El Ayuntamiento propone recuperar los espigones en Matalascañas

Un estudio de la Universidad de Huelva asegura que es el método más eficaz, rápido y barato para evitar las pérdidas de arena por los temporales · La petición se hará a Costas el próximo 13 de mayo

Algunas de las piedras de los antiguos espigones que han quedado al descubierto en la playa de Matalascañas.
Y. Sánchez / Huelva

Almonte, 29 de abril 2009 - 05:01

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Almonte tiene claro que se deben recuperar, de forma "urgente", los espigones en peine que se construyeron a finales de los 70 en la línea de playa de Matalascañas para evitar las pérdidas de arena a causa de los temporales. Miembros del equipo de Gobierno almonteño van a realizar, formalmente, esta propuesta ante la Dirección General de Costas el próximo 13 de mayo coincidiendo con la reunión que ya estaba prevista para tratar la cuestión con la administración Central.

La concejala de Cohesión Territorial, Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almonte, Melanie Romero, explicó ayer que para que la propuesta cobre fuerza ante la administración competente se encargó un estudio a la Universidad de Huelva sobre las medidas que debían adoptarse. Este estudio que ha dirigido el profesor Antonio Rodríguez Ramírez, del Grupo de Geología Costera, concluye que la actuación "más barata, rápida y eficaz" es la de recuperar los espigones en peine que "ya han demostrado su eficacia a lo largo de estos años", explicó ayer la concejala almonteña.

Dicha red de espigones ocupa cerca de 5 kilómetros de playa, tiene una separación entre uno y otro de unos 200 metros, se elevan unos 3 ó 4 metros y se construyen perpendiculares al litoral. Estos espigones se construyen a base de grandes bloques de piedra sobre la arena que parten de la línea de marea y se adentran en el mar, con una longitud de algo más de cien metros. Además de la playa de Matalascañas, este sistema se utilizó también en otras partes del litoral onubense como la playa de la Bota en Punta Umbría.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Almonte, Domingo Núñez, defendió ayer que "sería la forma más rápida de actuar ya que, básicamente, consiste en echar piedras sobre la arena y los problemas se solucionarían en breve". Además, recordó que la playa de Matalascañas y la economía del municipio dependen en buena parte del sector turístico, "en tiempo de crisis hay que tener en cuenta que cientos de puestos de trabajo dependen de las condiciones de la playa, algo que nos preocupa muchísimo".

Melanie Romero subrayó, por otra parte, que la construcción de este tipo de espigones es la solución más respetuosa medioambientalmente hablando.

El profesor Antonio Rodríguez explicó que los estudios sobre la evolución de las últimas décadas de esta zona concluyen que el litoral se erosiona de forma natural pero que también recupera buena parte de esa arena que pierde de la misma firma. Sin embargo, ha habido actuaciones que ha aumentado estas erosiones, bácisamente la construcción del Espigón Juan Carlos I que evita que la arena vuelva de forma natural hasta la playa de Matalascañas.

Los temporales de los dos últimos años han afectado, sobre todo, a dos zonas de la playa del municipio de Almonte. Por una parte ha desaparecido buena parte de la arena próxima al camping y el faro y lo mismo ha ocurrido en el otro extremo del frente urbano de Matalascañas, es decir, en la zona más próxima al Espacio Natural de Doñana. Sin embargo, el frente urbano, donde se situó la red de espigones, ha resistido mejor la acción del agua.

La construcción de estos espigones sería complementaria a la necesaria regeneración que necesita la playa de Matalascañas. Al menos, así lo entienden los concejales socialistas almonteños, aunque también consideran que esto no será realidad a corto o medio plazo pues aunque la Dirección General de Costas ya ha encargado el estudio, los trabajos de aporte de arena no empezarán de forma inmediata.

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