Almonte

El Ayuntamiento responsabiliza a la empresa ecuestre en El Asperillo

  • La investigación concluye que el teniente de alcalde, José Miguel Espina, actuó de buena fe

José Miguel Espina y Rocío del Mar Castellano, en su comparecencia ayer.

José Miguel Espina y Rocío del Mar Castellano, en su comparecencia ayer. / Amelia Uceda

La comisión de investigación del Ayuntamiento de Almonte creada a raíz de las supuestas irregularidades llevadas a cabo en el Monumento Natural del Médano del Asperillo ha concluido su trabajo. Por ello, ayer, después de dos meses sin pronunciarse, la alcaldesa y el primer teniente de alcalde, Rocío del Mar Castellano y José Miguel Espina, explicaron y ofrecieron las conclusiones de la comisión sobre lo acontecido en el paraje natural que pertenece a Doñana, donde una empresa de turismo ecuestre local realizó labores de mantenimiento al comienzo de la temporada estival que llevaron a abrir un camino en el enclave.

La alcaldesa de Mesa de Convergencia explicó que los miembros de la comisión –formada por los cuatro grupos políticos que conforman el Gobierno de concentración en Almonte, es decir, Mesa de Convergencia, PP, PSOE e Independientes– dilucidaron que el concejal de Playas y Urbanismo, el socialista José Miguel Espina, actuó de buena fe cuando autorizó las labores de mantenimiento, llegando a la conclusión de que se han realizado trabajos que el edil “no había autorizado”.

Estas labores de mantenimiento fueron autorizadas para que las realizara la empresa de turismo ecuestre, ya que esta arguyó que si esperaba a que la maquinaria municipal estuviera disponible (con mucha demanda por ser temporada estival) tendría más pérdidas económicas que si asumía el coste, motivo que dio a Espina para que se le autorizara trabajar en la zona, como todos los años hacen desde el Ayuntamiento y también desde el ámbito privado, indicó el edil.

En este sentido, Espina explicó que él autorizó unas actuaciones que luego pudo comprobar que no eran las que se estaban realizando, al recibir una llamada del director del Espacio Natural de Doñana, Juan Pedro Castellano, el 17 de julio, preguntándole si sabía lo que estaba ocurriendo y mostrándole unas fotos de la obra. Es entonces cuando el concejal para la actividad, tras acudir en los siguientes días al Cuartel de la Guardia Civil, que ya estaba actuando a través del Seprona. Así, el 19 de julio ordena a la empresa que se pare la obra e, igualmente, se abre expediente a la empresa turística y a la de maquinaria por los hechos.

Estas actuaciones se refieren a que en vez de unas labores de mantenimiento que implican “arrimar arena al talud” que se ha quedado sin ella por acción del mar, lo que se ha hecho es abrir un camino 600 metros más allá del lugar que Espina autorizó para las labores de mantenimiento, según apuntó. De esta forma, una vez aclarado este extremo, desde el Consistorio almonteño evitaron pronunciarse en torno al motivo por el que la empresa turística actuó de la forma que lo hizo, sobre todo al haber un proceso judicial abierto para esclarecer los hechos, como subrayaron.

La alcaldesa almonteña también señaló como puntos concluyentes que las actuaciones administrativas no se llevaron a cabo “con la debida diligencia”, al no haberse realizado la supervisión por el Área de Servicio de Matalascañas, así como que hubo “una falta de coordinación interna”, probablemente debido a que hacía menos de un mes que se había conformado el Gobierno de concentración, y que llevó a que la Alcaldía no tuviera conocimiento de los hechos hasta mucho tiempo después de ocurrir.

José Miguel Espina manifestó que estudiará con asesoramiento legal si debe dimitir como concejal de Playas para favorecer el esclarecimiento de los hechos, una vez que ha sabido las conclusiones a las que ha llegado la comisión.

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