Agentes de Medio Ambiente critican la pasividad de la Junta contra el furtivismo en Doñana

Denuncian que no se utilizan las embarcaciones ni se coordinan los servicios desde tierra y agua para la vigilancia

Control de la Guardia Civil a los coquineros que faenan en Doñana.
E. Press Sevilla

pesca y marisqueo, 21 de agosto 2015 - 05:01

La Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía (Aamaa) ha criticado que no se utilicen las embarcaciones ni se coordinen los servicios desde tierra y agua para la vigilancia en el Parque Nacional de Doñana contra el marisqueo y el furtivismo en general.

Según han confirmado a Europa Press fuentes de la asociación, el marisqueo y la pesca ilegal frente a la playa del Parque Nacional de Doñana "se producen a lo largo de todo el año, pero con especial incidencia en los meses de verano".

Dichas actividades no se pueden combatir sino con servicios coordinados desde embarcación y tierra, ya que los mariscadores y pescadores ilegales acuden en embarcaciones que fondean para mariscar bivalvos frente a la playa, así como pesca de sardinas y boquerones mediante redes de cerco.

Para la asociación, es "altamente preocupante la grave incidencia que producen las faenas de marisqueo ilegal desde embarcaciones, mediante rastros de profundidad y dragas hidráulicas, al ser zona de cría de alevines de especies de gran interés comercial".

Los Agentes de Medio Ambiente han indicado que la entrada de cazadores furtivos y pescadores ilegales con nasas por el Brazo de la Torre solo se puede combatir con embarcaciones de vigilancia que puedan llegar hasta donde desembarcan, máxime en la época de lluvias en que, por tierra, la marisma está "intransitable".

La Aamaa asegura que el plan de Gestión de la Anguila en Andalucía se aprobó el Decreto 396/2010 que contempla una moratoria de la pesca en cualquier fase de su desarrollo por un periodo de diez años esta norma, se vulnera "frecuentemente" dado el "alto" precio que alcanza el kilo de angulas, rondando los 600 euros.

La zona de máxima protección de la Reserva de Pesca del Guadalquivir tampoco es frecuentada por la Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura y Pesca, donde además se marisquea coquina de fango, cerrada al marisqueo por contener metales pesados, algas tóxicas y riesgo de salmonela.

Según indicaron, "estos bivalvos luego se comercializan y se ofrecen en bares como tapa sin que los servicios municipales correspondientes, de consumo e inspección, actúen como corresponde actualmente en esta zona ante un producto no apto para el consumo humano".

La normativa protege esta zona donde se prohíbe la pesca marítima y el marisqueo desde embarcación, siendo por ello frecuentes los varamientos de cetáceos y tortugas marinas en estas playas con "evidencias traumáticas compatibles con anzuelos, redes y golpes con embarcaciones".

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