Una ‘pará’ en el camino

El politiquillo se metía los dedos en la boca de uno en uno, chupándoselos con fruición: “Coja otra gambita, Juanma”, le pedía el anfitrión, al tiempo que el susodicho estiraba el brazo hacia la bandeja y asentía sin decir palabra, para que fuera el asesor quien llevara la conversación:

-Entonces, cuál es el problema, a ver si me entero… -preguntó, remangándose la guayabera para taparse el manchurrón rosado que le había dejado la cabeza de la última gamba-. Vamos al grano, por favor, que se nos va la hora. Nosotros vamos picando, mientras. Es que están buenísimas, macho. Qué bien cocidas y qué blanquitas -ensalzaba, antes de volver a lo suyo.

-Está bien. Verán ustedes. Es que...

-De tú, por favor, de tú. ¡Que somos compañeros de partido, hombre!

-Pues eso: que no nos lo estáis poniendo nada fácil últimamente...

-¿Pero qué hemos hecho nosotros, a ver?

-Más bien es lo que no habéis hecho. Primero, lo de la carretera. Lo de no tener que pasar por la capital para llegar, unir las provincias... Todo aquello ¿Os acordáis? Oye, y lo entendimos porque pasaba por donde pasaba, pero es que se habló de alternativas, y a estas alturas... nada de nada.

-De eso -dijo el politiquillo, chupeteándose el dedo gordo- ya hablamos y quedó claro que no es fácil y...

-Ya, ya. Y disculpa que te interrumpa, pero es que luego está lo del hospital, que eso sí que los tiene cabreados. Que sí, que no, que ahora un año y luego otro y primero un hospital entero y luego una ampliación y ahora otra vez entero… Así vamos ya para diez años. Y lo de andar desplazándose para el especialista... Leñe, es que tenemos el mismo derecho que los demás, creo yo...

-¡Claro, claro! -asentía el asesor, apurando un botellín- Tú sigue hablando, que nosotros te escuchamos...

-Pues nada, que el colmo fue la semana pasada, Juanma… Es que ahí nos has dado en la línea de flotación.

-¿Pero qué hice yo la semana pasada, si pue de saberse? -se sorprendió el aludido.

-Hombre… Lo del Descubrimiento, América y todo eso. Es que esas cosas, aquí, son un insulto, y encima coges y lo sueltas allí en la capital, y en un momento que… Es que estamos de campaña, no sé si lo habéis visto, para pedir lo de la Cumbre aquí en el Monasterio y todo eso… Y la verdad es que lo que dijiste ayuda bien poco.

-Pero qué piel más fina tenéis por aquí, muchacho. Tú ‘tranqui’, que ya os lo compensaremos. Mira, de hecho, aquí estamos, ¿no? apoyando la romería. Y con esta pedazo de calor que hace y todo...

-Sí, ya... Bueno... Es verdad… Pero…

-Cójase otra gambita, Juanma -animó el anfitrión, para aflojar la tensión- que ahora le ponemos la medalla, nos hacemos unas cuantas fotitos, y asunto olvidado.

-Bueno, va. Solo una más, ¿eh? que estoy viendo llegar un platito de jamón que quita el sentío. Mira que vivís bien aquí, ¿eh, pillines? Qué suerte tenéis. Y encima os quejáis.

stats