tribuna

La Canoa de Punta Umbría

  • El exalcalde de Punta Umbría recuerda la adquisición y la llegada de lo que se ha convertido en una de las señas de identidad de la localidad y del verano de la provincia

Mi respetado periodista del Huelva Información y autor del reportaje dedicado a la Canoa de Punta Umbría insertado hace días en ese diario. Vaya por delante que la profesión que usted ejerce tiene toda mi consideración y respeto porque es verdad que debe ser hermoso investigar y conocer el origen de la causa para posteriormente dar a conocer a través de ese medio o de cualquier otro la verdad de lo investigado. He de hacerle saber que no acudió usted a la mejor fuente para hacer un reportaje veraz del origen para mantener la tradición de una seña de identidad tan emblemática de mi pueblo como es la Canoa de Punta Umbría, que, por cierto, hasta lleva el nombre, a sugerencia mía, del que fue su comprador, Francisco Palmas Hernández.

Voy a transcribir parte del Capitulo XVl denominado Señas de Identidad de mi libro titulado Doce años de Alcaldía, no publicado aún por razones que no vienen al caso, a través del cual hago una breve semblanza de mi última gestión como alcalde del Pueblo de Punta Umbría, para la compra de la Canoa de Punta Umbría.

El exprimer edil de la localidad reclama el origen de la Canoa a Francisco Palmas

"Desde la desaparición del transporte fluvial mediante las canoas de Punta Umbría-Huelva por el fallecimiento de nuestro querido e inolvidable Manolo Varela, siempre me quedó un resquemor que necesitaba apaciguar. No podía marcharme de la Alcaldía sin recuperar algo tan emblemático y que tantos recuerdos de mi infancia y adolescencia me traían a la memoria; recuerdos de la mano de mi madre acompañándola hasta el muelle a la llegada de mi padre de la mar, recuerdos de mis primeros cursos escolares, juntamente con otros adolescentes, para alcanzar muchos años después mi titulación académica, en definitiva, seña de identidad muy unida con el devenir de mi existencia y del pueblo de Punta Umbría. Consideraba que la reanudación del servicio de transporte fluvial entre Huelva y Punta Umbría era necesario rescatarlo no solo por el reclamo turístico que ese paseo romántico suponía, sino que también ayudaba a descongestionar la carretera de entonces.

Poca sensibilidad demostraron casi todos los componentes del Grupo de Gobierno para esta diligencia que yo pretendía; desde el principio de mis gestiones, algunos de ellos, no todos, se oponían al rescate de una seña de identidad tan significativa para nuestro pueblo y para toda la provincia. Se realizó por mi empeño, a pesar de tener a casi todos ellos en contra de esta gestión.

Durante el verano del año 2002 viajé por la zona de la Costa del Sol y del puerto de Sevilla recorriendo los márgenes de la costa y del río Guadalquivir, sin encontrar un empresario que se interesara en cubrir el trayecto Huelva-Punta Umbría. En marzo del año siguiente tuve conocimiento de que existía en el Municipio de Sóller (Mallorca) un empresario que deseaba vender dos barcos de pasaje que cubrían la ruta de aquellas costas. Efectivamente al ponerme en contacto con el empresario telefónicamente, acordamos vernos en el lugar en donde se encontraban las embarcaciones. Realicé dos viajes: el primero de ellos con un carpintero de ribera, Nazareno, entendido en la materia, para que me informara del estado de ambos barcos y con la idea de realizar la inversión el Ayuntamiento; el segundo viaje lo hice con mi entrañable amigo y empresario del ramo de la construcción de buques, Francisco Palmas Hernández. En esta segunda visita, cuando llegamos a Sóller ya se había vendido uno de los dos barcos. Recuerdo que nada más realizar la inspección pertinente, Paco Palmas me comentó: "Este barco lo compro yo". Así fue.

El Ayuntamiento de Punta Umbría, consciente de la importancia de la reanudación de este servicio de transporte fluvial y sensible a la opinión de la población puntaumbrieña y de toda la provincia de Huelva de la necesidad de salvar este medio de comunicación entre dos poblaciones, aportó la cantidad de 60.000 euros en la compra de esta embarcación previas condiciones pactadas mediante Comisión de Gobierno con nuestro empresario Paco Palmas: "destinar el barco para traslado de viajeros de Punta Umbría a Huelva y viceversa; compromiso de prestar el servicio un mínimo de 5 años y durante tres meses; permitir un uso gratuito por parte del Ayuntamiento de siete días al año como máximo y cumplir con todas las obligaciones fiscales y laborales".

La legislatura 1999-2003 había terminado y mi sueño se había cumplido. Aquí, en este caso, los únicos valedores de que se haya mantenido la tradición y una seña de identidad de especial relevancia para mi pueblo, Punta Umbría, fue mi anhelo y mi tesón acompañado por la valentía del constructor de buque de esta localidad, Francisco Palmas Hernández y nadie más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios