Altares para el Santísimo

corpus christi en la provincia | zalamea y ayamonte adelantaron la celebración al sábado

Los pueblos reciben a la Custodia con sus mejores galas Hierbas aromáticas y niños de comunión dan color a la tradición religiosa

1. Espectacular altar en Hinojos. 2. Los pequeños de comunión, en Lepe. 3. La Custodia, bajo palio en La Palma del Condado. 4. Descanso del cortejo ante uno de los altares de Zalamea la Real. 5. Niños vestidos de comunión durante la procesión cartayera. 6. Alfombra de flores y palmas ante uno de los altares de Aracena. 7. Junto al Paseo de las Flores de Isla Cristina se había instalado la imagen cofrade de este Cristo.
1. Espectacular altar en Hinojos. 2. Los pequeños de comunión, en Lepe. 3. La Custodia, bajo palio en La Palma del Condado. 4. Descanso del cortejo ante uno de los altares de Zalamea la Real. 5. Niños vestidos de comunión durante la procesión cartayera. 6. Alfombra de flores y palmas ante uno de los altares de Aracena. 7. Junto al Paseo de las Flores de Isla Cristina se había instalado la imagen cofrade de este Cristo.
Corresponsales Huelva

03 de junio 2013 - 05:01

Las calles de muchos pueblos de la provincia se engalanaron ayer con hierbas aromáticas y altares para recibir a la Custodia. Los niños que hicieron la comunión el pasado mayo formaron parte de la comitiva procesional, una tradición muy arraigada en Huelva.

Si hay un pueblo donde el Corpus Christi tiene sabor en las calles a día de fe y de sentimientos colectivos por una fiesta que es de todos, ése es Hinojos. Las calles se adornan, se cubre el suelo de romero y las paredes de las casas no se ven, sólo la gran masa de arboleda de eucaliptos que conjugan la belleza con el aroma de los campos.

Casa a casa, va pasando la Custodia, por puertas con artísticos arcos de flores cogidas de esta primavera que adorna los campos en el entorno de Doñana; e incluso alguna alfombra de flores hecha con tierras de colores. En el recorrido, la procesión se va parando en los distintos altares, algunos destacaban porque son especialmente soberbios por sus grandes dimensiones y gusto artístico, con imágenes tan devotas como la de Santa Ángela de la Cruz, Niño Jesús, dolorosas de culto privado o el Sagrado Corazón, como el que estaba instalado a las puertas del consistorio; junto a él se encontraba el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Hinojos, donde se hizo uno de los rezos de este recorrido.

En la capilla de la Hermandad de la Soledad se había instalado en su interior un curioso altar a modo de Custodia procesional. El Santísimo iba en la artística Custodia de madera dorada, destacando por este desfilar entre el ramaje de eucaliptos y acompañado de todo un pueblo. Pasado el mediodía la Custodia volvía a entrar en la parroquia y era hora de la convivencia en las casas y de visitar los altares recorriendo el itinerario.

La festividad del Corpus brilló ayer con especial intensidad en La Palma. Los actos estuvieron respaldados en todo momento por un pueblo que siente este día como uno de los más destacados de su calendario religioso. La salida de la procesión del Santísimo Sacramento bajo palio tuvo lugar poco después de las 10:30, rodeada del calor de un pueblo que se vuelca de forma sincera con sus tradiciones. A esa hora todas las calles del recorrido estaban cubiertas de juncia y helechos y pobladas de altares, levantados por las hermandades y por muchas familias, en los que se ha orado ante la Sagrada Custodia.

Como guía de la comitiva estaba la Santa Cruz de la calle Sevilla, cuya hermandad también ha realizado numerosos actos populares y religiosos con motivo de la festividad del Corpus. La procesión estuvo rodeada de gran solemnidad. Precedía al palio una amplia comitiva cofrade, los niños que han realizado la comunión y numerosos palmerinos. Tras la Sagrada Custodia, portada por varios sacerdotes de La Palma, se situaron los representantes del Ayuntamiento y la Banda Municipal de La Palma, que tiene en estas fiestas un destacado papel.

Una vez culminada la procesión, la Santa Cruz regresó a su capilla dentro de los actos organizados por la Hermandad de la Calle Sevilla y enmedio de una explosión de júbilo. En ese recorrido, visitó el convento de las Hermanas de la Cruz y las calles aledañas a su ermita acompañada por la Banda Municipal de Música Nuestra Señora del Valle.

La localidad se adelantó una vez más al resto y, organizado por la hermandad del Viernes Santo -Descendimiento y Santo Entierro de Cristo-, celebró el Corpus el sábado con una misa litúrgica en la parroquia de las Angustias y la posterior procesión de la Custodia. Un cortejo procesional del que formaron parte representantes de las hermandades de gloria y penitencia de la ciudad fronteriza, así como sus autoridades civiles y militares, y los niños que han recibido este año la primera comunión.

En el recorrido fueron parando en algunos de los lugares más emblemáticos del casco urbano como la plaza de la Laguna, el convento de las Hermanas de la Cruz y la casa de la hermandad del Lunes Santo, que habían sido ornamentados para la ocasión con los típicos altares, en los que no faltaron las tradicionales petaladas por parte de los más pequeños.

