El Comité Científico de Reservas de la Biosfera analiza el impacto de las autovías

Ecologistas en Acción, SEO-BirdLife y WWF enviaron ayer un documento al Comité MaB, encargado de proteger las Reservas de la Biosfera en el que advierten que la aprobación de tres autovías, una vía rápida y el oleoducto Balboa supondría la destrucción ambiental del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Este Comité y sus asesores científicos llevan investigando estas afecciones desde el pasado mes de septiembre cuando los grupos ecologistas pidieron la evaluación de estos impactos. A este problema habría que añadir, a juicio de las organizaciones ambientales, "una clara vulneración de la legislación vigente, ya que estas infraestructuras son incompatibles con los planes de protección del espacio".

Dichas vías de comunicación también entran en conflicto con la conservación de los valores por los que se incluyó al Parque Natural Serrano y la Sierra de Aracena en la red Natura 2000 y en la red de Reservas de la Biosfera.

Además, la Vía Rápida (105 kilómetros hasta enlazar Sevilla con Lisboa) ha generado un fuerte movimiento social de oposición, algo que claramente se ha de tener en cuenta en una Reserva de la Biosfera, al ser esta una figura que promueve la buena relación del ser humano con su entorno.

La Sierra de Aracena y Picos de Aroche, a pesar de ser uno de los espacios protegidos más emblemáticos de España, sufre un gran impacto ambiental desde la inauguración en 2008 de una autovía en su interior: la Ruta de la Plata o A-66 que une Extremadura con Sevilla y el Norte de España.

Sin embargo, la alerta sobre este espacio protegido ha saltado cuando el Ministerio de Fomento comenzó la evaluación ambiental de otra autovía (A-83 Zafra-Huelva) y una vía rápida (N-433) en el mismo espacio protegido y la comunidad andaluza comenzó a tramitar otra autovía en la zona minera de Riotinto.

Según el informe remitido a la Unesco, "la realización de tantas infraestructuras en paralelo por distintas administraciones (Gobierno y Junta) es un ejemplo de mala coordinación y de derroche económico en una época de crisis y recortes presupuestarios".

En primer lugar, tienen un alto coste monetario debido a la orografía abrupta de la Sierra (379 millones la Vía Rápida, y 1.100 la Zafra-Huelva). En segundo lugar, la realización de tantas infraestructuras en un espacio tan pequeño y algunas con la finalidad de comunicar los mismos puntos no tiene ni justificación ni lógica, dice el informe.

Las ONG resaltan este aspecto porque algunas de estas vías tienen mucho menos tráfico que el mínimo de 10.000 vehículos diarios que el Ministerio de Fomento considera necesario para su desdoblamiento (1.516 vehículos/día la Zafra-Huelva y 518 la Vía Rápida).

Por último, hace unos días se publicó en el BOE la licitación de obras de mejora en las carreteras N-433 y la N-435. Estas carreteras son las que, o por desdoblamiento o por acondicionamiento, se convertirán en las denominadas Vía Rápida o Autovía Zafra Huelva. "En consecuencia, se trata de un despilfarro económico al realizar la mejora de unas carreteras para convertirlas después en autovías", dice WWF.

Según los grupos ecologistas, "Aracena es un claro ejemplo de la mala planificación que han tenido las infraestructuras en los últimos años y del consecuente despilfarro económico y disparate ambiental que ha habido en España, pues son numerosos los ejemplos de autovías sin tráfico en espacios protegidos".

El informe concluye que "el Ministerio de Fomento debería parar inmediatamente el proceso de evaluación ambiental de estas infraestructuras y debería eliminarlas del PEIT en la revisión que está realizando".

Además de las infraestructuras viarias, un último proyecto amenaza la Sierra de Aracena a juicio ecologista: el oleoducto y poliducto de la refinería Balboa de 200 kilómetros desde Los Santos de Maimona (Badajoz), hasta la costa de Huelva. Esta infraestructura atravesará 18 kilómetros de este espacio protegido pudiendo vulnerar la normativa europea ya que lo hace a través de hábitats protegidos por la red Natura 2000. El oleoducto ya cuenta con un fuerte rechazo social, no sólo en Extremadura, sino también en Huelva y en la comarca de Aracena. Los grupos conservacionistas aseguran que "la refinería Balboa y el oleoducto asociado es una de las infraestructuras que tiene mayor impacto ambiental de las planteadas en las últimas décadas en España".