"El Ayuntamiento debe gestionar el dinero que le llega, no el que no llega"
josé manuel zamora alcalde de villablanca
Afirma que el Consistorio no tiene soporte ni capacidad para adelantar el dinero de las subvenciones Sostiene que la Mancomunidad de Beturia "tiene que reinventarse"
El popular José Manuel Zamora de la Cruz (50 años) es alcalde de Villablanca desde la pasada legislatura, cuando se alió con el PA para gobernar el municipio arrebatando la Alcaldía al PSOE, ganador de las elecciones de 2011. Pero en los comicios locales del pasado mes de mayo logró una holgada mayoría, lo cual permite al PP gobernar ahora en solitario.
--¿Cuáles son los principales problemas a los que tiene que hacer frente un alcalde que gestiona un municipio de 3.000 habitantes?
-Cuando accedí a la Alcaldía hace cuatro años, el Ayuntamiento tenía un grave problema económico y de desajuste y desestructuración. No había presupuestos ya que éstos estaban prorrogados desde 2007, no había distribución de tareas entre los trabajadores municipales, no había control… Y lo que hemos conseguido en el pasado mandato ha sido establecer un presupuesto, una serie de controles y una metodología de trabajo que ha beneficiado al funcionamiento del Ayuntamiento. Y si el Ayuntamiento funciona, el pueblo debe hacerlo también. Eso fue lo más complicado que nos encontramos hace cuatro años. Actualmente, lo más difícil es lo económico y poder hacer frente al pago de las nóminas, los seguros sociales o los proveedores. Hay que tener en cuenta que Villablanca es un municipio cuyos ingresos municipales dependen principalmente de nuestra participación en los tributos del Estado y la Junta, y de los impuestos que pagan los propios vecinos. No tenemos ingresos atípicos y cuesta mucho trabajo llegar a fin de mes. Pero lo importante es que mes a mes lo logramos y atendemos dichas necesidades prestando los servicios que hay que ofrecer al ciudadano.
-Aparentemente no parece que sea Villablanca una localidad especialmente azotada por el paro…
-Villablanca, gracias a Dios, es un pueblo en el que, evidentemente, no hay trabajo los 365 días del año, pero en el que sí lo hay durante bastantes meses. Y los villablanqueros se han dado cuenta de que en tiempos de crisis había que adaptarse. Han sido capaces de ello y han regresado al campo después de haber estado en la construcción. En este sentido, la labor de las empresas agrícolas de la zona ha logrado que en Villablanca el paro sea un problema, aunque no acuciante.
-¿Cuál es la deuda del Ayuntamiento de Villablanca en estos momentos?
-Cuando llegamos tuvimos que abrir los cajones y sacarlo todo. Realmente la situación económica del Ayuntamiento es que sí tenemos deuda, como es normal, porque la hemos heredado, y la tenemos que asumir. Tenemos una deuda viva con los bancos de unos 650.000 euros, que es el Plan de Pago a Proveedores al que tuvimos que acogernos en 2012 (no nos hemos acogido a ninguno más). Ahora estamos atendiendo las facturas, más o menos, de manera regular. Unos meses mejor y otros con más trabajo, pero generalmente de forma regular. También mantenemos una pequeña deuda con la Seguridad Social, la cual está aplazada y cuyo pago se está atendiendo, y un par de sentencias judiciales antiguas que nos han llegado relacionadas con asuntos urbanísticos, cuyo pago también estamos asumiendo. Pero en el fondo sabemos lo que debemos, y se está atendiendo esos pagos.
-Su partido, el PP, ha anunciado la presentación de mociones en los ayuntamientos para reclamar el pago de las deudas que con ellos tiene la Junta. ¿Va a apoyar el equipo de Gobierno de Villablanca dicha petición?
