Puebla de Guzmán

El AMPA del colegio de Puebla de Guzmán cae en la estafa de la falsa ONG Linceci

  • El perjuicio es de sólo 160 euros pero lamentan no haber investigado mucho más antes de colaborar

La historia saltó hace unos días en Zaragoza. Ha llegado a telediarios y periódicos nacionales. Y también ha salpicado a Huelva. Al menos, que se sepa, ha llegado hasta Puebla de Guzmán, a rozar a gente que por su buena fe entraron en ese triste grupo de estafados en todo el país mediante la vía más ruin.

Linceci es el último caso de una supuesta asociación sin ánimo de lucro que se ha servido de sus teóricos fines benéficos para lucrar a sus creadores. La llamada Liga Nacional contra el Cáncer Infantil estaba radicada en Aragón, pero operaba en todo el país con actividades destinadas a ayudar a niños enfermos de cáncer en España. No era así. El sábado pasado se supo que Linceci no fue más que el invento de un matrimonio zaragozano, hasta con un centenar de empleados, ajenos a sus manejos, que ganó 5,5 millones de euros de forma ilícita. No había ayudas para el cáncer infantil, y si alguna vez las hubo, se quedaron en algo testimonial, en una ínfima parte de lo recaudado, que fue directamente al bolsillo de los ahora detenidos, acusados de delitos de estafa, blanqueo de capitales y organización criminal.

Fueron ellos los que se pusieron en contacto durante cinco años con colectivos de todas las provincias, también Huelva. Y fue así como llegaron, a través de las insistentes propuestas de un centro de llamadas propio, a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Rafael Alberti de Puebla de Guzmán. La relación empezó a finales de 2017 y tuvo un segundo episodio en las navidades de 2018. En total no fueron más que 160 euros, en su modesta contribución, no exenta de recelo, aunque ahora eso sea lo de menos.

Cuenta Esther Martín, secretaria del AMPA, que lo primero que les vino a la cabeza al saber de la estafa fue la triste utilización de niños “para un tema tan sucio”. La otra idea que les asaltó fue ser parte de la estafa “haciéndoles publicidad”.

Es difícil escapar al sentimiento de culpa entre los responsables del AMPA. “Quizá no hicimos la búsqueda rigurosa de información que deberíamos haber hecho, con otras referencias de la ONG”, lamenta ahora Martín. “Miramos su web y confiamos en sus intenciones”. La buena voluntad puede siempre, aunque los riesgos se minimizaron, quizá por eso de que deberían haber indagado más a fondo.

Venta de productos

La colaboración, en este caso, se limitó a la venta de productos para recaudar fondos para la asociación. En un primer momento, unos sacos térmicos de semillas, vendidos a 8 euros cada uno (en otros puntos del país se vendieron a 14 euros), de los que sólo pidieron diez unidades: “No quisimos comprometernos demasiado y sólo pedimos los suficientes para que los propios miembros de la directiva colaboráramos”.

Promoción de sacos térmicos solidarios de Linceci vendidos en Puebla de Guzmán. Promoción de sacos térmicos solidarios de Linceci vendidos en Puebla de Guzmán.

Promoción de sacos térmicos solidarios de Linceci vendidos en Puebla de Guzmán.

Las llamadas se intensificaron desde entonces, hace más de dos años, cuando incluso recibieron un diploma de Linceci para acreditar su aportación. Pero no hubo nueva colaboración hasta las navidades de 2018, cuando de nuevo el AMPA accedió a recibir productos para su venta. En este caso fueron bolsas de tela con mensajes solidarios vendidos a 4 euros (a 3 y 3,5 euros en otras campañas). Pidieron 20 unidades y las llegaron a distribuir también entre algunos padres y madres del colegio, e incluso estuvieron a la venta en un establecimiento de la localidad andevaleña. Sacaron otros 80 euros pero no hubo diploma ni otros reconocimientos, y sí muchas llamadas más para ampliar la colaboración.

Hasta hace un mes volvieron a llamar pero no pude atenderles”, cuenta Esther Martín. “Volví a llamarles y ya no conseguí hablar con nadie. No cogían el teléfono”. Y el sábado saltó el escándalo y este lunes pasado se dieron los detalles de la llamada Operación Andes por la expansión, ya en marcha, de la misma estratagema en Perú.

La web de la asociación ya no está disponible. A los dos detenidos les intervinieron un piso en Zaragoza, un chalet en las montañas y un apartamento en la costa mediterránea, además, de diez vehículos, entre ellos cuatro de alta gama y uno por estrenar, entre un entramado de cinco sociedades pantalla para blanquear el dinero recaudado.

La Policía Nacional anima a denunciar la estafa desde cualquier punto de España, en comisaria o en los juzgados. Muchas han sido las ampas engañadas. Por lo pronto, en Puebla de Guzmán, aseguran que han aprendido la lección.

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