Calatayud concluye que tras un menor infractor hay una familia con problemas

El juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por la justicia en sus sentencias y por decir las cosas con claridad, impartió ayer una charla en el teatro Sierra de Aracena. Un teatro lleno y abarrotado, estampa difícil de ver durante el año, ya que tiene sobre 600 butacas. Personas de toda la Sierra, muchos padres y madres, maestros de centros de toda la comarca, representantes municipales, trabajadores vinculados con el sector, educadores, muchos jóvenes y niños, y en definitiva toda la comunidad educativa, asistieron a la declamación, titulada Educación en valores.

Tras la presentación pertinente del alcalde aracenense, Manuel Guerra, Calatayud tomó la palabra y así estuvo, sin parar, sobre hora y media seguida. Desde un principio dejó bien claro que "hablo por mí mismo y jamás en nombre de nadie" y que por supuesto "no soy de ningún partido, ni religión ni nada", como demostró durante la charla donde atizó tanto al PSOE, al PP como a la Iglesia, dando un buen repaso a la familia, la educación, la sociedad o los medios de comunicación. Enfatizó, además, que en Andalucía tenemos la "mejor justicia de menores de España".

Todo ello lo fue desgranando para llegar a la conclusión de que estamos en un "momento delicado porque no tenemos un término medio ni aplicamos el sentido común". De ahí que siempre defienda en su profesión y en la vida el "hablar claro". La charla estuvo salpicada de tintes humorísticos, lo que la hizo más amena para los ayentes.

El mediático Calatayud enfatizó durante la ponencia que España necesita un "pacto del menor" con los derechos y deberes que otorga la ley a la presente sociedad, pero bajo la potestad y autoridad de los padres, con un respeto obligado, y las obligaciones que los mayores tienen para garantizarla. Dejó claro que la célula principal del menor es la familia y que "siempre que un menor llega al Juzgado algo pasa en su familia".

Señaló que la delincuencia de los menores está bajando porque hay un mayor control familiar y que muchos están volviendo, tras el boom inmobiliario, a la escuela. Por el contrario hay delitos que están subiendo como el maltrato de menores a sus padres y a maestros. Y advirtió que "no es fruto de clases bajas, sino siempre de clases media y alta".

De la sociedad, a su juicio "hipócrita por naturaleza", se centró y mucho en la peligrosidad del móvil. El móvil centrado en el menor, y hasta en mayores, es "una droga, peligroso e ideal para chantajes, acosos y meterse en un buen lío". Calatayud trabaja con menores de 14 a 17 años y criticó que los partidos se peleen por rebajar la edad mínima para procesar a un adolescente.

El magistrado manchego ve un problema mayor, del que no se habla abiertamente, en los internamientos de menores infractores, donde el castigo se duplica, pudiendo alcanzar hasta casi los veinte años, según la gravedad de la pena impuesta.

En relación al espinoso tema del acoso escolar, el juez de Menores lamentó que parte de estos casos "no llegan al juez y son tapados", hecho del que culpabiliza a la propia sociedad. A ello agregó que, "si pasa algo en la escuela, la dirección de los centros educativos debe asumir su responsabilidad".