Primavera en otoño

14 de octubre 2025 - 03:05

Lo pasamos bien, no se puede decir lo contrario. La Feria de Otoño se ha convertido, en apenas unos años, en una cita esperada por muchos. Una cita que ha conseguido algo al alcance de pocas efemérides en nuestra ciudad más allá de Navidad y Semana Santa: que los que viven fuera quieran venir a Huelva estos días.

Debo admitir -yo confieso- que no he sido precisamente de las que apostaban por esta feria desde el principio. No tenía muy claro su objetivo más allá del de imitar a otras ferias similares pero, precisamente, ahí radica su encanto porque no teníamos en Huelva ninguna feria feria.

No hace falta que explique yo aquí que las Colombinas son una fiesta y que el formato feria nunca ha terminado de cuajar en ellas porque las Colombinas nos gustan, precisamente, porque son otra cosa. Se ha intentado en repetidas ocasiones a lo largo de los años, pero sin consolidarse nunca. El calor de agosto y el canto seductor de nuestra maravillosa vida de playa han sido siempre su principal competencia. Así que había en Huelva un runrún, un ruido subterráneo de gente que echaba de menos tener nuestra propia feria al estilo caseta y sevillanas. Ese ruido ya es música y no creo que nadie dude ya de su potencial.

Jóvenes viniendo de fuera para la feria, calles de albero en las que no cabía un alma el sábado por la noche, generaciones encontrándose y compartiendo un espacio común -llamadme romántica, pero para mí esto es imprescindible para construir ciudad-, flamencas y caballos coloreando los atardeceres del puerto… Tenemos todos los ingredientes de cualquier feria, hasta colas para coger taxis y baños imposibles. No era consciente de cuánto necesitaba Huelva una feria de este tipo hasta este año, incluso aunque no era la primera vez que iba. En la vida hay dos clases de personas: las que tiran del carro y las que se dejan llevar. Así me lo dijo un buen profesor cuando estudiaba bachillerato en el Rábida, hace ya más de dos décadas. Nunca he olvidado sus palabras, por sencillas que sean, porque la vida me ha demostrado una y otra vez que tenía razón. Empezar algo y ser capaz de seguir con ello hacia delante, trabajar por y para un proyecto conlleva un sacrificio. Detrás de este éxito hay mucha gente trabajando, tomando decisiones, acertando y equivocándose.

Pequeñita pero matona, con mucho potencial para seguir creciendo y consolidándose, creo que podemos afirmar que Huelva ya tiene su feria con esta Feria de Otoño y del Caballo. Enhorabuena a los que lo han hecho posible.

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