Cartaya cultiva el alimento del futuro
alguicultura| proyecto empresarial pionero
La Huerta Marina, empresa integrada por tres onubenses, trabaja en el cultivo comercial de algas con certificación ecológica para el consumo y como materia prima industrial




Numerosos expertos en alimentación y nutrición a nivel mundial sostienen, cada vez con mayor convencimiento, que en las algas reside buena parte de las posibilidades de poder atender la cada vez mayor demanda alimentaria de nuestro planeta y la necesidad de una alimentación más sana. Solo por poner un ejemplo, la experta en nutrición alimentaria Laura Kohan incluye las algas marinas entre los alimentos más destacados del futuro. Y es que, si bien las propiedades de estos vegetales marinos se vuelven cada vez más populares entre las dietas de aquellos que buscan calidad en los alimentos, las algas son un alimento común y utilizado desde hace ya tiempo en muchas zonas del mundo.
Aunque a veces parezca algo trivial, los problemas derivados de la alimentación son enormes y, lo que es más sorprendente, están dibujando a las algas como el plato principal de la dieta del futuro. No hace mucho, Duncan Williamson, responsable de política alimentaria de WWF, hacía esta interesante reflexión: "Nos hemos ido limitando nuestras opciones de comida nosotros mismos y sin siquiera saberlo". Se refería a una cierta 'obsesión por la carne' nada justificada, que está descompensando la dieta humana.
Estas tendencias mundiales hacen que se estén buscando alternativas para lograr sustituir un menú económica, social y medioambientalmente demasiado caro. Y, hoy por hoy, todas las soluciones parecen pasar por el mismo sitio: el mar.
Además, actualmente no sería nada descabellado decir que las algas son uno de los cultivos más sostenibles y nutritivos del mundo. No requiere ni agua potable ni fertilizantes. Absorben el nitrógeno, fósforo o dióxido de carbono disueltos en el mar. Algunos tipos de alga crecen hasta un centímetro diario y en las explotaciones actuales tiene una productividad similar a la de cualquier cultivo equivalente. Abundante, saludable y virtuosa, las algas son para muchos "el equivalente culinario de un coche eléctrico".
Con esta filosofía ha nacido en Cartaya La Huerta Marina, una empresa integrada por tres emprendedores onubenses -David González, Rocío Pavón e Iván Vállez-, que está explorando nuevos territorios para la gastronomía y la industria. Para ello, han puesto en marcha una experiencia pionera en Andalucía destinada al cultivo comercial de algas con certificación ecológica para el consumo humano y materia prima industrial. En definitiva, han materializado un proyecto empresarial que acuña un nuevo concepto de acuicultura en la provincia de Huelva: la alguicultura.
En los cimientos de esta iniciativa están la sostenibilidad ambiental ya que la producción se desarrolla en el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido, la apuesta por el I+D y la aportación al territorio de una nueva vertiente económica ligada a la reconversión del sector pesquero.
Tras su constitución a finales de 2015, La Huerta Marina ha iniciado este verano su fase de comercialización, centrada en el cultivo y recolección de macroalgas presentes en el litoral onubense, especies autóctonas cada vez más demandadas tanto para fines alimenticios como para usos industriales (cosméticos, agroindustriales o farmacéuticos, entre otros).
"La meta, en primera instancia, es penetrar en el mercado nacional, en el que existe una demanda en pleno crecimiento, para abordar después la expansión internacional", señala Iván Vállez, que cifra en doce toneladas el objetivo de producción de este año, que en 2017 se elevará a cuarenta toneladas.
La fase inicial de producción ha arrancado con el cultivo de 3.000 metros cuadrados, superficie que irá aumentándose progresivamente hasta alcanzar las ocho hectáreas para el horizonte de 2018.
Y es que "las algas son un recurso natural muy abundante en nuestra Costa que hasta ahora estaba desaprovechado, por lo que pensamos que podía ser un buen punto de partida para desarrollar un proyecto de cultivo", señala González.
Según prosigue el gerente de la empresa, "las algas ofrecen grandes aportes nutricionales, al ser un alimento saludable rico en vitaminas, calcio, fibra y ácidos grasos y bajo en grasa. Está considerado un producto gourmet, pero realmente nuestro propósito es popularizarlo, que esté al alcance de todo el mundo y se cree una cultura culinaria en torno a estos vegetales marinos".
En principio La Huerta Marina comercializará una quincena de productos, a partir de tres variedades de algas: lechuga de mar -Ulva SP-, gracilaria carnosa y cinta de mar -enteromorfa SP-; que salen al mercado bien frescas o deshidratadas, en salazón y como condimentos de algas o sal de algas.
En palabras de Rocío Pavón, la puesta en marcha de La Huerta Marina "supone un gran valor añadido para Huelva, tanto a nivel económico como de imagen al exterior; asociando a la marca Huelva una nueva materia prima 100% sostenible".
"Además -prosigue- hay que tener en cuenta que las algas son captadoras de CO2, por lo que esta actividad funciona como pulmón verde". De hecho, La Huerta Marina se encuentra incluida en la Red Natura 2000 de la Unión Europea para la Conservación de la Biodiversidad.
La fase inicial de producción contempla el cultivo de 3.000 metros cuadrados.
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