Bandadas de buitres vuelven a atacar al ganado en el Andévalo
Un ganadero valverdeño ha perdido cuatro terneros jóvenes y otro de Alosno varios corderos · En 2007 las carroñeras mataron casi 80 cerdos en Paymogo por la falta de despojos animales en el campo
Los buitres han vuelto a atacar al ganado que pasta en las dehesas del Andévalo. Si hace tres años los buitres leonados se concentraron en una finca de Paymogo donde había varios miles de cerdos, ahora están sobrevolando las fincas de Valverde del Camino. La prohibición de tirar cadáveres bovinos y de otros animales en el campo les ha dejado sin sustento.
José María Vizcaíno, ganadero de este municipio ha denunciado ante la Guardia Civil que ha perdido ya cuatro terneros jóvenes. Los animales aparecieron semidevorados en el campo. En principio, pensó que habían sido atacados por lobos o perros salvajes, por las mutilaciones y desgarros que tenían los cuerpos. Sin embargo, con el cuatro ternero destrozado, el propietario decidió averiguar lo que ocurría en la finca, pasando más tiempo del habitual cerca del ganado. De esta forma el ganadero comprobó que una bandada de buitres se iba reuniendo poco a poco en la cima de un pequeño cerro próximo a la zona donde pasta el ganado. Estas aves carroñeras se iban acercando poco a poco hasta que atacaban.
Vizcaíno explica que como medida de urgencia ha reunido al ganado (unas 70 vacas y varias decenas de cerdos) en una zona vallada que se encuentra protegida por una masa arbórea bastante densa, lo que de momento parece que está impidiendo a las aves vuelvan a atacar a los animales vivos. Pero teme que no sea suficiente para hacer desistir a los buitres hambrientos, que buscarán otras presas más fáciles en las proximidades.
Vizcaíno comentó que "la masa de buitres es impresionante". Calcula que "llegan a concentrarse alrededor de medio centenar de animales que ni se inmutan cuando ven llegar un vehículo o intento espantarlos".
El ganadero Eduardo Báñez también encontró varios corderos devorados en la finca de cría que tiene en el municipio de Alosno. Explica que han sido dos o tres, nada en comparación con las pérdidas que sufrió en 2007 cuando una bandada de cientos de buitres se instaló entre Alosno, Paymogo y Puebla de Guzmán. Entonces, el ganadero más afectado fue su tío, Antonio Báñez, que llegó a perder 80 cochinos en poco tiempo.
Pero lo más grave fue que Antonio Báñez llegó a verse acorralado por los buitres y temió por su vida. Estas aves se metían en el interior de las cochineras, donde en alguna ocasión se las encontró de cara el ganadero, "es impresionante ver de cerca a un animal de las dimensiones de un buitre y darte cuenta de que si se asusta y arremete contra tí tienes poca escapatoria", relató en su día el ganadero. También le sobrevolaron en alguna ocasión cuando llegaba a la finca y bajaba del coche.
La cuestión es que los ganaderos se ven impotentes frente a esta situación y piden a la autoridad competente que tome algún tipo de medida.
En su día la Delegación Provincial de Medio Ambiente distribuyó comederos para estas aves carroñeras, medida que ha dado sus resultados durante estos años. Antonio Báñez asegura que los buitres no han desaparecido de las fincas de cría, "todavía se ven a centenares". Sin embargo reconoce que en los últimos años tan sólo ha habido algún ataque puntual pero nada en comparación con la situación que vivió en 2007. "Los comederos han dado resultado, por lo menos, en lo que se refiere a la zona que conozco", comentó el ganadero.
La estrategia que siguieron estas aves necrófagas, que no suelen atacar a animales vivos, era sobrevolar muy cerca de los animales que están sueltos para atemorizarlos. El ganado asustado empieza a correr de un lado a otro hasta que se estresa y cae rendido, momento que aprovechan los buitres para atacar. Se da la circunstancia de que los terneros que han aparecido en Valverde también fueron atacados por los cuartos traseros, lo mismo que ocurrió a finales de 2007 en la finca El Coto, de Paymogo.
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