-Sí. Y es que la Junta tiene deudas pendientes con nuestro Ayuntamiento. Unas indirectas, a través de Beturia, por haber programas que se han finalizado y justificado, pero que no han sido abonados y los ayuntamientos hemos tenido que adelantar el dinero. Y otras, directas, como por ejemplo el segundo pago de los recientes planes de empleo, el cual ha soportado el Ayuntamiento, que ha pagado unos 44.000 euros (con eso yo pago más de una nómina municipal). Nos vamos a sumar para que la Junta nos pague. Es fundamental. Si no es así, nosotros no tenemos soporte ni capacidad económica para adelantar el dinero de las subvenciones. Los ayuntamientos no estamos para hacer de soporte económico de las ideas políticas de los demás, sino para gestionar el dinero que nos llega, no el que no llega.
-Mientras que el PP no logró unos buenos resultados en la provincia de Huelva en las pasadas elecciones municipales, en Villablanca no solo revalidó la Alcaldía, sino que incluso pasó de mayoría simple a absoluta. ¿A qué cree que se debió?
-Principalmente a que el pueblo supo reconocer el trabajo que había hecho el alcalde y su equipo de Gobierno durante los cuatro años anteriores. La decisión de pactar con el PA para gobernar la pasada legislatura fue complicada, pero creo que mereció la pena y se ha reflejado el esfuerzo.
-¿Qué diferencia hay entre gobernar en coalición y con mayoría absoluta?
-Que se nota que el equipo de gobierno; en el segundo caso, es el que tú has elegido, buscado y formado, por lo que es mucho más fácil consensuar las decisiones. Cuando tienes que gobernar en coalición tú no has buscado a todos los miembros del equipo y, por tanto, es más complicado llegar a consensos.
-¿Cree que hay aspectos positivos en un gobierno en coalición?
-En nuestro caso ha sido una experiencia bastante buena en el sentido de que te sirve para seguir avanzando en el diálogo y para tomar las decisiones buscando el consenso. Esto no quiere decir que la mayoría absoluta sea un ordeno y mando, porque aquí compartimos las tareas de gobierno, así como muchas ideas que se van proponiendo entre todos.
-¿Cómo definiría usted su perfil como alcalde?
-Pienso que soy un alcalde de calle. Me gusta estar a pie de calle, con la gente. No tengo una agenda para atender al ciudadano. Siempre que estoy aquí atiendo a todos los vecinos y creo que la gente en las pasadas elecciones municipales valoró mi cercanía y el estar en todos los lugares y actos donde un alcalde debe representar a su pueblo.
-¿A qué se comprometió con sus vecinos durante la campaña?
-La confianza de los ciudadanos ha venido dada por una parte porque valoraron nuestro trabajo en el pasado mandato, pero también porque sin querer llegar a compromisos fuertes, sí les hemos dicho que queríamos continuar la evolución que llevaba Villablanca, encaminada a poner a la localidad en el lugar que se merece. Y es que en los pasados cuatro años le dimos una gran vuelta al municipio en cuanto a infraestructuras haciendo un polideportivo nuevo, dotando a la localidad de una nueva ludoteca, de un centro de mayores, y tenemos varios proyectos en cartera como es un centro de ocupación profesional para discapacitados, un vivero de empresas para promocionar el empleo, y alguna que otra infraestructura que aún falta al pueblo y que queremos poner en marcha este mandato.
-Al margen de infraestructuras concretas, ¿cuáles son las principales líneas de actuación de su equipo de Gobierno para esta legislatura?
-En estos momentos, y más en un pueblo de 3.000 habitantes, no puedes centrarte en una política concreta. Tienes que ir atendiendo las necesidades básicas de los vecinos con políticas sociales, colaborar en la búsqueda y la formación para el empleo, y facilitar la actividad empresarial. Otros puntos pasan por la promoción turística de Villablanca, así como por las propias infraestructuras. En definitiva, en un municipio de las dimensiones de Villablanca tienes que tener una amplia visión de todo, en la que se debe atender las necesidades tanto sociales como económicas de todos los vecinos.