En Isla Cristina, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vida y la Virgen de los Dolores fue la encargada de la organización de los actos que tuvieron ayer su epicentro en la parroquia de los Dolores. Desde allí, y tras la eucaristía oficiada por Cristóbal Robledo, la jubilosa procesión del Corpus Christi recorrió las principales calles del municipio, acompañada por hermandades, autoridades, representantes del Consejo de Hermandades y de las asociaciones religiosas, además de los párrocos y feligreses de las tres parroquias de la localidad. Pero sobre todo no faltaron a la cita los niños de primera comunión.

El cortejo procesional recorrió la avenida Gran Vía y las calles Armada Española, Astilleros, Isaac Peral, Matías Cabot, J. Martin Cabet, Carreras, plaza Hermanos Pinzón, calle Mercado, plaza de San Francisco, calle Diego Pérez Pascual, plaza de Las Flores, y nuevamente Gran Vía. Al igual que en el resto de municipios, el cortejo procesional se fue deteniendo en los distintos altares distribuidos a lo largo del recorrido e instalados por distintas hermandades, asociaciones y vecinos.

Los juncos alfombraron en Cartaya un año más las principales calles del casco histórico -plaza Redonda y calles Nueva, Frailes, Convento y de la Plaza-, con motivo de la procesión del Santísimo Sacramento, que partió desde la parroquia de San Pedro Apóstol una vez finalizada la función principal.

Acompañaron el recorrido del Cuerpo de Cristo, portado por el párroco Manuel Domínguez Lepe, bajo palio, la banda municipal de Cartaya, además de los niños que este año han hecho la comunión. También acudieron representantes de todas las hermandades y las autoridades civiles.

El cortejo procesional fue parando en los altares instalados y profusamente ornamentados por distintos vecinos que cada año colaboran con la hermandad Sacramental del Santísimo Entierro de Cristo, que organizó los actos. Altares que dan un toque colorista a la tradición, y entre los que destacan los de las calles Nueva, Convento y de la Plaza. Tampoco faltaron en ellos las petaladas.

La Hermandad Sacramental de Lepe quiso hacer más interesante y festiva la celebración del Corpus. Para ello organizó un concierto de música en la fachada de la capilla de la calle Monjas. A las nueve de la noche del sábado dio comienzo una actuación de la banda de música municipal de Lepe, con un repertorio de marchas procesionales y pasodobles. El evento, de carácter gratuito, concentró a un numeroso público, que desbordó las previsiones de la hermandad.

Tras la celebración musical del sábado, las calles de Lepe acogieron ayer la tradicional festividad del Corpus. La misa solemne se desarrolló con la presencia masiva de los niños que han recibido su primera comunión. Ellos fueron los protagonistas de la procesión. En el recorrido estuvieron acompañados por las catequistas y padres que quisieron arropar su presencia en este día para ellos importante. Los niños participan de manera activa arrojando pétalos de flores ante la presencia del cuerpo de Cristo en la custodia portada por el párroco de Lepe.

La procesión del Santísimo partió de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán a las 20:00. El cortejo procesional incluyó el paso por la Plaza de España, Manuel Vela, Lepanto, Paso, Monjas, Real y Feria para terminar de nuevo a las puertas del templo. Bajo el palio, el párroco de Lepe Feliciano Fernández portaba la Custodia dorada. A lo largo del recorrido se encontraban los descansos en forma de altares con figuras religiosas y profusamente adornados con flores y vegetación ornamental.

Las calles del centro de Zalamea se llenaron de los aromas de las juncias, mastranto y otras plantas aromáticas, que sirvieron de alfombra al paso del cortejo del Corpus que partió tras la misa desde la iglesia de la Asunción. Este año, desde el Consejo Parroquial, se optó por trasladar la celebración a la tarde del sábado, evitando las altas temperaturas registradas otras ediciones durante la mañana del domingo. Además, contó con la novedad de volver a discurrir por las calles Fontanilla y Tejada, ampliándose así el recorrido que se circunscribía al centro histórico desde hace más de una década.

La procesión realizó varias paradas en los altares o descansos que hermandades y particulares instalaron durante el recorrido. Finalizó el acto con la entrada en el templo del Santísimo Sacramento escoltado por los niños que han realizado su primera comunión.

La festividad del día del Corpus se celebró ayer en Aracena con la esperada procesión del Santísimo en el paso de la custodia y su posterior misa en la parroquia de la Asunción. Otro año más primero fue la procesión y después la misa, cambio que lleva varios años en marcha para evitar la procesión en las horas centrales del día y por lo tanto de más calor. Y como novedad positiva, el regreso de nuevo, tras la ausencia del pasado año, de la Banda Municipal de Música de Aracena en el cortejo. La procesión contó con una importante afluencia de público que se notó a mediodía en los bares. Una presencia fiel son los familiares de los niños que han hecho este año la primera comunión, que abren siempre el cortejo.

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