Tribuna

Antonio Urdiales Matilla

Director de Sostenibilidad Ambiental de Grupo Cosentino

El agua como activo para la transformación

La reutilización del agua debe ser transversal, fomentando la simbiosis entre actividades urbanas, agrícolas, turísticas o industriales. Esto permitirá cerrar la circularidad hídrica

El agua como activo para la transformación El agua como activo para la transformación

El agua como activo para la transformación / rosell

Esta semana tenía lugar el Día Mundial del Agua, una conmemoración necesaria pero que debería celebrarse todos los días. Durante las últimas décadas ha aumentado la inquietud por la falta de agua en el mundo. La ONU afirma que desde el año 2000 el número y la duración de las sequías (reducción temporal de la disponibilidad de agua) ha aumentado un 29% siendo una de las principales amenazas de los países en desarrollo, aunque también golpea de manera creciente a los países ricos. Donde la amenaza se transforma en escasez cuando la demanda supera la disponibilidad de recursos naturales.

Esta innegable realidad ha llevado a que distintas instituciones internacionales marquen este 2023 como el Año del Agua, con el objetivo de llevar la gestión sostenible de este recurso a las primeras posiciones en las prioridades de la agenda política y económica. Por ejemplo, el mismo día 22 arrancaba la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas, donde se presentó un documento de gran relevancia, la Agenda de Acción del Agua.

Ante esta situación, la tecnología y los esfuerzos se centran en dos conceptos fundamentales: Regeneración y Reutilización. Regenerar pasa por depurar el agua y someterla a un nuevo tratamiento, basado en un modelo circular. La finalidad: la reutilización. Volver a utilizar el agua que ha tenido anteriormente un uso, por ejemplo, municipal o industrial. De acuerdo a diferentes informes y entidades, España es líder europeo en reutilización de agua y ocupa la quinta posición a nivel mundial en cuanto a esta capacidad. Regeneramos y reutilizamos el 10% del agua que se trata en las Estaciones de Aguas Residuales (EDAR), frente a la media europea que se sitúa en el 2,4%.

El uso de Agua Regenerada (AR) en nuestro país varía enormemente y se concentra mayoritariamente donde el estrés hídrico es mas pronunciado: Comunidad Valenciana, Murcia, Almería, Islas Canarias y Baleares, así como las ciudades de Madrid y Barcelona. Este nuevo recurso, fundamental en términos de verdadera sostenibilidad, se emplea en agricultura (65%), usos recreativos y municipales (26%) y minoritariamente en usos industriales (4%), además de otros.

Como empresa enraizada en el sureste de España, en Almería, zona más árida de Europa con una media de precipitaciones que no supera los 300 litros al año, conocemos bien desde hace décadas lo valioso del recurso hídrico. Además, sumamos la necesidad y el conocimiento de una gran industria, plasmada en uno de los parques industriales más grandes y avanzados de nuestro país con más de 3 millones de m2 y en permanente crecimiento con inversiones constantes.

Esto nos ha llevado desde hace años a desarrollar e implantar los equipos de depuración de aguas más eficientes del mercado y, gracias a ello, mantener una política de reutilización y vertido cero a cauce público capaz de conseguir que el 99% del agua que utilizamos en nuestros procesos industriales sea reciclada. Esto ya sería todo un hito, pero la cuestión es que no es suficiente y todos debemos ir más allá.

La reutilización debe ser transversal, fomentando la simbiosis entre actividades urbanas, agrícolas, turísticas o industriales, por ejemplo. Esto permitirá cerrar la circularidad hídrica, dando un gran avance desde el punto de vista ambiental y proporcionando directamente el agua necesaria a la industria, a las ciudades y a la agricultura, e incluso garantizar el suministro a las ciudades del futuro.

En este sentido, podemos destacar como ejemplo propio el proyecto de construcción, a punto de finalizar, de una Estación de Regeneración de aguas residuales de origen urbano (ERAR). Proyecto que contribuirá en breve a reducir el estrés hídrico de la comarca donde se ubica nuestro Parque Industrial y que servirá para volver a dar un nuevo uso al agua residual de los pueblos de Fines, Macael y Olula del Río.

Un nuevo círculo que se cierra, en este caso para alcanzar una circularidad, una reutilización real, en colaboración con las administraciones para gestionar un bien sumamente escaso y vital. Y es que el futuro se vislumbra en momentos como el Día Mundial del Agua, pero los retos y esfuerzos deben ser diarios e ir más allá de una conmemoración.

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