Paz en la tierra

29 de diciembre 2025 - 03:05

La Navidad debería durar mucho más. La tranquilidad política que se ha vivido estos días permite cargar las pilas y recobrar la confianza en el futuro. No se puede calificar la situación como la que se canta en el villancico, paz en la tierra, porque en Ucrania la cosa se agrava cada día que pasa, en el norte de Europa miran constantemente al cielo porque los rusos se toman el respeto al espacio aéreo a título de inventario y Donald Trump no da tregua a los que considera enemigos allá donde se encuentren y ha bombardeado Nigeria con el argumento de que el Estado Islámico persigue a los cristianos. El IE persigue a los cristianos y también a los musulmanes que no respaldan el terrorismo islamistas y sus diferentes franquicias, pero el presidente americano no se resiste a la tentación de intervenir allí donde haya conflicto en el ancho mundo. Y no siempre para solucionar problemas o hacer méritos para lograr el Nobel de la Paz.

Pedro Sánchez se ha cogido dos semanas de vacaciones, nunca tantas en Navidad; y los miembros del Gobierno, socios y dirigentes de la oposición le han copiado la idea. Durante unos días podremos respirar tranquilos. No se producirán títulares hirientes que movilicen a los adversarios y respondan con igual o mayor virulencia, los periodistas guardan para después del 31 las informaciones que tienen sobre nuevos casos de corrupción, y los jueces, como funcionarios que son, también disponen de unos días libres y no se producirán noticias de tribunales de forma inminente, aunque la primavera se presenta caliente. Se celebrará el juicio que afecta a la mujer de Sánchez, también al de Gallardo y el hermano de Sánchez, y Ábalos, desde su celda, insistirá a su abogado para que le juzgue un tribunal popular.

Esta periodista no puede olvidar lo que respondió Pascual Sala cuando era presidenrte del CGPJ y del Supremo, en pleno debate sobre juicios populares a la pregunta de qué preferiría si tuviera que comparecer ante un tribunal; sin dudarlo, dijo que si fuera culpable prefería ser juzgado por un tribunal popular y si inocente por un tribunal de profesionales, le ofrecía plenas garantías.

Disfrutemos estos días de tranquilidad, la merecemos. El año ha sido duro, decepcionante, inquietante, tenso. Ha sido desagradable, con episodios que provocaban vergüenza y con un escenario plagado de personajes de quinta categoría, en lo político y en lo moral, que nos han llevado por la calle de la amargura, más allá de ideologías y simpatías personales. A nadie le gusta la idea de que en su país, su Gobierno y la mayor parte de sus instituciones, se den casos de corrupción y los principales medios extranjeros lleven las noticias a las primeras páginas, y no precisamente para bien. Sánchez se tomó vacaciones. Los españoles necesitábamos ese respiro. Vienen días difíciles, con elecciones autonómicas y negociaciones en Extremadura que nos van a dejar exhaustos.

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