Juanma G. Anes
Tú, yo, Caín y Abel
Los afanes
OSCAR Wilde escribió en 1889 un breve ensayo titulado La decadencia de la mentira. Una interesante obra que nos muestra sus reflexiones estéticas a través de dos personajes: Vivian y Cyril. Para Wilde escoger la vida como modelo para el arte es un error, ya que para él la belleza reside en la imaginación y el invento, nunca en la naturaleza.
Releo estos textos de Wilde mientras asimilo los resultados de las elecciones generales en nuestro país. Decía Wilde que la mentira hay que ejercitarla, es necesaria su práctica para llegar a la perfección. Y aunque el irlandés reflejaba estos pensamientos en torno al arte, a la belleza y a la estética, debemos reconocer que nuestros políticos han sabido practicar el ejercicio de la mentira hasta llevar a nuestro país a la decadencia social.
El PSOE, tras los peores resultados de su historia, debe abstenerse y dejar gobernar a Rajoy. Un Gobierno en minoría. Un Gobierno donde el único protagonista sería la oposición. Un Gobierno que sí velará por los intereses de los españoles. Oponerse a este hecho sería trágico y nefasto para nuestro desarrollo.
Muchas veces, por no decir siempre, la sombra, el hecho de estar en un segundo plano, pero al acecho, tiene más valor que el erróneo protagonismo. "Tus pies toco en la sombra" escribía Neruda. Y no solo los pies, sino el corazón completo de los españoles. El PSOE debe regenerarse, con Pedro Sánchez o sin él. Y debe hacerlo en la sombra, como oposición mayoritaria.
A partir de este hecho también debe reconocer que el PSOE es un partido democrático, de centro izquierda (no olvidemos que España es un país de centro izquierda). Debe igualmente alejarse de los extremismos, de una izquierda radical que ahora dice se va a convertir en un partido tradicional. ¿Entienden ustedes qué es eso de tradicional? Ni IU, ni Podemos, ni Ciudadanos han sabido dar la talla. La llave de España la tiene el PSOE, y debe aceptar su responsabilidad y su compromiso.
Claro está que estos políticos de tan baja talla y menor intelecto se han limitado a ejercitarse en la mentira, exclusivamente en la mentira, dejando España a las manos de los extremistas que han jugado y se lo han creído. Menos mal que solo se lo han creído, y no han desarrollado la imaginación como decía Wilde.
Podemos superar la decadencia, podemos y debemos hacerlo, pero sin olvidar, también en palabras de Wilde, que "el principal error reside en imitar en lugar de crear".
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