El último coletazo del paso del temporal Bárbara el martes por la provincia de Huelva, especialmente por la costa, fue un auténtico latigazo. Y es que, tras un día de intensas lluvias y vientos a lo largo y ancho de la provincia, con algunas incidencias reseñables en puntos muy localizados del Andévalo como Cabezas Rubias, Puebla de Guzmán o Villanueva de los Castillejos, lo peor estaba por llegar.

Y llegó cuando eran aproximadamente las 20.30 de la tarde. Ya había oscurecido. Fue una fortísima manga de viento, que afortunadamente duró pocos minutos, pero que se llevó todo lo que encontró a su paso en distintos puntos de la costa, especialmente en puntos de Isla Cristina, Ayamonte, Cartaya, Lepe, Isla Canela, El Rompido o la capital provincial, entre otros.

Los principales efectos del impresionante fenómeno, que vino acompañado de una auténtica cortina de agua, se notaron especialmente en el mobiliario urbano con el derrumbe de muros y con el derribo de farolas y, sobre todo, de árboles, algunos de los cuales cayeron sobre vehículos estacionados en la vía pública.

También se produjeron numerosas roturas y caídas de toldos y cartelería en establecimientos comerciales, entre ellos varios chiringuitos y otros comercios hosteleros de la costa, así como fueron numerosas las interrupciones del suministro eléctrico en distintos puntos.

El derribo de una palmera ocasiona daños en un coche en Cartaya

En Isla Cristina fueron varios los vehículos afectados por la caída de árboles. Uno de ellos, que fue arrancado de cuajo frente al edificio del Instituto Social de la Marina, dañó una tubería de agua que dejó temporalmente sin suministro varios sectores del casco urbano. También se hundieron varias embarcaciones en el puerto de dicha localidad costera.

Ya de noche, y con escasas posibilidades de comprobar los efectos que la fuerte manga de pudiese haber ocasionado en la agricultura, todo hacía presagiar lo peor, aunque afortunadamente, ya por la mañana, se pudo comprobar que los daños habían sido mínimos, si acaso "algunas cabeceras de invernaderos afectadas" y en "casos muy puntuales", como señaló a Huelva Información José Ángel Rodríguez, concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Cartaya.

Tal fue la fuerza del fenómeno meteorológico que en toda la provincia de Huelva se registraron, solo entre las 19:00 y las 23:00 horas del martes, un total de 180 incidencias, la mayoría de ellas -unas 90- por caídas de ramas. Una decena de ellas estuvieron vinculadas a la entrada de agua en garajes y viviendas, y el resto a la presencia de obstáculos en carreteras.

Así lo indicaron fuentes del servicio Emergencias 112, que detallaron que sobre las 21.00 horas se registraron avisos desde la zona de la costa alertando de "un pequeño tornado" que habría ocasionado caída de ramas, palmeras, techumbres y alguna estructura de madera.

Bomberos municipales reparan algunos desperfectos en la capital provincial

Las alertas por la zona del Andévalo se contabilizaron a lo largo de todo el día, así como también hubo llamadas por incidencias en la calzada en la capital y otros avisos en la zona de Aracena.

El impacto de este temporal se dejó sentir a lo largo de toda la provincia. El director de Operaciones del Consorcio Provincial de Bomberos, Simón Díaz, aseguró que la noche había sido "complicada" con un total de 56 intervenciones atendidas en casi toda la provincia, comenzando por Ayamonte e Isla Cristina, parta ir después subiendo por Aljaraque, Rociana del Condado, Almonte y la Sierra.

Según el Consorcio la caída de árboles fue la incidencia más repetida, así como la retirada de obstáculos de la vía pública y un árbol derribado sobre un muro que a su vez afectó a vehículos, pero sin ocasionar daños personales.

Solo en la capital, la borrasca Bárbara causó durante la tarde del martes más de 70 incidencias por lluvia y fuertes ráfagas de viento, de hasta 115 kilómetros por hora, que se registraron en torno a las 20:30 horas. Según indicó el Consistorio en un comunicado, principalmente se trató de roturas de ramas, caídas de árboles de distinto porte y desprendimientos de cornisas, que afectaron a todos los barrios de la ciudad, sin que haya habido que lamentar daños personales.

Un total de 70 operarios municipales del área de Hábitat Urbano e Infraestructuras, así como efectivos de la Policía Local, Protección Civil  y del Servicio Municipal de Bomberos intervinieron durante toda la jornada de ayer para solventar las distintas incidencias.

