Cazorla, nombrado Hijo Predilecto

La simple realidad, pura y dura se puede convertir en una obra de arte de gran valor si pasa por el filtro y manos adecuadas como las de Antonio Cazorla, quien plasma todo lo ve, tal como está, pero siempre desde su propia perspectiva y con su toque y sello personal. Sus creaciones tienen el sello personal de un pintor reconocible en sus trabajos por la precisión de sus pinceladas.

Cazorla es un artista joven, con mucha proyección internacional y que hoy viernes recibe una gran distinción: la de Hijo Predilecto den su pueblo, Punta Umbría. Será una de las menciones que se entregarán en el Pleno municipal conmemorativo de este 26 de abril.

Punta Umbría celebra ya su medio siglo desde que unos cuantos vecinos dieran el paso adelante para independizarse de Cartaya. Mmedio siglo de esfuerzo, valor y sufrimiento y precisamente a estos valores se va a remitir Cazorla en sus palabras.

Para el pintor homenajeado es muy importante, sobre todo en el momento actual, volver a recordar estos valores, los tradicionales, el esfuerzo y el tesón así como el trabajo diario para salir adelante y que la sociedad cambie de una vez.

Antonio Cazorla se ha labrado una carrera con su propio esfuerzo, pintando y plasmando en cada lienzo su realidad, que no es la de los demás, es su forma de ver la vida y todo lo que le rodea.

Cazorla es un pintor de talento reconocido, de su pueblo, humilde y trabajador que ya fue premiado por sus paisanos el 26 de abril en el año 2005. "Doy las gracias a mi pueblo por este reconocimiento a mi trabajo como pintor, en el que empecé siendo un niño, y me siento muy afortunado por contar con su apoyo en una profesión tan difícil", afirma. Una responsabilidad que le lleva a reflexionar sobre todo, incluso sobre el momento de la pintura realista en estos momentos, "quizá no demasiado valorada en ciertos círculos artísticos".

Sin embargo, sí es apreciada por el público aunque, como a todos también ha llegado la crisis a los pintores: "Claro que se vende menos y a menos precio, pero es como todo: hay menos gente dispuesta a comprar cuadros porque no quieren gastar o porque no quieren invertir en obras tanto como en años atrás", sostiene Cazorla, quien sigue vendiendo, sobre todo gracias a sus exposiciones en el extranjero.

Pero es en Londres donde mejor le va, en la Albemarle Gallery, su talismán desde hace muchos años. No en vano, tuvo que vivir en a capital inglesa hasta que se regresó a España y a su pueblo natal, Punta Umbría, donde sigue residiendo y captando las luces y colores de su tierra.

Ahora Antonio Cazorla cada día pasea, busca y encuentra lugares, objetos o rincones e incluso personas a los que retratar y luego, en su estudio, trabaja y trabaja hasta que su perfeccionismo le indica que todo está como a él le gusta.

"La misma realidad no se ve igual por dos personas diferentes, cada uno tiene su propio prisma, su ángulo, su perspectiva y su forma de llevarlo a cabo". Así explica él su realidad, su obra, su forma de hacer las cosas y recogerá su distinción y seguirá sintiéndose orgulloso de ser de Punta Umbría, España, tal y como firma el artista.