Ana María Matute pone el alma a la nueva biblioteca

La Ciudad de las Artes y la Cultura de Almonte continúa ganando lustre, más aun tras confirmarse que la biblioteca pública municipal llevaría el nombre de la reputada escritora Ana María Matute, quien ayer inauguró, junto a la comitiva municipal, este nuevo espacio cultural.

La ocupante del sillón K de la Real Academia de la Lengua no ocultó sentirse "honrada y agradecida" por este reconocimiento institucional. Para alguien que atesora los más prestigiosos premios a los que puede aspirar alguien que se dedica al oficio de literato, sorprende la sincera ilusión que se le vio ayer. Matute no escatimó en agradecimientos y recalcó que le produce una enorme "satisfacción" que con su nombre se bautice un edificio "donde la gente pueda acudir a leer en un escenario donde se habitúen y conozca lo maravillosa que puede ser la lectura".

El alcalde, Francisco Bella, se congratuló de contar con la presencia en el municipio de una mujer que engrandece el mundo de las letras y que dará nombre a una Biblioteca donde la cultura encontrará esa puerta a un mundo de fantasía, de sapiencia y de conocimiento.

Previo a la comparecencia de prensa, Matute estampó su rúbrica y dedicatoria en el Libro de Honor de la institución local, a la par que relató la belleza que atesora el municipio y su entorno, si bien se sinceró frente a los medios y reconoció que hasta este encuentro "sólo conocía el nombre" de este rincón andaluz. Aun así, subrayó que una vez contemplado in situ puede corroborar la belleza que atesora y la bien ganada fama de Doñana.

La agenda se completó con la protocolaria inauguración de la biblioteca. En este escenario se visitó las exposiciones de libros organizadas por la Fundación Almonteña de Bibliofilia y Arte (FABA) donde se recogen una serie de libros infantiles datados desde 1953 hasta nuestros días, que ahora se verán engrosados por los de la propia escritora catalana. Tras esta visita se celebró un acto de homenaje y reconocimiento en las entrañas del Teatro Municipal Salvador Távora, donde intervino, entre otros, el delegado provincial de Cultura, Juan José Oña. Tras sus palabras tuvo lugar una actuación musical de un cuarteto de clarinete compuesto por profesores de la Banda Municipal de Huelva, mientras que para cerrar el acto se dio cuenta de una semblanza de la escritora y la lectura del primer capítulo de una sus obras más afamadas: Paraíso Inhabitado (2008).

La recién estrenada biblioteca ha sido posible gracias a los fondos de la Junta de Andalucía, que contribuyó con una dotación económica cercana al millón de euros a los que se sumó como mecenas la Dirección General del Libro y Patrimonio Bibliográfico, quien contribuyó con una aportación de 600.000 euros. Finalmente distintos fondos estatales hicieron posible este nuevo espacio cultural.

El edificio principal se levanta sobre los mismos cimientos de la Bodega Reales y su arquitecto, Juan Pedro Donaire, aceptó el desafío que entrañaba adaptar la fisonomía vitivinícola a las necesidades bibliotecarias, si bien preservando todos y cada uno de los rasgos característicos que definían al edificio. Todo ello al objeto de evocar las raigambres agrícolas del municipio y sus gentes. Fiel a esta declaración de intenciones se ha preservado el lagar que puede ser observado en determinadas zonas a través de unas vidrieras situadas bajo los pies del usuario y visitante. A lo largo de todo el inmueble se han respetado los techos y pilares del templo vitivinícola, por lo que la dimensión del mismo ha sido aprovechada para brindar dos alturas, instalándose un ascensor para garantizar la accesibilidad de aquellos ciudadanos aquejados de alguna merma física.

Es extraño que uno de los proyectos más importantes de toda la legislatura en una ciudad tenga como protagonista a la cultura. En Almonte, no es aventurado concluir que la denominada Ciudad de las Artes y la Cultura tiene el honor de ser uno complejo arquitectónicos a donde han ido a parar un sinfín de fondos municipales, autonómicos y estatales. Hasta complementar los 5,6 millones de euros en los que se cifra el proyecto. Gracias a ello ha sido posible erigir un complejo en pleno centro urbano que se extiende a lo largo de 6.550 metros cuadrados sobre los que se levanta el Teatro Salvador Távora y la Biblioteca Municipal Ana María Matute, entre otros espacios.