
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Saber irse
Cuando aún no nos hemos repuesto de la fallida Conferencia de Presidentes, reunión que no va mucho más allá de la foto protocolaria y la pretendida minimización del conflicto de los “pinganillos” que se inició con la intervención del “maketo” Pradales que, a pesar del racista Arana y sus teorías, ha llegado a ser “lehendakari”. Como tampoco, del aforamiento ultrarápido del pacense Gallardo o las reiterativas bondades del ministro Puente, descalificando al Presidente andaluz -quizás habrá que ponerle un pinganillos para “transportarle” el argot popular del léxico andaluz-... y cuando aún andamos por esos vericuetos informativos, nos encontramos con la Comisión Europea contra la Ley de Amnistía, el registro en el domicilio de Ábalos, o el procesamiento del Fiscal General, la problemática de Air Europa y el posible tráfico de influencia presidencial, todo ello aderezado con el menú Tezanos -si tendrá poco crédito que de tenerlo, ¿se resiste alguien a pensar que ya habría convocatoria electoral?- y para remate, Santos Cerdán apuntado documentalmente por la UCO.
Visto esto, queda señalado casi al completo el coche donde se fraguó el proyecto sanchista durante la gira previa a las primarias que llevarían a este conjunto de “regeneradores democráticos“ a conseguir, previa Moción de Censura, el Gobierno de España.
Naturalmente, habrá que entender el desasosiego, incertidumbre e indignación del ciudadano de a pie que se preocupe, desde una opción ideológica libre, por el futuro de España.
Y es que, son tantas las “manos chamuscadas”, de ponerlas en el fuego porque en cada conflicto la respuesta argumental sincronizada no era otra que un repetitivo, “no hay nada”. De los bulos, para qué hablar cuando se pretende modificar el acceso a la carrera judicial para atar y contrapesar un colectivo que se opone a ceder ante las pretensiones del servilismo propio de las autocracias.
Todo ello es grave y preocupante pero no lo es menos, el amaño de votos en las propias primarias del partido. ¿Qué no podemos presuponer en unas generales por el Poder en España?.
Y todo empezó: En el coche de papá/ vamos todos a pasear… y el “conductor” se nos victimiza.
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