Dominio Público Hidráulico de la Junta de Andalucía el 4 de diciembre de 2014, aunque con una dotación inferior a la solicitada, lo que obligó a sus responsables a recurrirla.
La memoria también califica de "históricos" los resultados de explotación de dicha campaña, sobre todo por el incremento en la facturación de agua/energía, que ha sido de un 15,5%. En este sentido "gracias a un buen control de los contadores y a una óptima utilización de los horarios de bombeo, hemos podido obtener un superávit de 424.696,70 euros, cantidad que, por acuerdo de la junta general, será reintegrada en su totalidad a los comuneros en proporción a su consumo en la citada campaña y mediante descuentos en próximas facturaciones".
Según se añade, "el sistema hidráulico de enorme capacidad de elevación de agua con el que contamos, unido a las grandes reservas de nuestras balsas de regulación, nos permite concentrar los bombeos en los períodos en los que el coste energético es más barato y, por consiguiente, poder presumir de tarifas aplicadas a los comuneros muy accesibles, siendo de las más baratas de la provincia con un coste de entre 0,05 euros y 0,074 euros por metro cúbico".
Por poner un ejemplo, prosigue, "después de un transporte de agua por diversas tuberías a lo largo de 31 kilómetros (desde el embalse del Piedras hasta la margen derecha del río Odiel), con dos rebombeos por el camino, el agua llega a una hectárea de riego con una presión en estática superior a las 10 atmósferas durante las 24 horas del día y a un precio por metro cúbico consumido de 0,074 euros, lo cual es francamente muy difícil de superar".
Por todo ello "no sólo estamos a la vanguardia del consumo entre las comunidades de regantes de la provincia, sino que además contamos con una de las infraestructuras más complejas y mejor dotadas para prestar en el futuro el mejor servicio a nuestros regantes, y al menor coste posible". De hecho, prosigue, "cada día queda más claro que nuestro sistema de bombeo es el que mejor se comporta ante la imparable espiral de precios del tarifazo eléctrico". Es por ello por lo que a lo largo de la pasada campaña de riego se prestó "mucha atención a la manera de contrarrestar sus efectos negativos" y por ello la CRS-A ha participado recientemente en varias iniciativas destinadas a reclamar una reducción del IVA aplicable a la facturación eléctrica y una flexibilidad a la hora de contratar la potencia en función a los consumos previstos en cada momento del año.
Por otra parte, también se aprobó por unanimidad el balance y cuenta de resultados de la campaña de riego 2013/2014, que se realizó a través de una auditoría externa que ha arrojado un patrimonio neto y pasivo de más de 33 millones de euros. "Son unos excelentes números, que vienen a demostrar la consolidada solvencia financiera de esta comunidad de regantes -afirman sus responsables- que fue calificada por los auditores como excepcional en el actual contexto de crisis".
Pese a estos logros, después de 25 años, según apuntó el secretario gerente, Antonio Mira, "aún queda mucho por hacer, y no de menor envergadura, sobre todo en lo que se refiere a la falta de infraestructuras como redes de caminos, limpieza de cauces y telecomunicaciones acordes con una agricultura competitiva". "En dicha tarea -prosigue- está en juego la consolidación socioeconómica de una de las comarcas más pobres de la Unión Europea".
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