Al respecto, como indicó la concejala de Hábitat Urbano e Infraestructura, Esther Cumbrera, “todos los esfuerzos han estado dirigidos a restablecer la situación de normalidad en la ciudad, trabajando de forma coordinada  para intervenir lo antes posible, limpiar las calles y retirar las ramas desprendidas sobre el viario público, así como otros elementos del mobiliario urbano afectados por las rachas de viento”.

Cartelería publicitaria derribada por el viento en El Rompido

Por su parte el Ayuntamiento de Isla Cristina valoró ayer miércoles los daños y, según indicó el alcalde, Jenaro Orta, la manga de viento provocó daños en el municipio como "caída de árboles, vallas, techos de algunas instalaciones provisionales y rotura de tuberías".

Orta añadió que la caída de arbolado se produjo también en la zona periurbana, así como que se produjeron cortes de luz también en Pozo del Camino aunque "no ha habido que lamentar más que daños materiales", algo que considera "prácticamente un milagro" porque a la hora que se produjo "podía haber ocurrido una desgracia".

En este contexto, el regidor apuntó que todos los dispositivos de emergencias estaban en marcha y trabajando desde las 15:00 horas del martes, y que justo a en el momento de la manga de viento "estaban prácticamente terminando", pero "marcó el inicio de una larga noche".

Desde el Ayuntamiento de Cartaya se indicó que la noche del martes un "amplio dispositivo" de efectivos integrado por la Policía Local de Cartaya, con la colaboración de los operarios de Obras y Servicios y del servicio de Jardinería, y el apoyo de bomberos del Consorcio y de la Guardia Civil, "estuvo trabajando intensamente en los tres núcleos urbanos de la localidad: Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil".

Todo ello con el objetivo de retirar de la calzada los árboles, ramas, e incluso señales de tráfico que cayeron como consecuencia del temporal.

La alcaldesa, Josefa González Bayo; el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ángel Rodríguez; y la concejala de Obras y Servicios, Consolación Benítez, se desplazaron a los puntos donde se localizaban los principales destrozos y pidieron a la ciudadanía extremar la precaución y evitar los desplazamientos.

Las fuertes rachas de viento provocaron principalmente desprendimientos de árboles y ramas, señales de circulación, farolas y tendido eléctrico, y generó importantes daños a vehículos estacionados y al mobiliario urbano, provocando también cortes de carretera.

El operativo municipal trabajó durante toda la noche y la jornada de ayer miércoles en la restitución de la normalidad en los puntos más afectados, y según señaló la alcaldesa también se ha procedido a "evaluar de forma más minuciosa los daños, para su inmediata reparación".

De esta forma la localidad recuperó a lo largo de la jornada de ayer la normalidad en la reparación de unos desperfectos que desde el Consistorio fueron calificados como "graves" y "cuantiosos", aunque también resaltaron que "afortunadamente han sido sólo materiales".

Entre los daños ayer fueron reparadas farolas, algunas de las cuales cayeron a la vía pública, el tendido eléctrico que también resultó seriamente dañado en algunos puntos, así como un módulo de playa y varios caminos rurales, que temporalmente quedaron cortados por la caída de árboles.

Estas tareas se unieron a las realizadas con carácter de urgencia en la tarde-noche del martes, cuando fueron atendidos unos 20 avisos de ciudadanos en apenas una hora y media.

El viento derribó muros y farolas en Cartaya

Por su parte el Ayuntamiento de Aljaraque indicó ayer por la mañana que ya se encuentra "reparando, actuando y cuantificando los daños sufridos en los espacios públicos", así como informó a los vecinos que "pueden registrar en el Consistorio una valoración justificada de los daños acontecidos en sus bienes, ya que, desde el Ayuntamiento se solicitará ayuda a otras administraciones para que éstas lleguen a los afectados".

Finalmente en Lepe los servicios de emergencias atendieron alrededor de un centenar de incidencias, la mayoría de ellas por caída de árboles, roturas de ramas y destrozos en marquesinas y vallas publicitarias.

Así lo indicó el Consistorio lepero en un comunicado, donde añadió que "se ha procedido a la señalización, seguridad en el perímetro, retirada de árboles y limpieza de las zonas afectadas en diversos puntos de Lepe, La Antilla y otras zonas del término municipal".

Del mismo modo, desde el Área de Agricultura del Ayuntamiento de Lepe se realizaron visitas a explotaciones agrarias "para conocer de primera mano los posibles daños existentes", los cuales por el momento no han trascendido.