--Villablanca es una de las localidades del área de influencia del futuro Chare de la Costa Occidental, en torno al cual hay una polémica entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Lepe. ¿En qué punto se encuentra el alcalde de Villablanca en este asunto?
-Yo estoy al lado de los villablanqueros, que después de más de 10 años esperando a que el Chare se ponga en marcha, la Junta debe cumplir su obligación de ponerlo en servicio, y, por su parte, el Ayuntamiento de Lepe debe cumplir sus compromisos como fueron adquiridos. Pero todo dentro del cumplimiento de la actual legislación. Por desgracia, si se hubiese construido hace 10 años, ya estarían los accesos, y por los retrasos nos encontramos ahora con un problema. Pero yo en definitiva estoy al lado de los vecinos de Villablanca. Por tanto, al igual que voy a exigir a la Junta que construya el edificio y lo ponga en servicio, si en algún momento, y si es obligación del Ayuntamiento de Lepe construir los accesos, también voy a reclamar eso al Ayuntamiento de Lepe.
-¿Confía en que se desatasque la situación?
-Sí. Las administraciones estamos para resolver los problemas de los ciudadanos, no para enfrentarnos, y por ello creo que debe haber una solución que, evidentemente, en este caso, pasa por lo económico. Pero creo que en las relaciones entre Ayuntamiento y Junta hay cantidad de procedimientos para que se construya el Chare, se ponga en servicio, se hagan los accesos. Por tanto estoy convencido de que finalmente se llegará a un acuerdo de cómo, cuándo y cómo se pagan esos accesos. Si hay buena predisposición por ambas partes, el Chare se debe poner en marcha. A quien corresponda pagar los accesos puede tratarse entre administraciones para que el ciudadano no padezca más el hecho de no contar con este servicio sanitario en la Costa. Se tiene que imponer la lógica y es obligación de ambas administraciones ponerse de acuerdo.
-¿Qué piensa de la Mancomunidad de Municipios Beturia, a la que pertenece Villablanca?
-Tiene que reinventarse. Se creó para unos fines y en torno a unas posibilidades de desarrollo de la comarca. Y con el nuevo marco legislativo y las nuevas circunstancias y subvenciones europeas tiene que reinventarse. En todas las reuniones que estamos manteniendo ya lo hablamos, que debemos buscar hacia dónde vamos y cómo debemos prestar servicios al ciudadano, porque si no, no tendría sentido esta Mancomunidad. Es decir, las aportaciones económicas que hacemos a la misma los ayuntamientos deben revertirse sobre los propios ayuntamientos y, por tanto, ese es el gran reto que tiene la Mancomunidad de aquí a final de año: decidir que debe seguir, y en qué términos lo va a hacer. También hay que tener en cuenta que a través de ella somos propietarios de una empresa pública que está prestando el servicio de atención domiciliaria a muchos ciudadanos, y por tanto es un compromiso que tenemos los que pertenecemos a una Mancomunidad, y que tenemos que seguir manteniendo.
-¿Por dónde pasa ese reinventar la Mancomunidad?
-Evidentemente, sobre todo por hacer actividades, formación, buscar alternativas de empleo, de dinamización del territorio, para que éste se beneficie de esas acciones. Creo que la misión que debe tener ahora Beturia es atraer gente, empresas y dinamización turística al territorio, y atender socialmente a la comarca a través de esa empresa pública y de la fundación.
-Recientemente el alcalde de Cartaya, el independiente Juan Polo, manifestó públicamente que estudia abandonar Beturia. ¿Cómo valora ese hecho?
-Cartaya es el mayor municipio de la Mancomunidad, y cuando ésta se fundó fue por el interés de todos los pueblos que la integran, incluida Cartaya, que a través de la misma ha tenido acceso a bastantes ayudas y programas. Pero es una decisión que debe adoptar el Ayuntamiento de Cartaya. Lo que sí está claro es que esté o no esté Cartaya en Beturia, en este proceso de reinventarse, si tiene que seguir adelante sin Cartaya, seguirá porque es necesaria.
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