Provincia

Agosto llena las playas onubenses

  • Las localidades ubicadas en el litoral sobrepasaron los 35 grados en las horas centrales del día

  • Los bañistas exhiben su responsabilidad ciudadana al cumplir con las normas de seguridad

Ambiente en la playa de La Bota durante la jornada de ayer.

Ambiente en la playa de La Bota durante la jornada de ayer. / Alberto Domínguez (Costa)

Los termómetros del litoral onubense rozaron durante el día de ayer los 40 grados y las playas se presumieron como el bálsamo ideal para aliviar los efectos de un sol que abrasaba a todo aquel que tuviese a su alcance.

La Agencia Española de Meteorología (Aemet) alertaba de un aviso amarillo en la costa onubense, donde Punta Umbría sobrepasó los 35 grados e Isla Cristina alcanzó los 38 grados en las horas centrales del día. Con la sombrilla como refugio y el mar como remedio, cientos de onubenses y turistas llenaron las playas.

En este contexto, se antoja necesario destacar el compromiso de los bañistas con las normas dispuestas por las autoridades sanitarias al objeto de frenar la propagación de la Covid-19. En este sentido, las imágenes evidenciaban que las familias y grupos de amigos dejaban la distancia mínima de seguridad entre sombrillas, al tiempo que la mascarilla se convertía en un complemento más para pasar el día de playa.

Sobre el agua, la distancia de seguridad también se convertía en una premisa indispensable, por lo que se hacía habitual ver que los grupos dejaban una separación entre ellos de dos metros.

Del mismo modo, los pocos valientes que se atrevieron a dar sus largas caminatas por la orilla en horas de máximo calor portaban sus mascarillas para prevenir cualquier foco susceptible de contagio.

Onubenses y turistas acceden a la costa por la pasarela de madera. Onubenses y turistas acceden a la costa por la pasarela de madera.

Onubenses y turistas acceden a la costa por la pasarela de madera. / Alberto Domínguez (Costa)

La gran cantidad de bañistas se explica también –además de por las elevadas temperaturas– por el comienzo de agosto, mes en el que empiezan los períodos vacacionales de muchos españoles y que este año coincide con fin de semana. De este modo, las playas acentuaron ese carácter de espacio de convivencia de onubenses y –en su mayoría– extremeños, madrileños y sevillanos, que acuden a nuestras costas en busca del apetecible mar y de la fina y dorada arena.

Como evidencias de la elevada afluencia a las costas figuran las enormes colas que se formaron en los accesos a playas como la de La Bota o en los municipios de mayor afluencia, como Punta Umbría o Matalascañas. La búsqueda de aparcamiento se convirtió en un premio solo disponible para los más madrugadores y muchos fueron los que tuvieron que aventurarse a buscar otras zonas para pasar un día de playa en familia o con amigos.

Síntoma del buen estado del litoral onubense fue también el lleno de los chiringuitos. Los locales de hostelería ubicados en la costa se antojan complementos indispensables a los días de playa, por lo que fueron muchos los que optaban por refrescarse con una gélida cerveza o con un refresco. Otros llenaban con sus nombres los libros de reserva de los restaurantes costeros, en tanto que el fin de semana y el mes de agosto invitaban a degustar algunos de los productos más característicos de la costa onubense, al tiempo que el mar se fundía con la arena en la pantalla que los establecimientos les brindaban a sus clientes.

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